Daniel Alejandro Bracacini, el colectivero de 36 años que había sido baleado en la cabeza el miércoles a la mañana por al menos un hombre que le robó la moto en la zona oeste de la ciudad, murió ayer al mediodía en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. Por el hecho fueron arrestados tres jóvenes, pero sólo uno quedó imputado del homicidio y de un atraco similar perpetrado en la misma zona minutos antes.
Lucas Alejandro M., de 20 años, fue imputado ayer en una audiencia presidida por el juez Hernán Postma, quien le dictó prisión preventiva por 51 días. El sospechoso, con variados antecedentes por robos y hurtos, fue apuntado por vecinos del lugar donde asaltaron al colectivero y además, según el acta policial, fue detenido en posesión de la moto robada en el hecho anterior.
Atraco mortal. Bracacini era casado y padre de tres hijos de 12, 10 y 4 años. Desde hacía tres años trabajaba como chofer en la firma Rosario Bus, más precisamente en la línea 153. La mañana del miércoles subió a su moto Suzuki 125 azul y partió desde su casa de barrio Godoy para tomar servicio en el galpón de la firma.
A las 6 de la mañana fue asaltado en Circunvalación y 27 de Febrero por al menos un delincuente que le disparó un balazo en el rostro, hecho por el cual fue internado de inmediato en el Heca, pero no pudieron salvarlo.
Según fuentes allegadas a la investigación, hasta ayer no estaba muy clara la mecánica del asesinato. No se habían identificado testigos oculares ni tampoco se había establecido con qué arma le habían disparado a la víctima. Sin embargo, vecinos de la zona apuntaron a los policías que llegaron a la escena del crimen quiénes habían participado del asalto. Incluso alguien entregó un papel con información al respecto a los uniformados.
Ese dato se cruzó con otro derivado de otro hecho ocurrido mediar hora antes cerca de allí, en Rivarola y El Salvador, en barrio Godoy. A las 5.30 dos hombres fueron asaltados por al menos un joven que les robó a punta de pistola la moto Honda CG 125 en la que circulaban. La denuncia la presentó Faustino A., de 54 años.
Unas tres horas después del primer atraco fue detenido Lucas M. en Brasil al 2800. Si bien dijo que estaba durmiendo cuando llegó la policía, quienes lo arrestaron afirmaron que el joven fue apresado sentado nada menos que sobre la moto robada en barrio Godoy. Junto con él también fueron demorados su hermano Sergio Gregorio M., de 21 años, y su amigo Hugo Rolando P., de 24. Pero estos dos fueron liberados por falta de elementos que los incriminaran.
Audiencia. Lucas M. fue imputado en una audiencia pública ayer a la tarde, tres horas después de conocerse la muerte de Bracacini. El fiscal Ademar Bianchini imputó al joven de homicidio críminis causa el que se comete con la intención de encubrir otro delito, en este caso el robo calificado por el uso de arma de fuego apta para disparo. Además lo imputó de robo calificado por el atraco previo.
El fiscal basó su acusación en las actas policiales sobre ambos hechos, los antecedentes —sin condenas— del imputado, el secuestro de munición de diferentes calibres al ser requisado —el arma homicida hasta anoche no había sido hallada—, la nota incriminatoria acercada por vecinos y el hecho de que fue detenido en una moto robada momentos antes en la zona. Además, el rodado sustraído a Bracacini fue recuperado luego de la detención de Lucas M. en un pasillo cerca de su domicilio.
"Dos robos similares en la misma zona, una moto recuperada en su poder y otra muy cerca. En esta etapa de la investigación hay datos que tornan verosímil la responsabilidad penal del imputado en ambos hechos", sostuvo Bianchini al pedir la prisión preventiva.
Al ser consultado, Lucas M. no se refirió al hecho. Sólo dijo que estaba durmiendo cuando lo arrestó personal del Comando Radioeléctrico en su casa.
