Dos años atrás el rostro de Marisa Martinotti se ganó un espacio en los medios de comunicación al contar su historia. La mujer denunció en las fiscalías Regional y Federal a su padre y a uno de sus hermanos por regentear al menos un punto de venta de drogas en el barrio 7 de Septiembre. Desde entonces su vida y la de su familia ingresó a un circulo vicioso de amenazas y ataques a balazos contra su vivienda. El nuevo capítulo se escribió la noche del martes, alrededor de las 20.15, caudno desde un auto dispararon media docena de veces contra el frente de su casa. Tres de esos proyectiles perforaron puertas y portones. "Tiraron desde el auto de mi cuñada, una de las mujeres de mi hermano «Toro»", aseguró Marisa. "Yo sé que voy a terminar con un balazo en la cabeza y tirada en un zanjón, pero no voy a parar de denunciarlos, ya no tengo opción", agregó.
En la vereda de su casa de Fresno al 7900 (Jorge Newbery a la misma altura), Marisa recordó: "Hace dos años denuncie a mi hermano y a mi papá porque ellos eran vendedores de drogas que trabajaban para otro. Pasó el tiempo y mi vida sigue siendo un calvario. Hasta hace cinco o seis meses tuve un móvil de Gendarmería Nacional cuidando mi casa. Ahora todas las mañanas y las tardes pasa el móvil para constatar que esté todo bien. Dos años más tarde, el de mi hermano es un nombre pesado en barrio 7 de Septiembre. Vos hablás de «Toro» y todo el mundo lo conoce. Se compró cuatro departamentos en la misma cuadra, tiene autos en una concesionaria y se le acalambran las manos vendiendo drogas", explicó.
"Estaba todo más tranquilo hasta hace dos semanas pero Gendarmería anda mucho por el barrio, le hostigan a los soldaditos y no los dejan vender. Y mi hermano piensa que el que lo denuncia con los gendarmes soy yo. Nada que ver. Yo no le hago el trabajo a los gendarmes. Que investiguen ellos", indicó la mujer junto a su Peugeot 206 gris que, estacionado frente a su casa, recibió al menos dos impactos de bala la noche del martes. "Yo no quiero que me pongan custodia otra vez. Quiero que hagan algo con las denuncias y metan preso de una buena vez a mi papá y a «Toro»", agregó. La investigación del último ataque quedó en manos del fiscal de Flagrancia Germán Mazzoni.
Marisa tiene 43 años, es madre de seis hijos y tiene cuatro nietos pequeños. "Tengo terror que baleen la casa y que algún proyectil le pegue a mis nietos o a mis hijos. Mi nietito de un año y tres meses siempre está jugando en el auto agarrado al volante y si mirás, uno de los balazos de anoche pegó en el volante", contó compungida la mujer.
El principio del fin
Recordó que todo se descompaginó en su familia cuando en abril de 2015 allanaron su casa buscando drogas. Su hermano y su padre vendían en una vivienda contigua y en el momento de los allanamientos arrojaron una mochila con drogas y un arma al patio de su casa. "Se llevaron detenido a mi marido y tanto mi padre como mi hermano querían que él se hiciera cargo de esa mochila que ellos tiraron. Yo les ofrecí a los de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) abrir la casa de «Toro» para que allanaran. Pero no me dieron bola. Mientras hacían el acta en mi casa, «Toro» sacaba bolsas de la suya", recordó.El marido de Marisa recibió una condena de cuatro años por esa causa.
Como hace dos años, Marisa no tiene dudas de quiénes están detrás de los ataques: Carlos, su padre, y "Toro", su hermano. El primero ya tiene antecedentes por infracción a la ley antidrogas. El segundo, es un ex barra brava de Rosario Central que fue condenado a 12 años de prisión por el asesinato de Maximiliano Infante, ocurrido el 10 de enero de 2002 en Sarratea y Juan José Paso. Estuvo preso en Coronda hasta que en junio de 2006 la Cámara de Apelaciones anuló la sentencia por falta de pruebas. También es sospechoso de haber asesinado a Carlos Alejandro Paz, sindicado narco conocido como "Negro Cali", el 27 de julio pasado en su chatarrería de Schweitzer al 6800.
Hoy "Toro" se presenta como sucesor de Gustavo "Tuerto" Cárdenas, condenado a 9 años de prisión por el Tribunal Oral Federal (TOF) 2, junto a otras siete personas. En ese fallo, el Tribunal dispuso enviar a la Fiscalía Federal copias de la causa y de otro expediente en el cual hay una denuncia por violencia familiar realizada por Marisa.
La remisión tiende a saber quién es "Toro" y su rol en el mundo narco. "Quiero que ésto se solucione. Ellos tienen gente comprada y andan gritando por la calle «para eso pagamos». Pero en el barrio nadie los quiere porque son una bomba de tiempo", concluyó Marisa enojada.