San Francisco (Córdoba).- "Perdoname, no la pude salvar" le dijo el ex basquetbolista Alejandro Bertotti a su suegra, Rita Ercole, horas después de la muerte de Natalia Vercesi. La mujer puso esa frase en labios de su yerno y comenzó a desgranar así los recuerdos sobre el frío y trágico atardecer del 8 de julio de 2009. Fue después de jurar como testigo junto a su esposo Juan Vercesi, el periodista Julián Medina y el policía Luis Cabrera. A su turno, cada uno de ellos narró su visión sobre los fatídicos hechos en la segunda jornada del juicio oral y público que se sustancia contra el mismo Bertotti y Leonardo Forti por el asesinato a puñaladas de Natalia Vercesi, la joven de 26 años embarazada de 6 meses.
Durante la mañana, ante la Cámara del Crimen y el jurado popular declararon siete personas sobre un episodio de abuso de armas por parte del coimputado Forti, causa que se incorporó al juicio. Y a las 15 se abrió el debate sobre los hechos centrales con la solicitud de la defensa de Bertotti, a cargo del abogado Marcelo Brito, de que se agreguen a la lista de testigos a todos los policías que estuvieron en la escena del crimen. A su turno, el defensor de Forti solicitó retirar al defendido de la sala durante las testimoniales de los familiares de la víctima y luego abrió la ronda de relatos el periodista local Julián Medina, quien supo de la participación de Forti en el caso antes que la Justicia y lo contactó con el fiscal Bernardo Alberione para que se entregue en Tribunales.
Cerca del yerno.Luego fue el turno de Rita Ercole, quien se sentó a muy corta distancia de su yerno y principal acusado, Alejandro Bertotti. El muchacho la observó durante toda su exposición con mirada intensa y persistente. Con firmeza en su voz, la mujer relató que se enteró de la muerte de Natalia de boca de su esposo cuando salía de una farmacia y que creyó, como la mayoría, la primera versión de los hechos: que habían entrado a robar dos individuos encapuchados y que uno de ellos ultimó a Natalia.
"Al tercer día me enteré cómo fue la horrenda muerte de mi hija", dijo la mujer, que se mantuvo estoica hasta que declaró su esposo y recién allí se quebró, cuando ya era parte del público. También explicó que el domingo posterior al asesinato, cuando se entregó Forti, Alejandro le dijo que lo conocía. "Aseguró que fue a la casa de Forti porque se estaba por meter en un negocio. Después dijo que se vio con él para buscar una ganancia. No explicó de qué negocio se trataba, pero creo que hablaba de drogas", sostuvo Ercole.
"Después Bertotti dijo que Forti estaba drogado, que se subió a su auto y que bajo amenazas le exigió dinero. Nunca explicó con qué lo amenazó. Entonces Alejandro le mencionó que tenía el dinero en la casa y fueron hacia allá. Tampoco contó qué pasó dentro de la vivienda (donde mataron a Natalia) y no supo precisar por qué calles llegó", relató la mujer.
Luego opinó que la relación matrimonial de su hija transcurrió sin sobresaltos. "Nunca vi nada raro. Por lo menos en mi presencia siempre fue muy buena", explicó Ercole, y aseguró que el embarazo de Natalia fue buscado por los dos integrantes de la pareja. También dijo que su hija tenía un carácter más impulsivo y que Bertotti era "demasiado calmo".
Finalmente agregó: "Mi yerno me llamó por teléfono cuando encontraron la navaja y los guantes en el techo de una casa vecina a la de ellos y me dijo «por fin encontraron el arma. Ahora se sabrá quién fue el asesino»".
Un hijo querido. Juan Vercesi testimonió a continuación cómo fue aquella tarde fatídica en que mataron a su hija. Mientras compartía un café con los amigos en el bar de la terminal de ómnibus, su yerno lo llamó al celular y le dio la noticia sobre el supuesto asalto. "Salí corriendo y volé con la camioneta. Cuando llegué, Bertotti estaba en la puerta de la casa y se quejó de que la ambulancia no llegaba. Antes de que entráramos a la casa llegaron los paramédicos, entré detrás de ellos y vi a mi hija en el suelo. Enseguida me di cuenta de que estaba muerta".
Después, el hombre reforzó lo que antes había dicho su esposa. "Natalia tenía un temperamento vehemente y a Alejandro nunca lo sentí elevar la voz", expresó. Y agregó que después del nacimiento de su nieta Julieta (hija de Natalia y Alejandro), su hija perdió un embarazo y su yerno la llevó a Córdoba para hacer un tratamiento que culminó con la gestación de seis meses que cursaba en el momento de su crimen.
"Nunca hubo agresiones en la familia de mi hija. Ella me lo hubiera confiado", dijo convencido Vercesi, quien en todo momento describió una relación de suma confianza con Natalia. Luego explicó que acompañó a Bertotti a Córdoba para buscar la asesoría de José Buteler, hecho que describe otro rasgo llamativo del caso: la familia de la víctima apoyó al principal sospechoso durante mucho tiempo después de lo acontecido.
Como cierre de la jornada declaró el policía, Luis Cabrera, quien recibió el llamado de Bertotti en el 101. "Quiero una ambulancia porque nos asaltaron. Mi mujer está en el suelo, creo que muerta", aseguró que le dijo Bertotti. Tras ello, el uniformado dijo que auqella noche "llegué al lugar 20 minutos después del llamado y me asignaron a cuidar la puerta de la vivienda. Entonces escuché partes de la conversación que Bertotti tenía con su padre y su suegro. Se ensuciaba la remera con la sangre que le salía de la nariz y después, sobre el final del procedimiento, le pidió a la policía que se retire porque se quería bañar y cambiar de ropa".
La defensa de Bertotti fue la que más tiempo demandó a los testigos y los indagó en profundidad. En numerosas oportunidades preguntó sobre el desempeño del fiscal Alberione, quien investigó los hechos. Esto deja entrever que en el trámite del proceso surgirán planteos relacionados con la incorporación de pruebas y contradicciones vertidas en el recinto.
Mientras la fiscalía a cargo de Víctor Pezzano está centrada en asegurar argumentos que fundamentan la participación de los dos imputados en el crimen, la defensa de Forti solidifica la teoría de que su defendido, aunque estuvo en la casa la noche del crimen, no causó la muerte de la mujer embarazada.