El mediodía de ayer un operativo policial culminó con la muerte de Alexis Berti, un hombre de 30 años con antecedentes por robos tipo "escruche" y sobre el que pesaba una orden de captura, de acuerdo a lo que dijeron fuentes policiales. Según testigos del barrio, varios móviles del Comando Radioeléctrico llegaron a una casa de pasillo de Rauch al 1600, en el barrio Casiano Casas, y sin más increparon a Berti. En este punto la historia toma por distintos rumbos: fuentes de la Fiscalía sostienen que el muchacho se fugó al ser identificado y desde el interior de su casa trepó a los techos para escapar. Incuso manifestaron que se defendió a los tiros y en un intercambio de balazos fue alcanzado por el disparo de un uniformado que lo mató. Sin embargo, para su familia y algunos vecinos, el joven "no estaba armado", los policías "lo fueron a buscar" y sin más trámites que un par de gritos lo corrieron y "lo mataron". Lo cierto es que el hombre se desplomó en la terraza de una casa de Vila al 1700, cerca de la vivienda en la que se encontraba al ser abordado por los uniformados.
Según fuentes policiales, Berti tenía antecedentes por robo y vivía hace un tiempo en la ciudad bonaerense de San Nicolás con su mujer y cuatro hijos. Un vecino aseguró que "el pibe nunca andaba armado, no era pesado aunque si era un escruchante. Pero robaba bien y en el barrio no molestaba a nadie". En la esquina de Rauch al 1400 vivió el padre de Berti, un hombre que murió también a los balazos en medio de una gresca barrial. Y ese fue el lugar donde ayer estaban la familia y los amigos del joven a la espera de su cuerpo, trasladado al Instituto Médico Legal para la autopsia de rigor.
Roxana, la madre de la víctima, dio la versión de los hechos que dice haber visto y también lo que no vio y le contaron: "Mi hijo no era mala persona. Tenía sus cosas, sí, pero nunca mató a nadie". Y sollozando explicó que "cuando entraron los milicos estaba con él y sus hijos. Le preguntaron algo y él salió corriendo, eran muchos".
"Yo me puse enfrente por que estaban mis nietos en la casa, pero los policías gritaron, fueron a la terraza y lo corrieron. Entonces se escucharon muchos tiros y los amigos de Alexis fueron por otro lado para ver qué hacía la policía y si lo agarraban. Los móviles habían cerrado la manzana y cuando lo mataron una vecina vio como una milica, que fue la que le tiró, sacó una mochila camuflada y la tiró al techo. Ahí había armas parece, pero mi hijo nunca iba armado", explicó sollozando Roxana.
La mujer contó desconsolada la muerte de su hijo y si bien admite que "no era malo, pero hacía lo suyo", no guardó adjetivos para los policías: "Son corruptos, buscaban plata para no molestarlo porque eso hacían siempre. Vemos en el barrio muchos de la 10ª que quieren plata de los quioscos que venden drogas y ahora los voy a denunciar a todos", dijo puntuando cada palabra.
Una joven pelirroja, en tanto, jura que Alexis "estaba con nosotros tomando cerveza y lo vinieron a buscar. No estaba armado, lo mataron así, de atrás y mientras lo corrían. Cuando bajaron el cuerpo, que estaba en una terraza, la policía no nos dejó acercarnos, nos tiraron balas de goma y nos insultaron". Además de su convicción, la chica de no más de 20 años mostró la marca de una bala de goma que impactó en su cuerpo.
A ella se sumaron tres mujeres más que mostraron sus rodillas y sus pantorrillas lastimadas por las circunferencias perfectas y el cardenal sanguíneo de las postas de goma. En esos disturbios la policía detuvo a familiares de Berti.
Al hombre lo conocían en el barrio. "Andaba con un auto blanco y tenía plata. Nunca iba armado, o al menos no mostraba armas. Hacía un tiempo que vivía afuera pero venía a la casa de los suegros y nunca tuvo problemas", aseguró un veterano de Casiano Casas.
El dueño de la casa sobre la que cayó Berti aseguró que "se escucharon muchos tiros, me asusté y me escondí. No vi nada, sólo escuché las corridas por el techo".
Para el fiscal fue claro
La versión del parte policial y con la que se maneja la Fiscalía es una diametralmente diferente. Para el fiscal Adrián Spelta todo se reduce a que "la policía intentó detener para su identificación a Berti y a otra persona en un operativo. Iban en un Citröen C5 y no pararon. Llegaron hasta Rauch al 1400 y se metieron en una casa. Allí sí se los demoró un instante hasta que un policía lo reconoció y al comprobar que tenía un pedido de captura le dice que lo va a detener. Entonces el muchacho se escapa y los efectivos lo persiguen por los techos luego de pedir autorización a la dueña de la casa".
La historia fluye y abunda de boca del funcionario de Fiscalía. "Cuando el muchacho es cercado por otros policías en un techo, piden permiso en la casa del vecino y van a la terraza. Un efectivo es quien le da la última voz de alto y efectúa dos tiros, uno al aire y otro al prófugo que repele al efectivo. Al dispararle por segunda vez la bala le atraviesa el pecho, debajo de la axila. Fue un sólo tiro. No hubo fusilamiento ni nada parecido", sostuvo Spelta.
En lo que hace a las armas encontradas en el lugar del hecho el fiscal aseguró que "a pocos metros del cuerpo se incautaron un revólver calibre 22 corto y una pistola 9 milímetros montada y con una vaina servida que también se halla en el lugar. Tenemos los testigos que certifican esos hecho", apuntó.
Spelta, no obstante, ordenó que se secuestraran las armas de todos los agentes intervinientes para el cotejo balístico y deberá esperar los análisis que in situ inició el gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones para echar luz sobre lo sucedido.