Los familiares de Joel Víctor Bonfiglio Vázquez, el nene de 10 años que el domingo a la tarde fue baleado en la cabeza por un vigilador privado en una cooperativa de pescadores de la zona norte de la ciudad, negaron con enfásis que el chico haya recibido los dos tiros en la nuca cuando estaba cometiendo un robo con otros pibes. Esa versión fue consignada a La Capital por fuentes policiales el mismo domingo y dada a conocer en la edición de ayer. Para los parientes del menor, quien disparó "no tenía motivos para hacerlo" y aseguraron que el tirador continuó pulsando el gatillo del arma que portaba a pesar de los ruegos del padre de Joel para que cesara el brutal ataque. En tanto, el acusado de la agresión, un ex policía provincial, sigue detenido y será indagado mañana por el juez de Instrucción en turno.
Joel seguía internado anoche en grave estado en la sala de terapia intensiva del Hospital de Niños Víctor J. Vilela con asistencia respiratoria mecánica. El domingo a la noche los médicos de ese centro asistencial lo operaron pero no pudieron extraerle los proyectiles que tiene alojados en su cabeza. A las 14 de ayer, en tanto, le realizaron una nueva cirugía para detener la hemorragia que sufría a nivel encefálico sin que los médicos pudieran rescatar las balas.
El niño baleado tiene cuatro hermanos y este año se disponía a cursar el 5º grado en la escuela "9 de Julio", de Alberdi 942. Ayer, sus familiares esperaban un milagro frente a la sala de terapia del Hospital de Niños y entonces dieron su versión de lo ocurrido.
Bajando maderas. La tragedia se desató cerca de las 16 del domingo. A esa hora, según contaron los parientes, Joel estaba con su padre y un matrimonio amigo en una cooperativa de pescadores situada en Nansen y Frondizi, frente al parque Alem. El papá del nene, dijeron, "es el encargado de ese emprendimiento".
"Joel y el papá estaban vaciando un contenedor con vigas de madera. Cuando ya habían finalizado, la pareja amiga decidió ir a buscar algo de comida con Joel y en el auto del padre. En ese momento se escucharon las detonaciones. Mi hermano les gritó «no tiren que soy yo», tratando de identificarse, pero los tipos siguieron tirando»", explicó Verónica, una tía de Joel.
Quien afrió fuego, según los familiares del nene, lo hizo desde una guardería náutica que se levanta en la desembocadura del arroyo Ludueña, a la altura de la calle Nansen -frente al parque Alem- y a unos 200 metros del predio de la cooperativa. Disparó "siete proyectiles", según Verónica, cuando el nene y el matrimonio amigo de sus padres subían al vehículo.
"El nene se sentó al lado del hombre que manejaba y la esposa en el asiento de atrás. Cuando empezaron los tiros, la mujer cubrió con su mano la cabeza del nene, pero igual lo hirieron", contó una adolescente, pariente de Joel. Otros proyectiles impactaron en la carrocería del vehículo.
Desesperado, en medio de la balacera, el padre del nene le pidió al agresor que no continuara tirando. Pero ya era tarde. Dos de los plomos habían perforado la nuca de Joel. "Después que hirieron al nene, mi hermano se acercó corriendo a los vigiladores para pedirle explicaciones por lo que había pasado, pero los tipos lo echaron. Le dijeron «andate de acá»", recordó Verónica.
Detenidos. Tras el ataque, el nene fue trasladado en el mismo auto en el que esaba hasta el hospital Alberdi, pero debido a la gravedad del cuadro que presentaba fue derivado al Hospital Víctor J. Vilela donde anoche agonizaba.
En tanto, luego de enterarse del suceso efectivos de la comisaría 9ª llegaron a la guardería náutica desde la cual partieron los disparos y detuvieron a los dos custodios privados que estaban en el lugar. Los vigiladores fueron identificados por los pesquisas como Enrique Fabián Cettour, de 50 años, y José Gabriel Correa, de 25, quienes quedaron a disposición del juez de Instrucción en turno, Juan Carlos Vienna.
Una fuente judicial señaló que, en forma preliminar. se determinó que Cettour fue quien disparó los balazos que hirieron a Joel porque en su poder los policías hallaron un arma de fuego. El vocero también indicó que los vigiladores serán indagados el miércoles por el juez de Instrucción Nº4 Juan Carlos Vienna.
Cettour era suboficial de la policía rosarina en el 2002 y estaba a cargo del depósito judicial de automotores ubicado en Doctor Riva al 7200. Entonces fue sorprendido in fraganti cambiando los amortiguadores de su Fiat Uno por los que, con ayuda de un mecánico, había extraído de un vehículo similar allí depositado. En julio de 2006, Cettour fue condenado por la Cámara Penal a 3 años de prisión en suspenso e inhabilitación para ejercer cargos públicos. Lo que habilitó a que poco después sea exonerado de la fuerza.