Mario Antonio Resta tiene 46 años y el último jueves de abril dijo en una audiencia oral y pública que trabajaba como ayudante de carnicería y remisero. Había sido arrestado tres día antes, en el marco de una decena de allanamientos que depararon en varias detenciones, como el líder de una asociación ilícita dedicada a cometer robos y escruches en Rosario y localidades vecinas. Por eso el juez José Luis Suárez le dictó prisión preventiva sin plazo. Pero ésta no es la primera vez que termina en un calabozo. Su historial delictivo lo convirtió en un "viejo hampón" con un par de condenas purgadas, una de ellas por homicidio. Y todo hace presumir que deberá pagar una nueva pena por las imputaciones que le hizo la fiscal de Investigación y Juicio Viviana O'Connell.
Aunque su historia delictiva se remonta a su juventud, su nombre trascendió hace una década cuando, con dos pedidos de captura sobre su espalda, fue detenido por la policía en el mismo barrio Godoy donde cayó el mes pasado. Fue el 29 de agosto de 2006 cuando lo sorprendieron con un cómplice y les secuestraron tres armas de fuego, municiones, capuchas y un recorte del diario La Capital que daba cuenta del golpe a una financiera de la ciudad de Santa Fe ocurrido una semana antes. Si bien no había una imputación formal sobre Resta por ese atraco, voceros de la Unidad Regional I vincularon a los detenidos con el asalto por el cual en la capital provincial hubo cinco apresados.
Aquel penúltimo día de agosto de 2006, con una orden de la entonces jueza María Luisa Pérez Vara, los policías de Investigaciones allanaron una casa de Rivarola al 7100 donde secuestraron una pistola calibre 11.25, dos revólveres calibre 38, proyectiles de distintos calibres, capuchas, un mapa de la zona sur de Rosario y el recorte periodístico del golpe a la financiera First Trust Brokers de Santa Fe, de donde se llevaron 32 mil pesos.
Por entonces Mario Antonio Resta tenía 36 años y había cumplido una condena de 16 años de prisión por matar a un hombre e incinerarlo. Ya en libertad, volvió a caer preso en 2001 por asaltar una embotelladora de Brasil y Derqui, y una cooperativa de la localidad de Luis Palacios.
Según la policía, Resta salió en libertad en junio de 2006, dos meses antes de volver a ser detenido por el acopio de armas. Quien estaba con él era Fernando Balbi, quien tenía 26 años y sobre el que pesaban dos pedidos de captura de 2002: uno de la Justicia federal por drogas y otro por robar una cerealera de Alvear.
El chofer. En octubre de 2012 Resta volvió a las crónicas policiales. Fue por un hecho ocurrido el 10 de enero de 2011 cuando un par de delincuentes robaron 5 mil pesos de una pollería de la zona sur y, ante la mirada de vecinos, huyeron en un Volkswagen Pointer bordó que los esperaba en las cercanías. Un día más tarde la policía interceptó ese vehículo y apresaron a sus cuatro ocupantes. El conductor era Mario Antonio Resta, quien fue identificado por testigos y en virtud de esa y otras pruebas el juez de Sentencia Gustavo Salvador lo condenó a 3 años de prisión efectiva. Sin embargo esa pena fue unificada con la que le habían dictado por portación de armas a 16 años de prisión condicional y entonces terminó penado a pasar tras las rejas 19 años y 10 meses.
El hecho que le imputaron entonces ocurrió en la pollería ubicada en Juan Manuel de Rosas 3296, donde Marta V. estaba con su consuegra Lucía G. y su sobrino Water D. mientras el local, contiguo a su vivienda, se hallaba cerrado. En un momento escucharon ruidos y Lucía se asomó para ver si algo pasaba con la moto de Walter, que estaba en la vereda. Entonces un hombre la sorprendió y, a punta de pistola, la obligó a reingresar a la casa.
Con él entraron al menos otros dos, así que Marta y sus familiares escaparon hacia el fondo. Los delincuentes se apoderaron de 5 mil pesos que había sobre una mesa y huyeron en un VW Pointer bordó patente BHG 775 en el que los esperaba un cuarto hombre.
