En el primer juicio oral y público realizado bajo el nuevo sistema penal santafesino, el juez Hernán Postma absolvió a Emanuel Federico Lator, alias "Ema caravana", quien estaba acusado de resistencia a la autoridad, abuso de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra. El magistrado consideró la "estricta aplicación del principio de la duda razonable" y dispuso su libertad. Además, ordenó que se investigue el accionar de los policías que detuvieron al joven al presumir que hubo irregularidades en ese procedimiento.
El juicio se inició el 8 de agosto y como testigos estuvieron principalmente los policías que apresaron a Lator (presente ayer en la sala) en un hecho cuyos detalles depararon un intenso contrapunto entre las partes por los datos volcados al acta oficial, algo que fue determinante en la decisión absolutoria.
El imputado cargaba con la responsabilidad de ser el presunto autor del homicidio de Matías Alberto Cano, ocurrido el 14 de noviembre de 2013 en Pasaje 1814 y Doctor Riva. Por eso "Ema caravana" fue detenido en marzo de este año y sobreseído dos meses después al no encontrar el juez pruebas para imputarle el crimen. Pero en el acto de detención se originó el legajo por resistencia a la autoridad y portación de armas por el cual ahora fue absuelto.
Perseguido. Según la crónica de entonces, el muchacho era observado por agentes de la Brigada de Investigaciones en el marco de la pesquisa por el asesinato y al verlo subirse a un Peugeot 206 junto a una mujer y sus dos pequeños hijos, frente a su vivienda de Felipe Moré al 3900, empezaron a seguirlo.
Minutos después se pusieron a la par del Peugeot y "Ema caravana", dijeron los pesquisas, sacó un revólver calibre 38 largo con el que disparó contra el patrullero. Sin embargo, en un operativo cerrojo el auto del fugitivo chocó contra tres vehículos particulares poniendo fin al escape en avenida de Circunvalación y Juan B. Justo.
Lator contó con la asistencia de los defensores Adrián Ruíz y José Ferrara, quienes no dudaron en ir a juicio sin ninguna instancia previa ya que consideraron que "pese a ser un caso en flagrancia —lo que implica que estaba teóricamente probada la resistencia y el uso armas— había una cantidad de irregularidades, omisiones y errores en la causa", expresó Ruiz.
Las fiscales Marisol Fabbro y Juliana González expusieron sus argumentos, aunque para los defensores no estaba todo tan claro: "El caso fue una suma de irregularidades. Se plantó un arma y ni siquiera los testigos aportados por la parte contraria (agentes de la ex Brigada de Homicidios) pudieron ponerse de acuerdo en la existencia de ese arma y en la balacera que teóricamente sucedió".
Al ser absuelto Lator, el mismo tribunal "ordenó que se investigue a los policías que intervinieron en la detención", según dijo Ruiz a La Capital. El defensor pudo comprobar durante el juicio que "Lator fue detenido con una orden judicial vencida, que los policías buscaban el arma con la que habían dado muerte a Cano y hallaron una que no correspondía, que plantaron un revólver 38 Orbea antiguo que Lator no uso ni disparó y que los agentes estaban en un auto que no era oficial por lo que mi cliente pensó que lo iban a asaltar y por eso escapó", sintetizó el letrado.