Un presunto caso de violencia de género salió a la superficie ayer durante la audiencia imputativa contra una mujer de 27 años que el domingo, luego de una acalorada discusión, hirió en el abdomen a su pareja con un cuchillo. "El me secuestró durante una semana y me violó, por eso nació mi tercer hijo", declaró la acusada para ilustrar la tormentosa relación. Ayer fue imputada de "tentativa de homicidio agravado por el vínculo".
Bajo lo que que parecía ser un hecho de agresión lisa y llana emergió una sórdida realidad que tiene como protagonistas a una pareja con tres hijos en común, una relación surcada por desavenencias, concubinatos temporarios y señalamiento de maltratos.
Stella E. ingresó ayer la sala de audiencia de Tribunales en condición de detenida y acusada de intentar matar a su pareja, identificado como Sebastián P. El incidente, que pasó desapercibido en las crónicas policiales, ocurrió el domingo a las 16.30 en una vivienda de Pisco 290, una calle que se extiende apenas una cuadra encerrada por Matorras y Uspallata, en la zona norte de Rosario. Allí la pareja convivió hasta hace poco.
La mujer, que ahora reside con su madre en Olivé al 2000, se dirigió hasta a su antigua casa a buscar una muda de ropa limpia para su hija melliza, con quien había decidido dar un paseo. Un rato antes la niña llegó al lugar enviada por su madre y con la misma premisa, pero el progenitor le negó las prendas y exigió la presencia de Stella.
Intencional. Ese fue parte del relato introductorio que hizo la mujer tras escuchar la acusación de boca del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, quien le achacó el delito de "homicidio agravado (por el vínculo) en grado de tentativa" en una audiencia presidida por la jueza Raquel Cosgaya.
Según el titular del Ministerio Público, la mujer le asestó una puñalada en el abdomen a Sebastián de manera "intencional" con un cuchillo marca Tramontina de 25 centímetros de hoja, y tras mantener una discusión. Fundamentó la imputación en el acta policial de la comisaría 10ª, en el secuestro del cuchillo con rastros de sangre que la mujer dejó en la casa de su madre, y el relato de un testigo directo.
El hombre permanece internado en el Hospital de Emergencias con pronóstico reservado pero estable, según consignó Spelta.
En su defensa, y al hacer uso de la palabra, Stella aportó aspectos sensibles que, antes de ubicarla como victimaria, la pusieron en la vereda opuesta. Y que habrían sido los desencadenantes de la conducta adoptada contra su marido, con quien tiene hijos mellizos de 9 años y un tercero de 1 año y diez meses.
"Fui hasta la casa porque no le quería dar la ropa a la nena. Cuando entro, él estaba acostado en una habitación y desde ahí me dice «¿qué pasa negra?», y me recriminó que el fin de semana no le llevé el nene menor para que lo viera. Yo le dije que era porque él estaba tomando (alcohol) desde temprano, lo mismo que hizo la semana anterior. Ahí me tira a la cama, me levanto y me vuelve a tirar. Y me dice que me vaya porque me iba a matar", describió la mujer.
Forcejeo. El instante en el que le aplica el cuchillazo quedó circunscripto a un forcejeo luego de que ella lograra salir de la habitación hacia el comedor. Pero el hombre la volvió a tomar del brazo y obligó a la intervención de una tercera persona que estaba en la casa. La mujer tomó el arma blanca y la lanzó sobre el cuerpo de Sebastián. "Yo no me di cuenta de que lo herí, el tenía un buzo y no había sangre", explicó.
Luego, relató que se fue a la casa de su madre, donde dejó el cuchillo y se fue a pasear con su hija y una amiga. Más tarde, y ante la presencia policial, su madre la llamó por teléfono para que se presentara con urgencia.
Más adelante puso en evidencia aspectos más sensibles de su intimidad. "El me violó hace cinco años, cuando festejamos el cumpleaños de nuestros hijos mellizos. Y la última vez fue en 2012, que me encontró en la calle y me secuestró una semana. De ese abuso nació mi hijo chiquito", expresó la mujer sin precisar fechas pero con la voz entrecortada por el llanto.
Cuando Spelta le preguntó si realizó las denuncias, Stella dijo que la primera vez fue al Centro de Asistencia a la Víctima de Delitos Sexuales, pero el segundo hecho no lo reportó. "Cuando venía a Tribunales el expediente desaparecía, a él nunca le dijeron nada".
Luego recordó que el vínculo se gestó en 2003, que en 2004 el hombre le pegó y se fue a vivir con una amiga en Villa del Parque, pero volvió a convivir entre 2005 y 2007. En el último tiempo resolvió volver a la casa de la madre, donde reside en la actualidad.