Con la precisión de los que conocen, un grupo de ladrones robó ayer a la madrugada 24 armas de un comercio del ramo ubicado en 27 de Febrero y Paraguay. Desafiando tres sistemas de alarmas diferentes, los delincuentes barretearon la persiana del local y violentaron una puerta de blindex para ganar el interior del negocio. Después fueron a una sala donde estaba el armamento en exhibición y en poco más de un minuto concretaron el golpe. El botín incluyó 19 armas de puño y cinco escopetas.
Si bien fuentes allegadas a la investigación, en manos del juez de Instrucción Alejandro María Negroni, no se aventuraban a trazar una vinculación directa, este hecho tiene similitudes con el ocurrido el lunes 27 de febrero pasado en la armería "Weekend", ubicada en avenida San Martín entre Morelli y Alberdi, en pleno centro de Pérez; y con el perpetrado el domingo de Pascua en un comercio de Santa Fe donde al menos tres maleantes se llevaron otra veintena de armas de puño (ver aparte).
Guardadas en el fondo. Desde hace doce años, en 27 de Febrero al 1400 funciona una armería que hoy lleva el nombre de "El Sendero". Su vidriera, poblada de artículos para camping y montañismo, hace que se pierda la referencia de que en las entrañas del negocio también se venden armas. Las mismas están en exhibición en una sala de 4 metros por 7 con una sola puerta de ingreso y contigua al salón de venta. Ese lugar, amueblado al estilo de una casa de campo, está monitoreado por un sistema de alarma con sensores de movimientos. El jueves, al finalizar la jornada de trabajo, Ricardo B. colocó las claves de las alarmas, apagó las luces y cerró su negocio.
Pero a las 4.25 de la mañana de ayer, desde la empresa privada que monitorea el sistema de vigilancia de la armería le avisaron que el dispositivo se había activado. Nueve minutos más tarde Ricardo entraba a su local que estaba completamente a oscuras y, progresivamente, se fue dando cuenta que había sido víctima de un robo cometido con precisión quirúrgica.
"La alarma con sensores de movimiento se activó al menos tres veces en el cuarto donde estaban exhibidas las armas que se llevaron. Actuaron con una precisión tremenda. El robo duró poco más de un minuto", explicó el comerciante. Sólo para tomar una dimensión del tiempo que duró el golpe: todo el relato de Víctor Hugo Morales del segundo gol de Diego Maradona a la selección inglesa en el mundial 1986 duró 1 minuto y 11 segundos. Ese fue el tiempo que Ricardo estima que demoraron en tomar las armas en una habitación oscura y salir del recinto.
Si la velocidad y la precisión del atraco llamó la atención de los investigadores, la selectividad del material robado dejó espacio a la reflexión de un investigador: "Fue como que entraron para llevarse herramientas de trabajo". Entre el parque de armas robado había pistolas marca Glock y Bersa calibres 380, 22 y 9 milímetros; revólveres calibre 357 y 38; y cinco escopetas. El conocimiento de los ladrones estuvo puesto de manifiesto en que en ningún momento se distrajeron de su objetivo. Ingresaron hasta el salón de las armas, en el que también se lucen trofeos de caza, violentaron los exhibidores donde estaba lo que buscaban y no se llevaron nada más.
En el lugar quedaron, por ejemplo, fusiles de asalto que por una cuestión normativa son exhibidos sin sus cerrojos. También quedaron en los estantes cuchillos, replicas de armas de aire comprimido y hasta un sable. Sólo se llevaron las 19 armas de puño y las cinco armas largas. En principio, comentó Ricardo, tampoco robaron cajas de municiones. Las armas las llevaron en bolsos que traían los maleantes, quienes en su huida olvidaron una escopeta a metros de la puerta de ingreso a la armería.
Detalles llamativos. "El cuarto donde estaba el armamento no es un lugar al que ingrese cualquier cliente que quiera comprar un arma. Se ingresa al lugar siempre acompañado por uno de nosotros y cuando vemos que la compra es inminente", describió el dueño del lugar a la hora de buscar explicaciones.
Además, contó que la mayoría de las armas cortas robadas ya habían sido vendidas y esperaban que sus dueños finiquitaran los trámites pertinentes en el Registro Nacional de Armas (Renar). "A mi me llama la atención, porque anoche el móvil del Comando Radioeléctrico que suele estar parado en esta esquina no estaba. Igual, quiero esperar el informe de la empresa de monitoreo de la alarma para hablar, pero eso me llamó la atención", indicó Roberto.
"Fue un robo muy específico. Para nada normal. Es como que se hubieran robado una obra de arte, una pintura. Y si seguimos esa lógica, en el robo de arte el que roba ya tiene quien compre el botín. Estamos trabajando con grabaciones de cámaras de vigilancia que hay en inmediaciones del negocio, pero la investigación recién comienza", explicó una fuente de la pesquisa. También se hizo complejo valuar el botín porque si bien se trata de armas nuevas, en el submundo del hampa ese parque de armas no tiene precio.