Una misma bala que le atravesó un brazo y reingresó al cuerpo a la altura de las costillas fue la que causó la muerte, por una intensa hemorragia, de Leandro Brizzola. Así lo explicó al declarar en el juicio la médica forense Alejandra Carolina Nagel, quien practicó la autopsia en la morgue judicial de Rosario.
La forense explicó que Brizzola fue alcanzado por dos disparos que dejaron en total cinco orificios: tres de entrada y dos de salida. Un plomo ingresó por el costado izquierdo de la espalda, ascendió por el plano muscular y salió por el brazo izquierdo sin lesionar partes blandas. El otro, letal, atravesó el brazo derecho, reingresó a la cavidad torácica a la altura del cuarto espacio intercostal y causó una severa lesión en el pulmón derecho, la arteria y la vena pulmonar. La bala quedó alojada en el cuerpo y fue reconocida por la médica al serle exhibida por el fiscal.