Producto del disparo en la cabeza -el proyectil le atravesó la cabeza desde el parietal izquierdo al derecho-, Rodrigo había sufrido pérdida de masa encefálica, estaba internado en el HECA y su estado era muy grave.
La bala calibre 9 milímetros había ingresado por el parietal izquierdo y había atravesado el cráneo pero sin salir. “Tuvo una lesión encefálica gravísima y está conectado a un respirador”, advirtió ayer el director del hospital, Néstor Marchetti, quien afirmó que su pronóstico era “muy comprometido”.