Vecinos del barrio 7 de Septiembre se movilizaron en reclamo de seguridad y para exigir el esclarecimiento de los crímenes de Mauricio Canteros y Lautaro Gómez, ocurridos el pasado domingo. En medio de las protestas, que llegaron hasta la subcomisaría 21ª, algunos manifestantes atacaron la sede policial a piedrazos y escribieron "cómplices" en la fachada.
La manifestación comenzó alrededor de las 17 y se dirigió desde Martínez de Estrada al 7800, el lugar donde el domingo por la tarde balearon a los tres jóvenes (uno de ellos continúa internado) hasta la subcomisaría 21ª de Ayala Gauna al 7900. Allí algunos vecinos fueron recibidos por el subjefe de la Unidad Regional II, Natalio Marciani, mientras otros manifestantes protagonizaron incidentes en los que hirieron a pedradas a una oficial de Policía.
Marciani indicó que de la manifestación participaron "vecinos que quieren solucionar el problema de la inseguridad, gente de bien, y también están los revoltosos que aprovechan estas ocasiones para agredir a personal policial, que por más que uno les hable no van a entender, esos no quieren solucionar nada".
"Hablamos con la gente, nos explicaron su situación y nosotros les explicamos nuestra situación", sostuvo, y añadió: "Estamos haciendo todo lo posible, acá se trabaja día a día tratando de solucionar el problema de la inseguridad"
Finalmente, precisó que la semana que viene tendrán una nueva reunión, en este caso con representantes del Ministerio de Seguridad.
"Esto no se va a terminar ni hoy ni mañana ni pasado. Pero todos nos callamos la boca por miedo", dijo uno de los vecinos, mientras que una mujer sostuvo: "A las cinco de la tarde tenemos que meternos adentro porque tenemos miedo, por nosotros, por nuestros hijos".
En el grupo de los más exaltados, uno de los manifestantes afirmó: "Roban a todo el mundo, nos están matando a todos y acá no te atiende nadie, nunca hay nadie en la comisaría".
La madre de Matías A., sobreviviente a la balacera, aseguró: "Ellos (por los chicos) no venden droga, no hicieron nada, estaban tomando una cerveza nada más".
"La bala atravesó el cuello y le tocó la columna. Está bien, pensamos que iba a ser peor", sentenció.