Un relacionista público de 33 años fue asesinado de un balazo en el cuello y un empleado de seguridad de 55 recibió un tiro en una mano al ser atacados por un joven que disparó desde un auto en la puerta de local bailable Pinar de Rocha, en la localidad de Villa Sarmiento (partido de Morón) en el oeste del conurbano bonaerense. El hecho ocurrió la tarde del domingo, pasadas las 18, en la puerta del complejo bailable ubicado en Rivadavia 14751, en el límite entre Villa Sarmiento y Ramos Mejía.
El patovica baleado, Marcelo Ponti, aseguró a la prensa que el ataque estuvo dirigido hacia el relacionista público Leonardo "Pollo" Martínez ya que el tirador, que hasta ayer al cierre de esta edición permanecía prófugo, mantenía con aquel un problema por una mujer.
El ataque, registrado por varias cámaras de vigilancia, fue cometido delante de un patrullero estacionado en la puerta del local, el cual se encontraba lleno de personas que asistían a una fiesta habitualmente conocida como "after".
Según fuentes policiales y judiciales, por lo que pudieron reconstruir la policía y el fiscal de Instrucción Nº 3 de Morón Mario Ferrario, el mortal ataque se desencadenó a partir de un incidente dentro del boliche en el que, luego una pelea verbal y una serie de empujones, el agresor fue retirado de la disco por personal de seguridad y la propia víctima.
"Los patovicas actuaron con total tranquilidad, lo retiraron caminando. Nada hacía suponer lo que vino después", dijo uno de los investigadores.
Es que el joven echado del local, de unos 20 años, caminó unos metros, abordó un automóvil Volkswagen Bora negro y, a la altura de la puerta del boliche, detuvo el vehículo. Por lo que se ve en uno de los videos que captaron el hecho, sin mediar palabra y extendiendo el brazo por la ventanilla izquierda, el conductor disparó entre seis y ocho balazos.
"Según lo relatado por testigos, habría utilizado una pistola. En la escena del hecho no se recuperó ninguna vaina servida, pero pudieron haber quedado dentro del habitáculo del auto del tirador", señaló el investigador consultado. Uno de los balazos alcanzó en el cuello a Martínez, en tanto Ponti fue herido de un tiro en la mano derecha.
Tras los disparos el agresor escapó mientras que las dos víctimas fueron trasladadas al Hospital Interzonal General de Agudos "Luis Güemes", de Haedo, a sólo tres cuadras del lugar del ataque. Sin embargo, por la gravedad de la herida, Martínez llegó sin vida al centro asistencial. Por su parte, Ponti seguía ayer internado en el mismo hospital tras haber sido operado para retirarle el proyectil de la muñeca.
No había barras
Si bien en un primer momento los pesquisas barajaron la pista de una disputa entre barrabravas o por un partido de fútbol, el propio patovica aseguró ayer a la tarde a un medio televisivo que el tirador "tenía un problema con la novia de Pollo, era ex novia de él", por lo que consideró que "fue un problema por una chica".
"Pollo le dijo «andate porque no podés estar en el mismo lugar que estoy yo, retirate». El muchacho este le dijo «sí, sí, está bien» y se fue tranquilo. Pero me resultó sospechoso porque se fue con cara de soberbio y le dijo algo a Pollo como incitándolo, amenazándolo", relató.
Según el patovica, en ese momento Martínez "volvió a salir" del boliche "cuando apareció el auto, para ver qué le decía" el agresor.
"Ahí grité «¡arma!», todos se tiraron al piso y empezó a disparar para todos lados. Yo lo miraba desde que subió a un Bora negro que estaba estacionado a 20 metros de la puerta, de la vereda de enfrente", siguió Ponti, para quien el agresor "no tiró al voleo" sino que "le apuntó a Pollo" y dijo que él recibió un balazo por estar al lado de su amigo.
"Yo atiné a levantar la mano para cubrirme la cara y la bala me entró por la muñeca. Después mis compañeros me subieron a una camioneta y me llevaron al hospital", agregó. Sobre el autor de los disparos, Ponti dijo que "estaba solo" y que si bien no sabe su nombre le comentaron que "es de Lanús" y que ya tenía "tres causas" penales por hechos violentos.
"Cuando sale la gente del boliche, nosotros no somos policías para obrar en la vía pública. No tenemos autoridad allí. El tema es que a este muchacho se lo sacó tan bien que nadie sospechó lo que iba hacer", concluyó el patovica.