Lucas Ezequiel Escalada era un muchacho de barrio, el décimo hermano de una familia desmembrada. La zona oeste era su lugar y la calle Riobamba la que más había recorrido en sus 22 años de vida. Un muchacho al que le gustaba "esa camisa floreada, que amaba a sus sobrinos y a nuestra hija" y al que "mataron como a un perro", contó Marisol, su mujer. Es que a Lucas una bala 9 milímetros le partió el corazón la tarde del domingo 22 de junio mientras caminaba con su hermana por Felipe Moré y Ocampo. Y según parece, lo confundieron con su hermano, apodado "El carnicero" y muy mal visto en el barrio. Al informar sobre su muerte, la policía habló de un antecedente penal por robo, pero "él nunca tuvo documentos" y la anotación no fue más que un error administrativo que le costó varios problemas y angustias.
Lucas vivió su infancia y adolescencia en Riobamba al 5600 aunque desde hace cuatro años compartía junto a su mujer Marisol una casa en Riobamba al 5300. Allí fundó una familia y tuvo su única hija, que ayer cumplió 22 días.
Confusión. Cuando lo asesinaron, desde Jefatura se dijo que tenía un antecedente penal por el robo de una cartera en Rouillón al 4000 en el año 2011. Pero según su familia eso se produjo porque un hermano de Lucas, Jonathan, cayó preso por ese hecho y dio a la policía el nombre de su hermano sin presentar un DNI que lo acreditara. Eso hizo que Lucas quedara registrado en el prontuario sin un número de documento específico. Por eso al morir, cuando la familia dio el nombre de Lucas a la policía, saltó la causa que le habían adjudicado.
El enredo se agravó ya que Lucas fue un indocumentado toda su vida y así murió. Pasó su infancia, su escuela hasta 8º grado y sus primeros trabajos como changarín en el Mercado de Concentración y como peón de albañil con su partida de nacimiento. Su hermana Natalia, que estaba con él cuando murió, tiene una versión llana de esa historia.
"Eramos diez hermanos: siete varones y tres mujeres. Los primeros tienen el apellido de mi papá, Nieri; y los últimos los de mi mamá, Escalada. Pero ella no pudo anotarlos por esas cosas de la vida. Así que Lucas quedó sin anotar hasta los 22 años", explicó Natalia.
El joven vivía con Marisol desde hacía cuatro años. "Tuvimos una hija y yo necesitaba que él tuviera documentos para anotarla y para cobrar los planes sociales. Entonces empecé hace un par de años los trámites para que le dieran un DNI de los que llaman tardíos. Cuando él se presentó para anotarse, en 2011, saltó el antecedente del hermano y me fui a Tribunales, a Fiscalía, a Defensoría del Pueblo y a todos los lugares en los que certificaron que él no tenía ningún antecedente, que el hermano había mentido y no le pidieron DNI. Este trámite es necesario tanto para tener un trabajo en blanco como para anotar a mi hija y entrar en los planes sociales", dijo la mujer mientras amamantaba a su pequeña beba. Y cuenta por tercera vez que Lucas ya tenía un ofrecimiento para entrar a una fábrica de aberturas de aluminio.
Lucas trabajaba con un vecino como aprendiz de albañil. "Era un muchacho bueno, que le gustaba andar bien vestido, perfumado y era responsable", contó la esposa de su patrón.
El último día. Muchos en el barrio lo querían. "Tenía amigos que iban de los 4 años a los 70. Al velorio fueron todos, lloraron y maldijeron porque no merecía morir así", dijo Marisol en una melopea que no encuentra respuestas y se consuela al decir que "al menos tuvo su documento cuando murió, por que al otro día le llegó a mi casa". Y sentenció: "El cayó en la calle con una bala en el pecho y nunca supo por qué lo mataron, no entendió nada y a mi eso también me desespera".
La tarde en que Lucas terminó tirado en medio de la villa Urquiza se dieron una serie de hechos. El día anterior había estado en el cumpleaños de su patrón y para llevar algo y no caer sin regalos le había pedido 50 pesos a un amigo. La tarde del domingo iba a devolver ese dinero acompañado de Natalia.
"Ibamos caminando por Felipe Moré, paralelo a la vía, y cuando cruzamos por Ocampo apareció éste tipo y sin decir nada le tiró dos tiros. Lucas cayó enseguida, con la cabeza a un costado y parecía dormido. Temblaba un poco y no supe si le habían pegado hasta que llegó Marisol y le vimos la aureola de sangre en el pecho", contó Natalia.
Otra mujer que conocía a Lucas desde hace años arriesga una hipótesis para la muerte del muchacho. "Lo confundieron con otro hermano de él, con «El carnicero», y fue por una venganza. O lo quisieron matar para vengarse o lo confundieron", dijo sin más explicaciones.
La familia Escalada no tiene quejas sobre el desempeño de la policía. "Desde un primer momento estuvieron acá. Vienen y nos preguntan cosas y sabemos que ya encontraron el arma que mató a mi marido", dijo Marisol.
En las calles del barrio circulan nombres y apelativos y son muchas las hipótesis sobre la muerte de Lucas Ezequiel Escalada. Todos dicen saber quién fue el tirador aunque no lo expresen y cuentan que no estaban en el lugar o que no vieron ni escucharon nada aunque haya sido un domingo, aunque el barrio viva en las veredas y todo se sepa.
El lunes 23 de junio, el día posterior a su muerte, Lucas recibió en una oficina de correos su documento, el DNI número 19.023.985. Pero ahora sólo será útil para su certificado de defunción.