Pablo Correa fue rápidamente detenido tras el crimen de Germán Owsianski. El siempre sostuvo que acompaño a Brian Pizzicatti en el robo pero negó haber disparado.
Pablo Correa fue rápidamente detenido tras el crimen de Germán Owsianski. El siempre sostuvo que acompaño a Brian Pizzicatti en el robo pero negó haber disparado.
Estuvo ocho meses en el Irar y luego el juez Artigas dispuso un tratamiento tutelar que para la asesora de Menores, Julia Grau, fue exitoso: Pablo, que no tenía antecedentes penales, dejó de consumir drogas. Rindió las ocho materias que debía del secundario y se recibió de chef en un instituto terciario. Obtuvo luego un trabajo en Bariloche y no incurrió en ningún acto de indisciplina.
Según los asistentes sociales, Pablo siempre tuvo contención familiar tras el hecho. Es hijo de un ingeniero y una docente. Sus padres lo acompañaron a la audiencia de alegatos del miércoles pasado. Ahora la Cámara Penal deberá decir si recibe o no pena.
Por Claudio Berón