Por su parte, el defensor público Pablo Tojo pidió la libertad del imputado. "Estaba durmiendo cuando lo arrestaron, y hay varios familiares que pueden atestiguar dónde estuvo y a qué hora. Y si no dijo nada sobre el hecho es porque no tiene nada que explicar", dijo el abogado.
"La imputación —añadió— no tiene sustento porque no hay ninguna descripción de él ni se aclara cuál fue su participación. No sabemos nada del arma homicida, no hay testimonios contra él, sólo hay dos robos. En el primero se habla de cuatro ladrones, pero sólo se lo incrimina a él. ¿Por qué? ¿Lo encontraron sentado en la moto? ¿Y si hubiera estada sentada otra persona habrían arrestado a otro?", se preguntó el abogado oficial.
Así, Tojo pidió una rueda de reconocimiento por parte de las víctimas del primer atraco. Y consideró que, en caso de que su defendido hubiera sido arrestado sentado en la moto y no durmiendo, no hay elementos para imputarle otra cosa que el supuesto encubrimiento.
"Nada fundamenta que se lo acuse de robo y homicidio", dijo el defensor al cuestionar como "inverosímil" la nota que recibieron los policías en la escena del crimen. En tal sentido, pidió la libertad de Lucas M. o, caso contrario, arresto domiciliario.
El fiscal respaldó la autenticidad de la nota recibida por los pesquisas y atribuyó la falta de testigos al miedo que hay en el vecindario a denunciar hechos como este. "La nota no es un invento para justificar la detención, yo sabía de ella antes del arresto", sostuvo, para agregar que la teoría del encubrimiento esgrimida por la defensa no era más que una opinión. "Este hombre fue señalado por vecinos y luego lo encontraron en una moto robada".
Probable. "Luce probable el accionar del imputado en ambos hechos", dijo el juez sobre lo que consideró no tanto como pruebas sino como "elementos indiciarios de un matiz incriminante".
"En principio, y a esta altura de la investigación, es prematuro hablar de encubrimiento teniendo en cuenta que hay cercanía témporo-espacial entre ambos hechos que se le atribuyen", señaló Postma, aclarando que las calificaciones legales son "provisorias" en esta etapa.
Para el juez "hay elementos para acreditar la probable participación" de Lucas M. y admitió que faltan pruebas y que "no es fácil lograr testimonios" en lugares como donde ocurrió el crimen. "Hay que profundizar la investigación de ambos hechos para reconstruir lo que pasó", dijo al fundamentar en la necesidad de realizar muchas medidas medidas probatorias la prisión preventiva del imputado hasta el próximo 26 de marzo.
Luego, y a pedido del acusado, el magistrado ordenó su traslado desde la comisaría 32ª hasta la 13ª.
Una hermana que haría justicia por mano propia
“Ayer íbamos a festejar el cumpleaños de su hijo más grande, que cumplió 12 años”, contaba entre lágrimas Vanesa a distintos medios radiales que la entrevistaron antes y después de que muriera su hermano Daniel Bracacini. La mujer contó que el chofer tenía tres hijos, que “vivía para su familia” y que solía evitar “por temor a los asaltos” ir en moto o auto a su lugar de trabajo.
“Bajó en Circunvalación y 27 de Febrero y lo interceptaron tres personas. No sé si lo bajaron de la moto y después le tiraron, no sé si se resistió o no. No hay testigos directos hasta ahora, pero hubo otro robo muy parecido denunciado en la zona y así pudieron detenerlos”, comentó la muchacha de 30 años antes de saber que a dos de los apresados junto al imputado Lucas Alejandro M. habían sido liberados. Y agregó que los delincuentes no se llevaron ninguna otra pertenencia de las que la víctima portaba en su mochila.
Vanesa abogó por que el homicidio de su hermano “no quede impune. Lo único que quiero es que estos tipos queden encerrados el tiempo que tengan que estar”. Asimismo, indignada, dijo a la televisión que haría justicia por mano propia.