La fiscalía a cargo de la investigación de la desaparición y muerte de Franco Casco determinó que la segunda exhumación del cuerpo se realice el 28 de marzo próximo, luego de que una pericia de ADN sobre muestras del cadáver realizada para establecer su identidad diera negativo al cotejarse con el patrón genético de su padre. De esta manera, se intentará determinar la verdadera identidad del cuerpo y si hubo o no manipulación de los restos.
El fiscal Guillermo Lega requirió ayer al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que realice el próximo jueves 28 la exhumación del cadáver de Franco Ezequiel Casco, que se encuentra en el Cementerio Municipal de Florencio Varela.
Casco, oriundo de Florencio Varela y de 23 años, apareció muerto en aguas del Paraná a fines de octubre de 2014, luego de permanecer detenido en la comisaría 7ª, último lugar donde hay constancia de su presencia con vida. El trámite del caso enfrenta a las partes en un pleito de posiciones antagónicas respecto a la verdad histórica del hecho.
La fiscalía federal estableció en agosto de 2017 que Franco murió por golpes y torturas en la comisaría y acusó por desaparición forzada seguida de muerte a treinta policías, posición con la que coincide la querella, que representa a los padres de Franco. Los treinta uniformados fueron procesados por el juez Carlos Vera Barros dos meses después pero en mayo pasado doce fueron desvinculados, por lo que serán 18 los que llegarán a juicio.
Las defensas rechazan enfáticamente que Franco haya sido víctima de homicidio, ya que sostienen que no hay pruebas, y afirman que tampoco existe evidencia de su desaparición forzada. Admiten que estuvo en la comisaría pero señalan que hay evidencia en video que lo muestra en libertad el 7 y 8 de octubre de 2014.
Frente a la incompatibilidad del ADN entre las muestras del cadáver de Franco y su padre Ramón —lo que implica ausencia de parentesco—, la querella sostuvo que el cadáver de Franco pudo haber sido cambiado. Ramón Casco solicitó el 7 de noviembre pasado la nueva autopsia para despejar definitivamente dudas sobre la identidad del cuerpo, la cual finalmente se realizará el próximo jueves 28.
El objetivo de la exhumación "es determinar si los restos corresponden al cuerpo de Franco Casco para desde allí determinar si hubo o no manipulación con el cuerpo", dijo Germán Mahieu, quien representa a César Acosta, policía de la comisaría 7ª que participó de la detención de Franco.