"Esa noche en el boliche Carolina me comentó que había una piba Ayelén que la estaba provocando. Le dije que tenía una hija hermosa. Que no se metiera en problemas". El cuñado de una de las dos chicas asesinadas a la salida de la disco Mogambo en agosto de 2011 declaró ayer, en el juicio que se le sigue a Rocío Ayelén Quiroz, sobre un incidente ocurrido horas antes del doble crimen dentro de la bailanta que funcionó en bulevar Avellaneda y Rueda.
"Ya venía de antes el problema. Siempre que se cruzó con ella Ayelén la amenazó", dijo desde la silla de los testigos mientras fijaba la mirada en la joven acusada, de 22 años, sentada enfrente.
Quinta. En la quinta jornada del juicio por el doble homicidio fue el turno de declarar para los familiares y conocidos de Carolina Jessica Aranda, de 20 años, a quien iba dirigido el ataque a tiros efectuados desde una moto, a sólo dos cuadras del boliche, la madrugada del 27 de agosto de 2011. La otra víctima fue su amiga Eliana Judith Zalazar, de 19 años, a quien la alcanzaron cuatro balazos por estar sentada a su lado.
Las dos chicas vivían juntas y esa noche habían ido a bailar a Mogambo. Al salir pasaron por un carrito ubicado a dos cuadras y se sentaron a comer unos panchos frente a una casa de 27 de Febrero al 4100. De ahí planeaban ir a dormir a la casa del papá de Eliana, a pocas cuadras de allí.
Pero en ese momento se acercó una moto conducida por un muchacho y una mujer que iba como acompañante comenzó a tirarles con balas 9 milímetros. Las dos murieron en el acto. Quiroz, detenida poco después, está acusada de haber disparado por un problema previo con Carolina, a raíz de celos por un chico que fue novio de las dos.
Amenaza. Marcos Ch. es el novio de Micaela, una hermana de Carolina, y esa noche llegó solo a Mogambo alrededor de las 3 luego de una reunión con amigos. Según declaró ayer ante los jueces Edgardo Fertitta, Ismael Manfrín y Julio César García, a poco de entrar se encontró con Eliana y Carolina. Su cuñada entonces le comentó que "había una piba Ayelén que la estaba provocando. Siempre que se cruzó con ella la amenazó. Ya venía de antes el problema", dijo el muchacho, que trabaja como panadero, aunque aseguró desconocer el motivo de los recelos entre ambas. "Yo tengo 30 años. Le dije «tenés una hija hermosa, no te hagas problema»", rememoró.
La defensora Graciela San Miguel le recordó entonces que, al declarar en 2011 ante la policía y en el juzgado, él había mencionado que Carolina le dijo: "La voy a cagar a palos". Un comentario al que ahora el testigo le restó importancia: "Ella la venía provocando, lógico que se quería defender. Pero yo le dije que estaba sola, que no se metiera en problemas", dijo. Y sostuvo que esa noche vio a Ayelén a la salida del baño en Mogambo, pero antes le había dicho a la policía que no la vio en el boliche.
Un rato antes había declarado de manera similar Micaela, la hermana de Carolina, quien también se refirió a la rivalidad previa con Ayelén: "Siempre donde se cruzaban y peleaban era en los boliches. Ella pasaba, lo saludaba al novio de mi hermana y provocaba al pibe. Cuando se cruzaba con ella mi hermana se iba para otro lado, trataba de no llegar a las manos", contó.
También sobre ese recelo entre las dos chicas declaró Cristian M., un conocido de ambas, quien dijo que en una ocasión le tocó presenciar una pelea en un boliche y se metió a separarlas "porque conocía a las dos partes".
"Por amigos que fueron al velatorio me enteré de que supuestamente había sido Ayelén. Eso es lo que se murmuraba", planteó este testigo en relación con el doble crimen.
Elementos. Hasta el momento los elementos esenciales del juicio son dos: una controvertida confesión en sede policial de la propia imputada que la defensa cuestiona (asegura que fue obtenida mediante presiones) y el aporte de una testigo presencial, el viernes pasado. Se trata de una chica de 22 años que, según dijo, salió de la disco caminando detrás de las víctimas hasta el carrito donde Carolina y Eliana pararon a comprar unos panchos. Entonces pasó a su lado una moto y vio que quien iba como acompañante era Ayelén, a quien reconoció porque era amiga de su hermano. Dijo que la moto redujo la velocidad, la chica disparó y luego el vehículo se alejó en contramano.
"Veo que la Justicia respeta nuestro dolor. Confiamos en los jueces, en los fiscales (Lucía Aráoz y Carlos Covani) y en el abogado de la querella que nos representa (Aníbal Rodríguez)", evaluó al término de la audiencia Catiana, una cuñada de Eliana que presenció el juicio rodeada de familiares de la chica.
La mamá de esta joven de 19 años, Edith, también estuvo presente. "Nos parece que todo se va encaminando a que se va a hacer justicia", dijo antes de romper en llanto y abrazarse con los suyos.
Mañana se harán los alegatos finales
Rocío Ayelén Quiroz está acusada de doble homicidio agravado por el uso de arma de fuego y la portación de una pistola 9 milímetros. La joven está detenida y por ello llega y se va esposada de la sala de audiencias. Hoy, en el último encuentro para la presentación de pruebas, declararán testigos propuestos por la defensa. Mañana será la hora de los alegatos finales de las partes antes del dictado de sentencia por parte del tribunal.