Por Claudio Berón
Buscando pruebas. En la finca donde atacaron a Franco L. la policía encontró 753 gramos de cocaína.
Cuatro hombres en dos motos llegaron ayer al mediodía a un predio rural ubicado en avenida del Rosario al 5900, en el extremo suroeste de la ciudad. Los intrusos golpearon la puerta de la casa que se erige allí y llamaron a Franco Nicolás L. Cuando el muchacho abrió, desataron contra él una lluvia de balas que lo hizo caer al piso malherido al ser alcanzado por tres proyectiles en el tórax. Su pareja, Gabriela C.; sus dos hijos de 2 y 4 años; y otra mujer que estaban en el lugar, se protegieron corriendo hacia el fondo de la construcción. Cuando la policía llegó al lugar, sobre la mesada de la cocina encontraron 753 gramos de cocaína.
Los atacantes se fueron en las motos en las que llegaron, una tipo enduro color oscura y otra de 110 cilindradas. Tras ello las mujeres llamaron a una ambulancia del Sies y el médico que examinó a Franco L., por la gravedad de las heridas que presentaba y el lugar donde ocurrió el hecho, recomendó que se convocara un helicóptero sanitario para trasladar a la víctima al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez donde quedó internado en estado delicado en terapia intermedia.
Cuando llegó un móvil policial al lugar, una quinta fuera de cualquier vista curiosa y cubierta por una muralla de pajonales, encontró a las mujeres asustadas y observaron sobre la mesada de la cocina un trozo rectangular y compacto de cocaína envuelto en nailon transparente perfectamente asegurado con cinta aisladora además de varios envoltorios de la misma droga fraccionada como para la venta.
Asimismo, apoyada sobre la puerta de ingreso a ese ambiente, había un arma tipo carabina táctica para practicar paint ball, el juego de estrategia de batalla con pintura.
Ante la evidencia de la droga encontrada el fiscal Adrián Spelta, que se hizo cargo de la causa por tentativa de homicidio, decidió convocar a los agentes de la Brigada Operativa Antidrogas y ordenó la detención de Gabriela C. y Silvina M., ambas con direcciones cercanas al lugar, quienes quedaron a disposición de la Justicia federal por la tenencia del estupefaciente. Al respecto, los pesquisas que hablaron con este diario estaban sorprendidos porque las mujeres no se descartaron de la droga en el prolongado tiempo que tardaron en llegar los uniformados a la finca rural.
Aislado y con camiones
El predio de aproximadamente tres hectáreas en el cual balearon a Franco L. se divide en dos: a un costado se ve un campo arado y preparado para la siembra; del otro, la casa en la que estaban el muchacho y las dos mujeres; y en el mismo terreno había ayer estacionados cuatro camiones frontales marca Iveco y cinco acoplados con tanques cisterna.
Los cuatro camiones están identificados como pertenecientes a una empresa de transportes de cargas. "Creo que trasladan para la aceitera Santa Clara", sostuvo un vecino. Y el dato pudo corroborarse al ver varios tanques de carga y aceite volcado sobre el pasto.
Esa empresa tiene su domicilio en una casa sin ningún tipo de cartel que la identifique como tal en la zona de Corrientes y Batlle y Ordóñez, en el sur de Rosario. Al llegar el cronista de La Capital al lugar un hombre abrió la puerta de la vivienda y dijo conocer a la víctima del ataque, aunque no recordar su nombre: "No, no sabemos que pasó. Es todo un tema", atinó a decir antes de cortar el diálogo.
La zona en la que balearon a Franco L. es de difícil acceso si no se conoce. En avenida del Rosario al 5900 no hay vecinos ni cámaras indiscretas. La avenida es allí un camino rural y angosto rodeado por quintas de no más de tres o cuatro hectáreas.
"Se ve siempre movimiento de autos allí, pero no sabría decirle qué hacen. Los camiones también entran y salen", dijo un quintero del lugar. Con recorrer unas diez cuadras se desemboca en el puente de la avenida de Circunvalación y la continuidad de la avenida.
Desde la Fiscalía Regional expresaron que "trabajó en el lugar la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y el Gabinete Criminalístico y que se tomaron medidas en relación a la posible motivación del hecho y de los autores materiales".
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