"No lo podemos creer. Estamos destrozados e indignados. Rolo era una buena persona, un buen vecino, excelente padre y lo mataron así. Para robarle un celular. No podemos vivir más así. Salimos a pedir que la Justicia actúe. No podemos más así". Entre lágrimas, mientras colocaba una vela sobre la ruta nacional 33, una vecina contó su pesar por el asesinato de Rolando Bessone el viernes por la noche. Fueron alrededor de 300 personas las que reclamaron el esclarecimiento del homicidio que sacudió a la ciudad vecina.
Pocas horas más tarde la Policía de Investigaciones (PDI) realizó dos allanamientos en Pérez demorando a un hombre de 30 años, que luego fue liberado sin formación de causa, por falta de evidencia. Le habían secuestrado una motocicleta Honda Wave color negra similar a la utilizada por los autores del asesinato.
Rolando Bessone tenía 35 años y dos hijas. Estaba divorciado y residía en calle Belgrano al 1300 de Pérez. Según relataron sus vecinos mientras manifestaban trabajaba en una empresa multinacional de panificación en el área de recursos humanos.
De acuerdo a lo relatado por Macarena Ayelén P., la pareja del hombre, el jueves alrededor de las 21.30 se encontraron. En el Chevrolet Corsa blanco, de tres puertas, de Bessone fueron hasta un camino semirrural que corta la avenida Belgrano y es una prolongación de calle Güemes en barrio Los Lapachos. La mujer indicó que mientras charlaban vieron pasar una moto, pero no le dieron importancia. A los pocos minutos dos hombres en una moto los sorprendieron. Sin mediar palabra uno de los motociclistas disparó contra Bessone impactándolo en la cabeza.
Dos celulares
En estado de shock Macarena abrió la puerta del auto y salió corriendo del lugar para pedir. Ese instante fue aprovechado por los delincuentes para robar los dos celulares del interior del Corsa. Los investigadores trabajan sobre varias hipótesis, una de ellas la del robo y no descartan que el disparo que mató a Bessone se haya producido cuando el delincuente que los atracó golpeó el vidrio del lado del conductor con el arma montada. Y en esa circunstancia se produjo el disparo. "Pero no hay nada más que una suma de indicios. La fiscal aún no pudo entrevistar a los familiares por el estado de shock en el que se encuentran", explicó un vocero de la investigación.
Bessone fue trasladado al dispensario El Gurí de Pérez y de allí derivado hospital Clemente Alvarez en estado desesperante, donde murió 14 horas después de su ingreso.
El homicidio conmocionó y despertó la indignación de la comunidad de Pérez y avivó el reclamo recurrente para que se intensifiquen las políticas para atacar la inseguridad.
Algunos vecinos expresaron la "impotencia ante la recurrencia de delitos violentos. No podemos hacer nada con esta gente (por los homicidas), pero ellos sí te pueden matar como quieran", como indicó el dueño de un comercio. "Acá todo el mundo sabe quienes son los que roban, los delincuentes, los que matan. Es gravísimo porque están tomando la ciudad y nadie controla nada. Pueden andar sin patentes, robar, cruzar semáforos en rojo, no respetan nada, ni a la Policía ni a Gendarmería", agregó. "Sólo queremos vivir tranquilos y que dejemos de enterrar buenos vecinos", indicó otra mujer de la comunidad. Sobre la ruta 33 los vecinos advirtieron que volverán a tomar la calzada en una semana.
Allanamientos
Siguiendo una de las líneas de investigación, efectivos de la PDI realizaron ayer dos allanamientos. Uno en Martín Fierro al 1800 y otro en Morelli al 400.
En uno de los domicilios demoraron a un hombre de 30 años, al que le secuestraron una moto Honda Wave color negra. Con el correr de las horas la fiscal Pairola determinó que el demorado recuperara la libertad sin formación de causa por ausencia de elementos incriminantes.