El contexto de violencia de género que rodeó en los últimos meses de su vida a Marisol Gilardi, una joven de 23 años que murió con el 60 por ciento de su cuerpo quemado hace casi un año, fue detallado ayer en una audiencia donde se mantuvo la prisión preventiva que pesa sobre su marido, Yamil Juan L. El remisero, de 29 años, está imputado como autor de femicidio y con los nuevos elementos que enumeraron un fiscal y dos abogadas querellantes la causa se acerca al juicio oral y público bajo un encuadre penal que prevé la prisión perpetua.
Yamil Juan L. está preso desde hace once meses como autor de un homicidio doblemente calificado: por su relación de la pareja con Marisol, con quien llevaban menos de un año casados; y por cometer el crimen en un contexto de violencia de género. Los dos agravantes prevén una pena de prisión perpetua. El fiscal Walter Jurado, en reemplazo de Ademar Bianchini, lo convocó ayer a una nueva audiencia judicial por el caso en la cual detalló los distintos componentes de esa violencia y sumó evidencias para respaldar la calificación asignada al hecho.
Las abogadas del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) Juliana Tagliatti y María Noel Severo, que intervienen como querellantes en representación de los padres de Marisol, también dieron cuenta de los distintos modos de violencia por los cuales el caso es considerado un femicidio.
Crueles testimonios
Así, citaron testimonios de allegados y familiares de la chica que relataron actos de violencia física, sexual y psicológica. "El femicidio no es un hecho aislado sino una sumatoria de todos estos hechos de violencia", analizó Tagliatti.
Entre esas declaraciones que constan en el legajo fiscal están los relatos de amigos de la víctima que la habían visto golpeada y lastimada y que además contaron que era sistemáticamente controlada por los celos de su pareja. "Su marido no la dejaba salir, no tenía relación con sus amistades desde que estaba casada con este hombre", precisó la abogada del CAJ, y añadió: "Desde la querella también marcamos situaciones de violencia simbólica. Quizás la más invisibilizada. Pero que construye relaciones basadas en estereotipos que determinan la relación desigual de poder de los hombres hacia las mujeres".
El miércoles 17 de octubre Marisol fue internada en el Hospital de Emergencias con el 60 por ciento del cuerpo quemado. Su marido dijo que se había rociado a ella misma con thinner y que luego se había prendido fuego en su casa de Perdriel al 2100, en la zona noroeste de la ciudad. Cuando las amigas de la joven escucharon esas declaraciones en un noticiero se acercaron a la comisaría a aportar datos sobre las situaciones de violencia de género de las que Marisol había sido víctima y entonces Yamil L. fue detenido. A los cinco días Marisol murió y su esposo fue imputado por el femicidio.
Casamiento secreto
Marisol y Yamil se habían conocido en el mismo barrio hacía menos de un año. Ella tenía tres hijos de 7, 5 y 3 años de una pareja anterior. Cuando formalizaron la relación, según contaron sus amigas, él fue al Registro Civil sin consultarla y sacó un turno para que se casaran. "Al casamiento fue solamente la familia de él. La familia y amigos de ella nos enteramos después", contaron sus amigas. También relataron que él no la dejaba tener contacto con el papá de los nenes.
Aquella mañana la mamá de Marisol, Yolanda, la vio golpeada en la cara. Pero al preguntarle a su hija ella le contestó que "se había golpeado con un palo". A la tarde una amiga, Carolina, acompañó a Marisol a la casa de su ex pareja para llevarle a sus hijos. A la noche, pasadas las 23.30, la acompañó hasta la casa donde vivía con Yamil.
"Me dijo que dejara la puerta abierta por las dudas y entró. Después salió y me dijo que estaba todo bien, que me fuera. Al rato me enteré de que Marisol estaba internada con quemaduras", relató Carolina. Las amigas también contaron que desde que estaba casada con Yamil estuvo tres veces internada con traumatismos y que él "la golpeaba, le rompía o vendía sus cosas, la dejaba encerrada".
Tras escuchar la enumeración de evidencias, la jueza Silvia Castelli dio curso al planteo de las partes acusatorias, citó convenciones internacionales sobre cómo investigar este tipo de delitos y sostuvo la prisión preventiva por el plazo legal de dos años que pesa sobre el acusado. Con esas consideraciones, no hizo lugar al pedido de los defensores Marcelo Argenti y Nicolás Torres, quienes habían reclamado la libertad bajo fianza de 200 mil pesos o una prisión domiciliaria con control electrónico.
Entre las nuevas evidencias, al legajo se sumó una reconstrucción del hecho realizada con la presencia del imputado en el domicilio donde Marisol sufrió las quemaduras, el informe de un perito bombero favorable al planteo acusatorio, las conclusiones de un equipo interdisciplinario que entrevistó a los hijos de la víctima y un informe médico que atribuye la muerte de la joven a las complicaciones sufridas por las quemaduras. En este contexto, la Fiscalía y la querella adelantaron que estarían en condiciones de presentar su acusación y luego de esa instancia la causa se acercaría al juicio.