Buenos Aires.- Uno de los seis policías detenidos con prisión preventiva por
el crimen de Gastón Duffau, el hijo de un ex comisario que murió en febrero pasado a bordo
de un patrullero de la comisaría de Ramos Mejía tras ser torturado, fue hallado hoy
ahorcado en el penal donde estaba alojado.
Miguel Racanelli, abogado defensor del policía fallecido, indicó que su
defendido David Maximiliano Mansilla, se suicidó cerca del mediodía ahorcándose con una sábana
en el interior de la Unidad Penal 43 de La Matanza.
El letrado indicó que el sábado pasado Mansilla ya había intentado
suicidarse y que por esa razón estaba alojado en un pabellón de aislamiento.
En ese sentido, Racanelli dijo que el policía ya padecía problemas
psiquiátricos y que por esa razón había pedido a la Justicia que un especialista lo
examinara, lo que según él, no se hizo.
“Lo pedí apenas quedó detenido y reiteré la solicitud esta mañana,
antes de enterarme de que se había ahorcado, luego de lo que había ocurrido el sábado”,
explicó el letrado.
Fuentes judiciales explicaron que Mansilla fue encontrado por personal
penitenciario con la sábana alrededor de su cuello pero aún con vida, por lo que fue
trasladado al hospital Evita, de González Catán, adonde llegó muerto.
La muerte del policía es investigada por el fiscal José Luis Marotto, de la
Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de La Matanza, descentralizada en Gregorio de
Laferrere, quien ordenó la autopsia al cadáver para determinar si se trató de un
suicidio.
Mansilla, junto a los efectivos de la seccional de Ramos Mejía Luis Acuña,
Leonardo Brandan, Mauro Ponti, Natalio Denaris y Rubén Steingruber, fueron procesados la
semana pasada por las torturas seguidas de muerte de Gastón Duffau.
La medida fue adoptada por el juez de Garantías de La Matanza Carlos
Blanco, quien le imputó un delito que prevé la pena de prisión perpetua, tal cual lo había
requerido el fiscal de la causa, Guillermo Bordenave.
Gastón Duffau, estudiante de la UBA e hijo de un comisario fallecido,
concurrió el 22 de febrero a un local de comidas rápidas de Ramos Mejía, donde discutió con el
personal de seguridad, fue detenido y llevado a la comisaría.
Seis testigos aseguraron que Duffau fue subido al patrullero con vida, le
colocaron un juego de esposas doble y gritaba para no ser llevado preso.
Debido a que el joven no pudo ser bajado en la seccional por la oposición
que ofrecía, los efectivos le colocaron un cinturón en los pies y lo llevaron boca abajo,
semidesnudo, hasta el hospital de Haedo.
Según declaró el médico de guardia Juan Domingo Tedesco, el joven llegó
allí muerto, por lo que se estima que fue ferozmente golpeado en el trayecto.
Esto surgió de la segunda autopsia efectuada al cadáver, en la que se
determinó que el joven sufrió al menos ochenta golpes en todo el cuerpo y fue
asfixiado.
Los policías de Ramos Mejía declararon que llevaron detenido al joven
porque tras el incidente en Mc Donalds estaba exaltado y se lastimó al querer quitarse las
esposas.
En principio, esa versión también fue respaldada por la primera autopsia
efectuada al cuerpo, que arrojó que la víctima presentaba lesiones compatibles con las de un
accidente de tránsito ocurrido días antes.
Esa necropsia fue efectuada por el médico policial Salomón Sileno y avalada
por la fiscal Silvina Breggia, la primera instructora que tuvo el expediente a su cargo y que
por esta irregularidad fue desplazada por orden de la Procuración General bonaerense.
(Télam)