Uno de los testigos más esperados en el juicio oral y público que se sigue por el encubrimiento de la muerte de María Marta García Belsunce no defraudó las expectativas al declarar ayer ante el Tribunal Oral. El ex jefe de la División Antisecuestros de la policía bonaerense Angel Casafús llegaba con la poco honrosa reputación de ser quien había corrido a la policía de la escena del asesinato. Pero ayer por esa caracterización negativa se desquitó a sus anchas. Aseguró que Horacio García Belsunce (h), hermano de la víctima, intentó ocultar el homicidio. Y valoró que existen indicios de una "actitud mafiosa" por parte de la familia de la mujer asesinada.
Ya retirado de las filas policiales, Casafús fustigó con dureza a Horacio cuando afirmó que el ahora imputado de encubrir el homicidio pretendió acceder a su amistad "malintencionadamente". Sin ningún cuidado por las formas del lenguaje lo acusó de haberlo "forreado" y reveló que cuando supo que se trataba de un crimen se dio cuenta de que "estaba en el medio del barro por haber atendido un llamado" telefónico.
La declaración del comisario era atractiva porque en el juicio al viudo Carlos Carrascosa, ya condenado por el crimen, había acusado a la familia de ser "una banda de mafiosos" y haber arruinado su carrera.
Al comienzo de la audiencia, allegados a García Belsunce repartieron a los periodistas la copia de la declaración que Casafús había hecho el 12 de diciembre de 2002 ante el fiscal Diego Molina Pico, para resaltar que el hermano de María Marta le había hablado frente "al dolor" de ese momento.
Pero Casafús llegó a este juicio para repetir, con menos énfasis, lo que había dicho públicamente contra la familia y especialmente contra Horacio.
Llamado y pedido. El ex oficial bonaerense recordó que recibió el llamado de Horacio para que no enviara a la policía el 28 de octubre de 2002, a la mañana siguiente del crimen. "Casi llorando me llamó y me dijo «mi hermanita falleció en un accidente casero, tuvo un accidente en la bañera. Mi familia tiene mucho dolor, por favor sacame a la policía de encima»", afirmó el el jefe policial retirado en 2003.
"Yo pensé que era una muerte dudosa y que la policía tenía que intervenir", sostuvo el testigo, quien relató que de inmediato llamó al entonces jefe de la DDI San Isidro, Aníbal Degastaldi, para comentarle lo ocurrido y ese comisario le dijo que se iba a ocupar.
Según Casafús, el mediodía del 28 de octubre García Belsunce volvió a comunicarse, pero esa vez le pasó con el fiscal de la Cámara de Casación, Juan Martín Romero Victorica, quien le dijo: "Acá estoy en la casa de Horacio, hay algo que no me cierra, llamá a un forense". "A Romero Victorica algo no le convencía de lo que presentaba la familia, que era una escena montada. Tiempo después, tanto él como yo nos dimos cuenta de que estábamos involucrados en algo en lo que no teníamos nada que ver", subrayó.
Actitud mafiosa. El ex jefe Antisecuestros dijo que ya había puesto al tanto a Degastaldi y que se desentendió del caso. Eso hizo reaccionar a la fiscal Laura Syseskind, que cuestionó: "¿Usted no le preguntó qué pasaba con 30 años de policía?"
Entonces Casafús dijo que esa no era su jurisdicción, que él no frenó a la policía sino que la envió, y que se dio cuenta de lo que había ocurrido tras su pase a retiro. "Hay una sumatoria de indicios que me hacen pensar en una actitud mafiosa de alguien que quiere ocultar la verdad o la comisión de un delito", agregó.
Luego dijo que en la semana del secuestro del padre del actor Pablo Echarri le avisaron que Horacio García Belsunce lo había llamado por una cuestión urgente la noche del 27 de octubre de 2002. Aseguró que "por respeto" le devolvió el llamado. Y que en diciembre lo volvió a llamar Horacio avisándole: "¿Te acordás que te dije que mi hermanita tuvo un accidente? Bueno, hoy estuve con el fiscal y mi hermana tenía cinco balazos. Yo metí la pata. Le dije que te había llamado a vos para que me sacaras a la policía de encima".
El alto oficial dijo: "Ahí me di cuenta que estaba en el medio del barro por haber atendido un llamado". Y que inmediatamente se sacó el uniforme, se puso un traje y fue a la fiscalía de Pilar para prestar su declaración.
El vecino y el robo. A su turno, el abogado Alejandro Arauz Castex, vecino del country Carmel de Pilar donde mataron a María Marta, aseguró ante el Tribunal que el crimen de la mujer fue en el marco de un robo, situación que derivó en el enojo de los jueces. El testigo afirmó que el controvertido vecino del country Nicolás Pachelo había robado tres bolsas con palos de golf de distintas casas, tuvo secuestrada a la perra de la víctima para luego pedir rescate y sustrajo una computadora para regalársela a un vigilador. Eso sin recordar que en el juicio en el cual se condenó al viudo Carlos Carrascosa se descartó esa hipótesis.
Además, el testigo se refirió a que el presidente del country, Alberto White, le había contado que el día de la muerte el vecino Sergio Binello, amigo de la familia Carrascosa, le pidió que impidiera la entrada de la policía al country y "si hace falta coimear, coimea". "No me imagino a Binello prestándose a ninguna cosa irregular. Fue casi en broma lo que me contó White", interpretó Arauz Castex, lo cual empezó a causar molestia a la presidenta del tribunal, María Elena Márquez. Luego agregó que él sabía que "no estaba en el ánimo de White coimear" y Márquez lo frenó para que dejara de hablar y le dijo: "El error ha sido mío porque lo dejé explayarse todo este tiempo. Usted empieza a divagar...".