Un joven de 23 años murió ayer a la mañana en el extremo sur de la ciudad al recibir un disparo en el hombro, aparentemente tras quedar en medio de una discusión de la que era totalmente ajeno. Por el hecho está detenido y a disposición de la Justicia de Menores un chico de 17 años, a quien en primera instancia se lo señala como el posible autor del crimen. Otro joven de 17 años también resultó herido en una pierna, pero está fuera de peligro.
Sergio Nicolás Machado, de 23 años y afincado en barrio Yrigoyen llegó de visita el sábado a la noche a la casa de su hermano, ubicada en pasaje 501 al 950. La cortada, donde se levantan viviendas modestas, no tiene más de 150 metros y está delimitada al oeste por Pago de los Arroyos, y al este por avenida Pineda, a la altura de San Martín al 6700.
El muchacho estaba en la vereda con otro chico de 17 años identificado como Cristian Emanuel S. cuando ya casi había amanecido, cerca de las 5 de la mañana. En ese momento imprevistamente irrumpió un joven con un arma y comenzó a disparar indiscriminadamente. Una de las balas hirió a Machado y otra rozó en una pierna a Cristian.
Ambos fueron trasladados por familiares al Hospital Roque Sáenz Peña, donde el mayor ingresó sin vida. Según el parte médico, sufrió una herida de arma de fuego en el hombro derecho con orificio de salida en el hombro izquierdo. En tanto, su compañero fue asistido por el roce de un proyectil en la pierna izquierda, pero sin consecuencias para su salud.
Un rato más tarde entró al mismo centro de salud un chico con una herida de arma de fuego en la parte superior del cráneo, pero que no era de gravedad. En ese lugar, según voceros de la pesquisa, un familiar de Machado se lo cruzó y lo señaló como autor de los disparos.
El menor, que recibió el alta y fue trasladado al Irar, está identificado como Alfredo Ezequiel R., de 17 años, afincado apenas a seis cuadras de donde ocurrió el homicidio.
Confusión. Cuando ayer este diario se acercó al lugar para conocer las circunstancias del caso, un grupo de familiares de la víctima se excuso: "no queremos hablar, estamos destruidos, imaginate. Lo único que te puedo de decir es que el pibe estaba re drogado y empezó a los tiros", balbucearon con gestos de desazón.
Aunque parecían conocer al tirador porque lo ubicaron como vecino "de unas pocas cuadras", no quisieron dar nombres ni referencias personales. "Ahí cayó muerto", señalaron con muecas de angustia mientras apuntaban un sector de la vereda.
Esa fue la única referencia directa sobre el crimen que, según fuentes policiales, tuvo una motivación menor, "una pavada", pero que desató una resolución trágica con ese supuesto estado de adicción del victimario como telón de fondo.
"El chico que murió recibió una agresión que no era para él. Aparentemente el matador y el otro menor herido tuvieron una pelea a golpes de puño por el robo de una gorra hace dos meses. Ezequiel habría quedado con bronca porque Cristian le rompió la boca. Entonces, ayer (por el domingo), se ve se fumó algo, tomó coraje y empezó a los tiros", dijo un allegado a la investigación.
"Antecedentes menores". Las fuentes consultadas se encargaron de desvincular el homicidio con conflcitos por droga o temas más graves. "El chico detenido es conocido en el barrio por antecedentes menores, robos al boleo o molestias a los vecinos. Está vinculado a un grupo de personas que en la zona de San Martín y Leticia se los conoce como "Los papaino", que mantienen disputas por robo de caballos o cuestiones de violencia familiar".
Lo concreto es que las medidas preventivas del caso quedaron en manos del personal de la seccional sub 20ª.
No se secuestraron armas y se aguardan los resultados de las pericias sobre vainas servidas recogidas en el lugar.
La causa judicial será tramitada por la jueza de Menores Nº 4, Dolores Aguirre Guarrochena, quien ordenó que el joven detenido sea entrevistado hoy en el Irar.