Luego de la desenfrenada persecución en zona sur entre varios móviles policiales y un Volkswagen Up que terminó con Manuel Alejandro Medina, de 32 años y David Ezequiel Campos, de 28, muertos por balas policiales, el fiscal Adrián Spelta solicitó al Ministerio de Seguridad que "mientras esté la investigación en curso los agentes no realicen tareas de calle". En tanto desde esa cartera se iniciaron actuaciones administrativas sobre algunos agentes que intervinieron en el incidente y se entregaron a la Justicia las armas reglamentarias utilizadas. El secuestro del armamento, escopetas y armas de puño, fue una de las primeras medidas solicitadas por el fiscal en una causa donde la versión oficial del enfrentamiento fue controvertida por vecinos que hablaron de una doble ejecución.
Según trascendió ayer, los siete agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) y los once del Comando Radioeléctrico involucrados en la balacera quedaron demorados la tarde del viernes en dependencias de la División Judiciales. Luego fueron libertados a la espera de las acciones que lleve a cabo la cartera de Seguridad. En ese sentido, voceros de la Fiscalía indicaron que Spelta recomendó como "sugerencia preventiva" que los uniformados no sean afectados a diligencias en territorio mientras dure la pesquisa.
La persecución policial de casi media hora, entre las 11.30 y las 12 del viernes, comenzó en la intersección de Grandoli y Lamadrid cuando efectivos de la Brigada Motorizada intentaron detener en un control de rutina al Volkswagen Up para identificar a sus ocupantes. Tal vez por miedo a que les sacaran el vehículo, ya que aparentemente los jóvenes estaban alcoholizados, eludieron el control y fugaron hacia el sur a toda velocidad. El auto era de Campos pero manejaba Medina.
Los ocupantes del VW escaparon hasta la zona del Mangrullo, entraron a Pueblo Nuevo, hicieron unas cuadras, volvieron a Circunvalación, bajaron en bulevar Oroño y avanzaron hacia el oeste por calle Cazadores. A la altura de Callao al 5700 fueron interceptados por una camioneta y, luego de un presunto enfrentamiento terminaron con más de cinco disparos cada uno. Fallecieron en el acto.
Según el acta oficial y las primeras declaraciones a la prensa del fiscal, las muertes ocurrieron durante un enfrentamiento: "Desde adentro del auto salen dos disparos y la policía repele la agresión". El fiscal pidió en ese mismo momento el dermotest de las víctimas, de los policías y el relevamiento de material para la causa.
Sin embargo, distintos testigos expresaron que no hubo intercambio de disparos:"El airbag se abrió y le dio a uno de los pibes. Parecían borrachos pero la policía bajó de la chata, los rodeó y les tiraron. Serían unos siete u ocho los policías", dijo uno de ellos. Otro aseguró que "los rodearon a los gritos y empezaron a disparar. Los cosieron a tiros. No se vio que nadie disparara desde adentro".