El joven de 20 años detenido el jueves pasado por las gravísimas lesiones que sufrió un adolescente
de 17 cuando salía de un boliche ubicado en la Estación Fluvial recuperó la libertad ayer, luego de
que sus abogados solicitaran su excarcelación en el juzgado que investiga el caso. En tanto,
Gonzalo Corso, el chico que recibió un fuerte golpe en la cabeza en ese episodio, fue trasladado a
una sala común del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez al registrar una evolución en su estado
de salud.
El muchacho imputado de esas lesiones gravísimas, cuya identidad se
mantuvo en reserva, recuperó la libertad ayer tras pasar cuatro días detenido a disposición del
juez de Instrucción Nº 15, Jorge Baclini. El jueves de la semana pasada se había presentado
espontáneamente ante el juez para prestar indagatoria cuando varios testigos lo apuntaban como
autor del hecho. En esa declaración, el adolescente contó que tanto la víctima
como él estaban alcoholizados al salir de la confitería. Según contó su abogado, José Nanni, dijo
que no se conocían de antes pero que al cruzarse le dijo a Corso: “Flaco, qué pedo
tenés”. Y que entonces, al perder la estabilidad, cayó encima de la víctima y ambos
terminaron en el suelo.
Accidente. “Mi cliente también se golpeó la cabeza al caer al piso
aunque en forma leve. El dice haber visto que el otro muchacho se empezó a levantar y que por eso
se fue del lugar. Que si hubiera sabido de la gravedad del golpe se habría quedado a ayudarlo o
llamado a una ambulancia”, reprodujo Nanni, quien junto al defensor Lucas Galvano requirió
días atrás la excarcelación del muchacho acusado, trámite que ahora dispuso el juez.
El abogado señaló que el relato de su cliente es coincidente con el que
brindaron otros testigos del suceso. “No hubo una agresión entre ellos, ni golpes de puño, ni
peleas entre bandas”, señaló.
En base al testimonio del muchacho, los abogados requerirán que las
lesiones se consideren como un delito culposo, es decir cometido sin intención, lo que contempla
menos pena en caso de ser hallado culpable.
Evolución. A causa de su evolución favorable, en tanto, Gonzalo Corso pasó ayer su
primer día en una sala común del Heca tras diez días de internación el la unidad de terapia
intensiva de ese centro asistencial. “Está inestable emotivamente pero consciente”,
describió su hermana Antonella ante una consulta de este diario.
A poco de ingresar al hospital, el chico había sido sometido a una
cirugía para removerle un coágulo que el golpe le produjo en el cerebro. Los médicos, indicó su
hermana, atribuyen su mejoría a su buen estado físico y a la fortaleza de su edad.
El hecho ocurrió la madrugada del domingo 20 cuando Corso salía de un
boliche que funciona en la Estación Fluvial. Iba caminando “como si estuviese tomado y
tambaleándose”, según contaron testigos, y entonces otro joven lo habría hecho caer, por lo
que Corso se golpeó fuertemente la cabeza con un adoquín.
Luego, el joven señalado como agresor se fue del lugar en un auto y
junto a unos amigos. El examen forense no constató marcas de una golpiza en Gonzalo, que quedó
internado en coma en el Heca.
El episodio fue presenciado por una chica que llamó a una ambulancia y
aportó el número de patente del VW Gol en el que se fueron el agresor y sus amigos. La policía
localizó el vehículo y le tomó declaración a su conductor, quien identificó a sus compañeros.