Cuatro hombres camuflados como empleados de una empresa de correo privado ingresaron la mañana de ayer a la casa de Antonio Andrés Vanrell, el ex vicegobernador santafesino entre 1987 y1990, y luego de maniatarlo junto a su familia, le sustrajeron unos 15 mil pesos en efectivo y distintos artículos de electrónica. Fue sólo una de las entraderas cometidas entre la noche del lunes y la mañana de ayer (ver aparte) en la ciudad.
Vanrell vive en Zeballos al 4100 desde hace 40 años. Junto a él residen su hijo Federico, de 37 años, y su nuera Luciana, de 38. A las 9.10 de ayer, según contó el dirigente justicialista "tocaron la puerta y al salir mi nuera a abrir le dijeron que eran de OCA. Al ver que uno de los hombres estaba vestido como operario de esa firma no le asombró que nos mandaran alguna cosa y les abrió", dijo el hombre.
Cuando la nuera de Vanrell abrió la puerta, el falso cartero mostró un revólver y con él entraron otros tres ladrones en la escena. Según el dirigente, uno subió a la habitación donde él se encontraba y lo llamó por su nombre: "Yo me estaba levantando y veo entrar a un tipo con un buzo y un pasamontañas que le tapaba la cara. Apenas entra me reconoce y me dice «vos sos Vanrell, vos tenés plata». Los tipos me conocían, pero eso no es difícil, vivo en esta casa hace 40 años". Luego de nombrarlo le tapó la cara con una sábana y lo maniató con un precinto plástico.
Lo que preocupó a Vanrell fue que a su hijo "también lo llamaron por su nombre y le mencionaron el bar que tiene en otra zona de la ciudad, lejos de donde vivimos".
Todo dado vuelta. Una vez adentro los hombres comenzaron a preguntarles a los integrantes de la familia por el dinero que había en la casa. "A cada rato me decían que yo debía tener plata. Pero la verdad es que tenía lo que se llevaron y nada más", dijo el ex vicegobernador.
En un momento maniataron y dejaron sobre las camas a Federico y a su mujer y comenzaron a revolver la vivienda. "Se movían por todos lados tirando papeles y carpetas, iban encontrando objetos de electrónica que se llevaron y luego dieron con el dinero", aseguró el dueño de casa.
"No nos lastimaron ni nos pegaron ni nos trataron mal. Estaban con armas de grueso calibre y una vez que nos taparon la cara sólo escuchamos los ruidos de lo que buscaban", dijo Vanrell.
Los ladrones estuvieron en la casa cerca de una hora y se alzaron con dos notebook, una Play Station, dos relojes, alhajas y unos 15 mil pesos. Apenas se alejaron, y al estar la puerta abierta, la familia fue ayudada por sus mismos vecinos.
LLamó la atención de los pesquisas que ante el movimiento que hay en Zeballos entre bulevar Avellaneda y Río de Janeiro entre las 9 y las 10 de la mañana, los ladrones hayan actuado con tanta facilidad. Es que junto a la casa de Vanrell hay un edificio en plena construcción y frente a la misma se levanta el hospital Carrasco, por lo que ese sector es un gran estacionamiento.
"Los vecinos vieron que estos muchachos se llevaron todo en bolsos y llamaron a la policía que vino rápido, pero ya se habían ido", dijo Vannrell. Y destacó: "No creo que esto tenga que ver con nada que roce la política, es una entradera más de las tantas que hay todos los días. Se llevaron las llaves de casa con lo que tuvimos que cambiar la cerradura. Pero vuelvo a destacar, en ningún momento mencionaron nada de política, me conocían por que soy una persona conocida, nada más", sintetizó el dirigente justicialista.
A los gritos echó a los ladrones
Una joven mujer logró evitar el robo a su vivienda al comenzar a los gritos cuando cuatro hombres armados intentaron ingresar por la fuerza. Maite C., de 23 años, vive junto a sus padres en Larrea al 1400. A las 22 del lunes estacionó su Peugeot Partner en el garaje de la casa y se percató de la amenaza de cuatro personas armadas que enfilaron hacia ella. Entonces comenzó a gritar y los sospechosos huyeron del lugar “en un viejo Dodge 1500”, como sostuvo un vecino que observó toda la acción.