Los restos del pastor y exconcejal Eduardo Trasante fueron despedidos hoy en un sepelio muy acotado debido a las restricciones sanitarias por el coronavirus y que concluyó en el cementerio “Solar del señor” de Villa Gobernador Gálvez. Además de las expresiones de cariño que recibió la familia, el dato más fuerte de ese momento fue la fuerte custodia policial con al que se movieron los asistentes durante el sepelio.
Como está establecido en los protocolos de seguridad sanitaria, sólo diez familiares directos pudieron ingresar a la necrópolis de la ciudad vecina a Rosario. Sobre la calle, un grupo de vecinos se acercó a brindarle el último adiós a Trasante.
“No tengo palabras para definir a este hombre. Como Eduardo nos enseñó, hoy sembramos un Trasante para cosechar muchos Trasante. El fue como un padre para mí. Tenía un corazón tan grande que mataron a sus hijos y llegó a perdonar a los asesinos”, dijo profundamente emocionado Rodrigo, un allegado a la familia, en el portón de acceso al cementerio.
Rodrigo contó que se recuperó de la adicción a las drogas gracias a Trasante y que le debía el cambio rotundo en su vida. Nunca imaginó que el pastor tuviera un final trágico. Además dijo que Trasante nunca mencionó que estuviera amenazado de muerte. “Por más que recibiera amenazas, cuando mataron a su hijo Jeremías y le ofrecieron que se fuera de Rosario, dijo que no. Dijo que amaba esta ciudad y que quería ver crecer a sus hijos en Rosario. Siempre caminó esta ciudad para que haya justicia, acompañando a familiares de las víctimas de la violencia”.
"Han matado una parte grande de nuestras vidas. Pero él sigue vivo en nosotros y en cada persona que acompañó", expresó Rodrigo ya sin contener las lágrimas
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En tanto, María Cristina Delgado, una pastora que compartía tareas con Trasante y cuyo hijastro fue asesinado hace unos meses, describió ante las cámaras de televisión lo que sentía al llegar el coche fúnebre que transportaba el féretro de Trasante.
“Eduardo fue el primero que me llamó para preguntarme si necesitaba ayuda con algo. Y no quise meterlo porque sabía que corría peligro. Era un valiente, un guerrero. Pedimos justicia. Primero la de Dios y sé que lo hará”, dijo la mujer, emocionada pero con la voz firme.
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Delgado remarcó que a Trasante “le arrebataron la vida injustamente. Era un varón de Dios maravilloso. Lo conocemos de toda la vida. Siempre estaba al frente para ayudar a los más desvalidos y más necesitados. Esto que ocurrió es terrible y no nos quedaremos callados; pedimos justicia”.
“Algo tiene que pasar en Rosario y Villa Gobernador Gálvez también es insegura. Tenemos muertos y balean casas todos los días. No se puede vivir más de esta manera. Su vida corría peligro porque era un luchador. Cuando mataron al nene que yo crié de cinco tiros hace cinco meses, lo mataron por el narcotráfico. Fue una venganza para hacer callar a algunos. Y Eduardo me llamó para darme ayuda”.