Mientras buscaban al dueño del auto, la noche del 11 de enero personal de Investigaciones detectó el vehículo en 27 de Febrero y Laprida. Al pretender identificar a sus ocupantes se inció una persecución, que incluyó un par de tiros, hasta Amenábar y Esmeralda. Resta iba al volante.
Al declarar ante la Justicia, Resta adujo que el día y a la hora del robo estaba en su casa con su madre y su hermana, y que el VW Pointer estaba roto y estacionado allí. Que recién al día siguiente (la fecha de su detención) pudo comprar el repuesto por lo que estuvo arreglando el auto con un amigo hasta que a las 22 fueron a comer a un carrito de 27 de Febrero y San Martín, donde se encontraron con dos conocidos. "Decidimos dar unas vueltas e ir a un privado, pero me detuvieron", manifestó.
Resta, quien entonces gozaba de libertad provisional, agregó que días antes de su arresto había sido interceptado por agentes de Investigaciones que lo identificaron. "Les dije que hacía tres meses que había recuperado la libertad y uno de ellos me dijo que en cualquier momento me iba a hacer cagar para que vuelva adentro", contó el acusado.
Por ese robo Resta fue procesado como partícipe necesario de robo calificado por uso de arma y el fiscal pidió 6 años de prisión, la declaración de reincidencia y la unificación de la pena con la de 16 años y 10 meses que le había impuesto el juzgado de Sentencia 6. Por su parte, la defensa hizo un planteo absolutorio y pidió que se lo juzgara por robo simple.
Lo nuevo. Resta volvió a caer el pasado lunes 25 de abril en una saga de allanamientos tendientes a desbaratar una banda de ladrones de propiedades en Rosario y localidades vecinas. Los operativos fueron el resultado de una investigación iniciada en octubre pasado por las fiscales de Investigación y Juicio Viviana O'Connell, Georgina Pairola y Gisella Paolicelli, de Rosario; y sus pares de Casilda Marianella Luna y Lorena Arone.
Los allanamientos fueron realizados por 150 efectivos de la PDI, la TOE y la Unidad Regional II. En Rosario se hicieron procedimientos en Rivarola al 7100, Ayacucho al 4000, Pellegrini al 5000, San Jerónimo al 400, Uruguay al 4200, Humberto Primo al 5700 y Chacabuco al 2100. En Zavalla se allanó una casa de Chacabuco al 2100, otra de Crespo al 2300 y finalmente un domicilio de Pueyrredón y 25 de Mayo. También hubo procedimientos en Villa Gobernador Gálvez.
En los operativos se incautaron cinco vehículos con pedido de secuestro, autopartes, armas de fuego, handys conectados a la frecuencia policial, chalecos que utilizan efectivos policiales, joyas, celulares, computadoras, herramientas para adulterar guarismos de autos y 100 mil pesos.
Nombres y roles. Los detenidos, aparte de Resta, fueron Romina Soledad Machuca, de 28 años y hermanastra del prófugo líder de la banda de Los Monos "Monchi" Machuca; Jesús "Ruly" Acosta, de 28 años, remisero y mecánico; Rogelio Sequeira, un jubilado de 71 años (ver página 39); Natalio Pieroni, de 39 años; y Aldo Vallejos, de 37 años, estos dos mecánicos de Zavalla.
En una audiencia realizada tres días después en Casilda, Resta y Sequiera fueron acusados por el robo a la joyería Cantarini, ocurrido el 26 de marzo en esa localidad, donde al menos seis hombres redujeron y maniataron a las víctimas y robaron un grueso botín.
Ese mismo día, en Rosario, el juez José Luis Suárez escuchó en Rosario las imputaciones contra el grupo al que se la achacan entre otros hechos el robo de 250.000 pesos a una inmobiliaria de Rondeau 1304 el 12 de febrero pasado; el atraco a la rotisería Noelia, de donde se llevaron 50 mil pesos el 29 de enero de este año; una entradera en pasaje Wilson 2888 del 14 de marzo donde robaron un Ford Focus usado en el asalto a la joyería de Casilda y 8 mil pesos.