Agentes de la Sección Seguridad Personal (SP) de la policía local realizaron anoche un allanamiento judicial en un supermercado de Virasoro al 2100 en busca de pistas que conduzcan hacia Yang Bin, el ciudadano chino acusado de extorsionar a sus connacionales y que protagonizó una escandalosa fuga de la seccional 11ª . En el lugar, los investigadores no hallaron el sospechoso, pero incautaron grabaciones de video en el que se lo vería al imputado acompañado por tres cómplices más.
El procedimiento se cumplió poco después de las 21, en el supermercado “Niní”, de Virasoro 2184, casi Oroño, el mismo comercio donde hace poco más de un año fue asesinado el agente policial Eliseo Mansilla.
Los detectives de SP llegaron hasta ese local siguiendo la información surgida de allanamientos realizados durante esta semana. La sospecha inicial era que Yang Bing se hubiera refugiado en ese negocio que estaría regenteado por un familiar. Pero al parecer, fue todo lo contrario. De acuerdo a fuentes de la investigación, el propietario de “Niní”, Mao Zhaping, admitió que conocía a Yang Bin y luego de dar unas vueltas también habría asegurado que también él fue víctimas de los aprietes.
En ese sentido, los funcionarios policiales tomaron conocimiento que en ese supermercado hay un equipo de filmación y que las cámaras captaron el momento en que Yang Bin y otros tres compatriotas visitaban a Mao para pedirle dinero. Según trascendió ayer, Mao no posee ningún vínculo familiar con el presunto extorsionador, pero los agentes de SP secuestraron anoche una factura de compra del teléfono celular que fue hallado en su momento en poder de Yang Bin. "No son familiares, pero alguna relación debe existir entre ellos", confió hoy un vocero de la investigación.
Mao no fue detenido por la policía porque en realidad, de acuerdo a su testimonio y a las imágenes que entregó a la policía, fue víctima de Yang Bin, según dijeron esta mañan fuentes cercanas al caso.
Yang Bin fue detenido el sábado 30 de abril acusado de extorsionar a un compatriota, dueño de un supermercado ubicado en barrio Saladillo. Lo detuvieron agentes de la seccional 11ª cuando salía del negocio con una fuerte suma de dinero en su poder y con un papel con mensajes amenzantes escritos en chino mandarín. Bin entonces fue conducido a la comisaría y, mientras esperaba que se concrete el trámite de su traslado a Jefatura, escapó y hasta hoy no se lo pudo encontrar. La fuga del sospechos causó el desplazamiento de las autoridades de la dependencia y de tres suboficiales.