A fines de 2011 un fiscal de Cámaras de Rosario, Guillermo Camporini, encendió una luz de pesimismo sobre el porvenir de los juicios por delitos en el nuevo sistema penal. Aseguraba que la policía provincial es inoperante para investigar y que por ello es alto el número de delitos que no se resuelven. También mencionó la alta corrupción policial. Por último señalaba que la ineficacia policial en la instrucción de los casos arrastraría a los fiscales que tienen la misión de acusar en base al trabajo inicial de esta fuerza de seguridad.
El ministro de Justicia de Santa Fe, Juan Lewis, entiende que en el discurso de Camporini hay piezas dislocadas. "El problema es que habla como si no tuviera responsabilidad en lo que critica", dice, recordando que este alto funcionario es un actor clave en la acusación, y que las causas por delitos económicos de la policía que prescriben o terminan sin reproche dependen de los fiscales a su cargo.
Lewis no parece aceptar el planteo de Camporini en el sentido de que los fiscales quedarán expuestos por el mal trabajo que atribuye a las fuerzas de seguridad. "Hoy por hoy los fiscales esperan pasivamente las conclusiones de las investigaciones que realice la policía. Eso en el nuevo sistema cambia. Cada cual es responsable de su accionar".
-Hace tres semanas Camporini hizo una crítica muy fuerte, que tiene puntos muchas veces escuchados en Tribunales, sobre los problemas en los juicios por la investigación inicial poco profesional de los delitos.
-El principal logro del nuevo juicio penal es que tendrá mayor publicidad. Y ahí se notarán aciertos y errores de todos: de los policías, pero también de las defensas, los fiscales y los jueces. Me llama la atención lo que dijo Camporini porque él no es una persona ajena a los problemas que señala: es el fiscal de Cámaras y ya en el sistema actual puede hacer muchos aportes para que las investigaciones sean de otra manera y para que la policía en su función judicial trabaje de otro modo.
-¿Cómo caracterizaría la función del fiscal en el sistema tradicional? Es masiva la crítica que indica que se ubica en un papel subordinado al del juez.
-Eso es así y el propio Camporini lo deja intuir. Todos conocemos que los fiscales están trabajando atrás de las medidas que define el juez de Instrucción. En el nuevo sistema esto cambiará porque el fiscal tendrá a cargo toda la preparación del juicio. Pero ya en la actualidad el fiscal podría estar trabajando en sintonía con lo que viene. Hoy por hoy los fiscales esperan pasivamente las conclusiones de las investigaciones que realice la policía. Si hay que armar la hipótesis de trabajo dejan eso en otras manos. Hay excepciones y no quiero ser injusto. Pero en líneas generales los fiscales van siempre atrás de la policía y los jueces.
-Camporini dijo que la ineficiencia policial en las investigaciones preventivas harán pagar un alto costo a los fiscales.
-El nuevo sistema penal es transparente y público y eso va a dejar ver como trabajan todos los actores. Se verá si la policía fue torpe en la colecta de pruebas pero también si el fiscal fue diligente en la elaboración de una hipótesis de investigación, si estuvo encima de los policías en la preparación de la evidencia o si se sentó a esperar en su escritorio lo que ellos hacían. Estas cosas se van a ver en el juicio. En un sistema público lo que estará expuesto es cómo trabaja cada uno. Cada uno pagará los platos rotos de su propia inacción.
-¿Cómo valora el desempeño del Poder Judicial hacia los casos de corrupción policial? Camporini fue muy crítico al respecto.
-El problema es que habla como si no tuviera responsabilidad en lo que critica. El año pasado fue público el caso de un oficial superior de Rosario que tuvo más de seis años una causa en trámite por enriquecimiento ilícito (Caso Giuliano). Pese a que hubo prueba una jueza pidió el falta de mérito por el tiempo transcurrido sin resolución y Camporini desistió de apelar. Si no hubiera sido por la prensa esta acción habría pasado desapercibida. No queda claro que hizo el Ministerio Público Fiscal a su cargo. (N de la R: el fiscal de grado, Esteban Franichevich, sí había apelado) Hay un cambio ahora: estas cosas no se van a poder esconder en el secreto. A veces hay un alto costo de impunidad porque la policía no investiga o no lo hace bien. A veces también porque los actores judiciales no despliegan su trabajo con eficacia o no proponen nada para hacer. Hay muchas denuncias por corrupción policial y por eso el ex gobernador Binner le envió una carta al procurador Agustín Bassó para que instruya a sus fiscales priorizar este tipo de casos. No hubo ninguna iniciativa específica para trabajar estos casos.
-¿Qué implica eso?
-Que las máximas autoridades del Ministerio Público Fiscal no tiene hoy a la corrupción policial entre sus prioridades. Las denuncias son muchas. Merecerían una atención especial. El fiscal regional de Rosario, Jorge Baclini, dice que la corrupción impune genera una sensación de alarma social y selectividad. Yo coincido con eso por completo. Los fiscales en el nuevo proceso tendrán que trabajar para revertir eso. Van a tener herramientas para hacerlo.