"El violador que está preso no lo hizo solo. Estamos seguros de que lo ayudaron y queremos que esos también paguen por lo que pasó". Familiares y vecinos de Milagros Sánchez, la adolescente de 14 años que apareció asesinada en un zanjón de Nuevo Alberdi la noche del viernes y luego de estar dos días desaparecida, cargaron ayer contra la concubina y un tío del principal sospechoso, a quienes acusaron como cómplices del homicidio de la menor.
En tanto, fuentes allegadas a la investigación que encabeza el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Miguel Moreno, aseguraron que "por el momento no hay elementos que indiquen la participación de más personas en este hecho". Y expresó que la autopsia realizada sobre el cuerpo de la menor en el Instituto Médico Legal pudo determinar los motivos de la muerte. No obstante, extraoficialmente se supo que la chica no presentaba lesiones de armas blancas o de fuego, y tampoco golpes fuertes en la cabeza.
Por el crimen de Milagros está preso Juan P., un joven de 25 años con antecedentes penales y en libertad condicional que en las próximas horas será imputado en una audiencia oral y pública por los delitos de tentativa o abuso sexual y homicidio calificado.
Aberrante. Luego de dos días de búsqueda, el cuerpo de Milagros apareció al anochecer del viernes en un zanjón ubicado a no más de 30 metros de la casa de su abuela Nélida, donde se crió, en el cruce de la calle Grandoli con el canal Ibarlucea, en el extremo noroeste de la ciudad. Estaba atado con alambres, envuelto con plásticos y frazadas, y en avanzado estado de descomposición.
"Era una chica muy alegre, se daba con todos. Iba a la escuela del barrio, yo le decía siempre que estudiara así algún día iba a conseguir un buen trabajo", la recordó ayer una tía con una sonrisa. Mientras su abuela, en diálogo con este diario, remarcaba que la adolescente "no salía, no fumaba, no se drogaba".
El cuerpo de Milagros fue hallado a escasos metros de una precaria vivienda donde un hombre conocido como Dante fabrica ladrillos desde hace varios años. Hace unos tres meses en ese lugar estaba viviendo un sobrino de Dante con su concubina, quienes según los vecinos llegaron desde Capitán Bermúdez. Y agregaron que el muchacho estaba con libertad condicional tras pasar un tiempo preso por una violación.
La última vez que en el humilde barrio semirrural vieron a Milagros fue el miércoles al mediodía. A un familiar le llamó la atención que la chica estuviera golpeando la puerta del rancho de Juan P. "Yo tengo un quiosco y él venía a comprar siempre. Se ve que así entró en confianza con mi nieta", se lamentaba ayer Nélida, en medio de su pesadilla.
Al no saber nada de la adolescente, su familia hizo una denuncia por averiguación de paradero en la subcomisaría 2ª que tiene jurisdicción en el barrio. Pero la labor de la policía lejos estuvo de conformar al vecindario, según se oía ayer de la boca de muchos de ellos. "Vinieron con una linterna, miraron un poco y se fueron. Si no fuera por los vecinos no sé si la habrían encontrado", decía ayer la abuela.
Mientras la chica era buscada crecía entre sus allegados la presunción de que Juan P. estaba vinculado con su desaparición. Y el jueves a la tarde fue atacado por la gentes del barrio y arrestado por agentes de la subcomisar´´ia 2ª, según una versión, poco antes de que resultara linchado. "Le preguntábamos si tenía algo que ver y él negaba todo", recordó una mujer.
Elementos. "El estado de descomposición del cuerpo hace que se complique establecer algunas cosas mediante la autopsia, como por ejemplo la causa precisa de la muerte y si el abuso sexual se consumó o no. Es probable que haya que complementar la autopsia con otros estudios más profundos", explicaba ayer a la tarde una fuente judicial vinculada con la investigación.
Y en ese orden, se supo que el cuerpo no tenía heridas de armas blancas o de fuego, tampoco golpes fuertes en la cabeza y era imposible comprobar si hubo abuso por el estado de descomposición del cadáver.
Sin embargo, eso no despejaba el panorama para el hasta ayer único sospechoso del aberrante crimen. "Hay elementos para imputarlo por homicidio calificado y un abuso o tentativa de abuso sexual", explicó el vocero consultado. Y confirmó lo dicho por los vecinos y familiares de Milagros, que Juan P. estaba cumpliendo libertad condicional por una condena que vence en mayo próximo por tentativa de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de armas.
Conjeturas. En este contexto, ayer los vecinos no exhibían dudas acerca de la culpabilidad de Juan P. Incluso pretendían que la policía arreste a su concubina y a su tío, quien EM_DASHsegún decíanEM_DASH era el encargado y garante de firmarle los papeles relacionados con su libertad condicional.
A las primeras conjeturas se iban sumando otras conforme llegaban más datos sobre lo ocurrido. Pasado el mediodía un familiar comentó que la autopsia había establecido que la chica había muerto el jueves, es decir un día después de su desaparición. "Si fue así ella estuvo como medio día en esa casa antes de que la mataran", señalaba una vecina. Y otra mujer agregaba que "si la policía nos hubiera dado bolilla desde el principio a lo mejor la encontraban viva".
Lo cierto es que hasta ayer a la noche no había mucho margen para más que conjeturas entre los familiares y allegados a Milagros, que sólo sabían que por el estado del cuerpo no sería posible velarla. "La van a llevar directamente desde el Instituto Médico Legal al cementerio", se iban comunicando los vecinos mientras hacían equilibrio entre el dolor más profundo y un reclamo de justicia que apenas servirá como consuelo.