Una brutal disputa a balazos entre dos bandas de jóvenes delincuentes desencadenó la muerte de una chica de 15 años que salía de una fiesta de cumpleaños el domingo a la madrugada en la zona noroeste de la ciudad. La adolescente recibió un balazo en la cabeza que terminó ocasionando su fallecimiento ayer al mediodía.
La noticia de la muerte de Marilin Fernández conmocionó a sus vecinos del sector este del barrio 7 de Septiembre, que concurrieron a manifestarse frente a la sede de la subcomisaría 21ª, donde al cierre de esta edición estaba la calle cortada y se produjeron destrozos en algunos móviles policiales que estaban estacionados en la puerta.
Balacera. El homicidio de Marilin se desencadenó alrededor de las 4 de la mañana del domingo en el pasaje Luis Carré al 7700. A esa hora estaba terminando una fiesta de cumpleaños que se celebraba en una casa de esa cuadra, a metros de donde vivía la adolescente con su familia.
Si bien las primeras versiones aportadas por fuentes allegadas a la investigación del homicidio indicaban que el incidente se ocasionó entre un grupo de jóvenes que no estaban invitados a la fiesta y que al parecer tenían problemas con otros que sí habían ido al cumpleaños, los vecinos consultados anoche indicaron que las bandas en pugna no tenían relación con la celebración.
"En un momento empezaron a pasar pibes en moto y alguien dijo que se estaba por armar una pelea. Pero nadie pensó que iba a ser algo así", contó una vecina de la cuadra, y sostuvo que los grupos provenían de otro sitio. "Fueron unos pibes que se juntan en José Ingenieros y Donado contra una banda que viene del barrio Stella Maris. De un lado había cuatro motos y del otro tres, cada una con dos tipos armados", agregó.
"Empezaron a tirotearse —continuó— y había un montón de pibes que salían de la fiesta y quedaron en medio de la balacera. Había que ver cómo los chicos se empezaron a tirar al suelo, casi todos se metieron en la zanja. Y Marilin ya estaba volviendo a la casa y la alcanzó un tiro. No entiendo cómo no hubo más heridos".
En ese contexto Marilin recibió un disparo en la nuca y cayó tendida a metros de su casa. La adolescente fue trasladada en un auto particular hasta el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez donde quedó internada en estado crítico hasta que falleció alrededor de las 13 de ayer. "Ni la ambulancia ni la policía vinieron", se quejaban ayer los vecinos que manifestaban frente a la subcomisaría de Ayala Gauna al 7900.
Fuentes allegadas a la investigación que encabeza el fiscal Miguel Moreno señalaron que una dotación de la Policía de Investigaciones (PDI) estaba iniciando las diligencias en la zona para identificar a sospechosos.
Reclamos. La muerte de Marilin generó en el vecindario una reacción que se torna cada vez más habitual allí donde suelen circular jóvenes armados en moto que dirimen sus diferencias a los tiros a cualquier hora y sin tener en cuenta nada.
En ese contexto, cerca de un centenar de personas —gran mayoría de mujeres, niños y jóvenes— se agolpó frente a la subcomisaría 21ª y reclamó que alguna autoridad les diera una respuesta a sus reclamos que, en rigor, sitúan a la policía como cómplice de todo lo malo que sucede en el barrio.
"El otro día balearon a un chico que estaba parado en la calle. Yo me voy a trabajar todos los días y no sé si tendré enteros a mis hijos cuando vuelva. Así no se puede vivir más", señalaba una mujer en un testimonio similar al de sus vecinos. Otra frase recurrente, en la que curiosamente coincidían muchos, es que "cuando estaba Gendarmería esto no pasaba".
La manifestación, tal como ocurriera semanas atrás frente a la seccional 7ª a raíz del crimen de un verdulero del barrio Luis Agote, combinaba a mujeres y niños indignados pero pacíficos con jóvenes más exaltados. Algunos incluso arremetieron a golpes y piedrazos contra móviles policiales que estaban estacionados allí y rompieron los vidrios.