Mientras se encuentra internado en grave estado con ocho balazos en distintas partes de su cuerpo, este miércoles se supo que el joven de 27 años herido el lunes pasado en Riobamba y Servando Bayo —hecho en el que fue herida una mujer de 35 años— no era Lucas G. como él mismo se había identificado sino Franco “Tati” G. La diferencia radica en que éste estaba siendo buscado por al menos un homicidio y es investigado en otros tres expedientes por asesinatos.
Franco G. fue baleado el lunes al mediodía cuando al una persona ingresó a un pasillo de Servando Bayo y Riobamba y le dispararon varias veces. El hecho tomó más trascendencia porque también fue herida Rosa Elisabet N., de 35 años y madre de Kevin Nieri, un adolescente asesinado el 2018 en un doble crimen por el cual fue recientemente condenado Claudio “Morocho” Mansilla, el único que se mantiene prófugo de los ocho presos que huyeron de la cárcel de Piñero en junio pasado.
En principio no se descartó que la mujer pudiera ser destinataria del ataque, ya que se terminó concretando en su casa. Sin embargo luego cobró más fuerza la hipótesis que la situaba en el medio de un tiroteo al que era ajena, ya que el o los agresores estaban persiguiendo al joven. Al respecto, horas después del ataque dos muchachos fueron apresados con armas en el mismo pasillo y se investiga si fueron los tiradores que hirieron a G. y a Rosa.
En el hospital
Luego del ataque, la mujer fue trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) en un auto particular. En la guardia le diagnosticaron una herida de arma de fuego en el glúteo izquierdo y otra en el muslo, pero quedó fuera de peligro. Rosa N. contó a los investigadores que estaba esperando un remís, salió de su casa y dejó la puerta abierta. Justo en ese momento vio correr hacia ella a un joven y a otro que lo perseguía con un arma. Entonces el perseguido la empujó y se metió en su casa, mientras su perseguidor comenzó a dispararle. Así resultaron heridos tanto la mujer como G.
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Por su parte G. también ingresó por su cuenta al Heca cuando dos hombres lo trasladaron en una moto Honda Wave roja que lo dejaron en la guardia. Allí dijo llamarse Lucas G. antes de ser pasado a quirófano con tres balazos en el abdomen, dos en la zona dorsal, uno en antebrazo y otros dos en cada muslo. Fue cuando salió el del quirófano que personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) intentó entrevistarlo y entonces lo reconocieron como Franco “Tati” G., más allá de que él insistió en que se llamaba Lucas.
Ante la duda el fiscal de Homicidios Ademar Bianchini ordenó que fuera identificado por personal idóneo en dactiloscopia y este miércoles fueron a tomarle las muestras para confrontarlo con los archivos. Así, se estableció que el joven herido tenía prontuario abierto y se trataba de Franco G., con pedidos de captura por distintas investigaciones de los fiscales de Homicidios Georgina Pairola, Gastón Avila y Alejandro Ferlazzo.
Fuentes policiales indicaron que G. es investigado por Ferlazzo por el homicidio de Brian Calegari, de 28 años, asesinado en abril pasado en Sanguinetti y Espinillo. Por su parte Avila lo tiene mencionado en la pesquisa del crimen de la remisera Vanesa Hernández, también en abril, en una emboscada en el kilómetro 6 de la ruta 14 cuando remolcaba el auto en el que familiares de un preso de Piñero lo habían ido a buscar a la cárcel luego de cumplir la pena. Otra investigación en la que está mencionado Tati es un hecho de 2017 que investiga Pairola.