Una temeraria persecución policial de casi media hora por la zona sur de la ciudad finalizó ayer al mediodía con la muerte de los dos ocupantes de un Volkswagen Up que chocó contra un árbol en Callao al 5700. Sin embargo, las víctimas no murieron como consecuencia de la colisión sino en un presunto enfrentamiento a tiros con los efectivos que los seguían.
Los fallecidos fueron identificados como Manuel Alejandro Medina, de 32 años y con abultado prontuario, y David Ezequiel Campos, de 28, quien trabajaba en una empresa metalúrgica y no contaba con antecedentes delictivos. Según los voceros consultados, en el auto en el que iban se encontraron una pistola calibre 9 milímetros y un revólver calibre 38. El confuso episodio es investigado por el fiscal de Homicidios Adrián Spelta.
Según contaban ayer en el barrio donde finalizó trágicamente la persecución, Medina y Campos habían pasado la noche del jueves sin dormir. "Estaban como borrachos", describió un testigo.
Las fuentes consultadas refirieron que el confuso episodio se desencadenó alrededor de las 11.30 de ayer en Grandoli y Lamadrid cuando efectivos de la Brigada Motorizada y del Comando Radioeléctrico intentaron detener un Volkswagen Up para identificar a sus ocupantes. En principio no había razones ni delito presunto que atribuirles pero éstos, tal vez por miedo a que les sacaran el vehículo, decidieron eludir el control y fugaron hacia el sur a toda velocidad. El auto era de Campos pero manejaba Medina.
Los ocupantes del VW escaparon durante casi 30 minutos mientras móviles policiales de todo tipo se sumaban a la persecución. Bajaron al acceso sur y por allí fueron hasta la zona del Mangrullo, entraron a Pueblo Nuevo, hicieron unas cuadras, volvieron a Circunvalación, bajaron en bulevar Oroño y fueron hacia el oeste por calle Cazadores.
El VW dobló por Callao y una camioneta lo chocó de atrás. El conductor del auto perdió el control y chocó contra un árbol. Según las primeras informaciones, cuando los móviles arribaron a Cazadores se habría dado un enfrentamiento entre los perseguidos y la policía. Cuando los agentes bajaron de la camioneta constataron la muerte de ambos ocupantes y secuestraron un revolver tipo lechucero, una pistola 9 milímetros y vainas de ese calibre.
"Desde el auto"
Según el fiscal Spelta, que tomó contacto con la prensa en el lugar del hecho, "el vehículo fue perseguido desde Grandoli y Gutiérrez hasta Callao al 5700 donde fue interceptado por un móvil de la Policía de Acción Táctica (PAT), se produce un enfrentamiento y la muerte de estas dos personas. Desde adentro del auto salen dos disparos y la policía repele la agresión. Dos policías motorizados estaban heridos pero con golpes luego de la persecución. Se encontraron dos armas", sostuvo el funcionario judicial.
Según trascendió, Campos presentaba heridas de arma de fuego en la espalda y la región dorsal, mientras que Medina fue alcanzado por balas en tórax y abdomen.
Asimismo, según la información preliminar, once agentes del Comando Radioeléctrico y siete de la PAT participaron de la fatal persecución.
Entre las primeras medidas ordenadas en el lugar, el fiscal pidió un dermotest de barrido electrónico para los fallecidos, la consulta de los GPS de los móviles policiales para analizar los recorridos, el secuestro de las armas policiales y el dermotest para los agentes. Además, el relevamiento de cámaras de vigilancia apostadas en el trayecto de la persecución y controles de alcoholuria, alcoholemia y narcolemia en las autopsias.
Spelta también pidió preservar las evidencias inmediatas del presunto enfrentamiento, así como declaraciones de testigos ocasionales.
Otras miradas
La persecución estuvo enmarcada por sirenas, gritos y disparos que hicieron que muchos vecinos del barrio se asomaran a "ver qué pasaba, por qué tanto quilombo", como dijo una mujer que hace varios años vive allí.
Por su parte, habitantes de la cuadra y operarios que trabajan en la zona dieron una versión distinta del suceso a la que no aplicaron filtros. Eran cerca de las 12 cuando escucharon sirenas y ruedas chirriando en el asfalto, e inmediatamente vieron un auto doblar por Cazadores al que una camioneta policial dominio AA56452 chocó desde atrás y lo hizo impactar contra el árbol.
"Ahí vimos cómo el auto parecía que estallaba. El airbag se abrió y le dio a uno de los pibes. Parecían borrachos, el otro como que se quería mover. Pero la policía bajó de la chata, los rodeó y les tiraron. Serían unos siete u ocho los policías", relató a este diario un operario.
Un vecino también aportó una versión distinta a la oficial. "Los rodearon a los gritos y empezaron a disparar. Los cosieron a tiros. No se vio que nadie disparara desde adentro y vimos todo", afirmó. Otra mujer aseguró que "se escucharon tiros distintos, no sé si dispararon desde adentro, pero los policías todos tiraban y fueron muchos los balazos".
Unos segundos después la humareda se dispersó y varios móviles rodearon el Volkswagen Up. Al rato llegaron a la escena familiares de las víctimas. No salían de su asombro y su dolor.
Preocupados
Campos era buscado por sus familiares desde la tarde del jueves. Estaban muy preocupados porque en la mañana de ayer no se había presentado a trabajar en su turno de las 7. Lo habían visto por última vez el jueves a bordo de su auto, el Volkswagen con el que chocó. "Le costó tanto tenerlo", mascullaba entre sollozos ahogados su hermano Germán en la esquina de Callao y Arijón, mientras sostenía los papeles del vehículo.
David trabajaba en una conocida y prestigiosa empresa de fabricación de muebles, tenía una hija y era el tercero de cuatro hermanos. Un compañero de trabajo que se acercó como tantos otros a la esquina de Arijón y Callao, contó que "era un buen pibe, pero a veces la junta lo jodía. Se compró el auto con esfuerzo. Se fueron de caravana y terminaron así. No lo podemos creer".
Sobre Medina, se indicó que tenía un prontuario que arrancó en 2008 con un robo y una condena a tres años; una estafa e 2011 y otros robos en 2014. Algunos familiares que llegaron al lugar se excusaron de hablar ante la prensa.
Además de Spelta y del personal criminalístico de la PDI , una brigada de la División Judiciales también participó de las entrevistas con el objeto de esclarecer el presunto enfrentamiento a tiros.