Mauricio Laferrara, hijo de un viejo hampón aliado de Los Monos, siguió los pasos de su progenitor y era buscado por la Justicia bajo la sospecha de haber participado en varios hechos delictivos además de ser considerado un ladero de la banda narcocriminal que lideraba Esteban Lindor Alvarado. En ese marco, ayer la búsqueda dio sus resultados. Lo apresaron en una casa de 9 de Julio al 3300, en Echesortu. Según trascendió, en el lugar los efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales que realizaron el procedimiento encontraron una bolsa con bochas de cocaína y unos dos millones de pesos en efectivo.
La orden de detención había sido emitida por el fiscal de Delitos Complejos Matías Edery en el marco de la causa que tiene a Alvarado preso como instigador del secuestro y asesinato del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en noviembre del año pasado.
Maldonado tenía 37 años. La última vez que lo vieron con vida fue el 10 de noviembre del año pasado cuando dijo que se iba a comer un asado con amigos al barrio Godoy, de donde era oriundo. Algunas horas después su auto fue encontrado frente a su domicilio de Garibaldi al 600, en Tablada.
Tres días después lo hallaron ejecutado de cuatro balazos, uno de ellos en la nuca, tirado junto a la colectora sur de Circunvalación, a metros de bulevar Oroño. Entre sus ropas había un cartel que decía “Con la mafia no se jode”.
Según la pesquisa, el ideólogo de ese crimen fue Esteban Lindor Alvarado, apresado el 1º de febrero en Embalse Río Tercero cuando estaba bajo libertad condicional tras cumplir parte de una condena a seis años y medio de prisión por comandar una banda dedicada al robo de autos en el conurbano bonaerense.
La distribuidora
Otra causa en la que está involucrado Laferrara hijo es el fatal ataque del 7 de septiembre contra una distribuidora de Constitución 5147, propiedad de Oscar “Manco” García, sindicado como jefe de una asociación ilícita dedicada a la usurpación de viviendas en la zona sur de Rosario.
En el hecho, el “Manco” recibió cuatro balazos en la espalda pero sobrevivió. Quien llevó la peor parte fue Cristian Beliz, de 25 años, alcanzado por al menos nueve tiros que terminaron con su vida. Sobre el móvil del ataque se mencionó el vínculo familiar que el “Manco” tiene con Laferrara padre y las fisuras que habría tenido esa relación.
El crimen
El nombre de Laferrara también aparece mencionado en la investigación por la desaparición y muerte de Cristian Enrique, quien tenía 22 años cuando el 23 de octubre de 2018 lo secuestraron mientras estaba en su auto con su novia y cuatro hombres que llegaron en otro vehículo se lo llevaron a punta de pistolas.
Nada se supo de él hasta el 10 de noviembre siguiente cuando su cuerpo apareció en la banquina de la ruta provincial 14, a la altura del kilómetro 6,5 en avanzado estado de descomposición y con rastros de haber sido baleado.
El padre
Jorge Alberto Laferrara es el padre del muchacho apresado ayer en Echesortu. Es un viejo hampón que estuvo vinculado a Los Monos y capturado el 20 de junio último tras violar salidas transitorias mientras purgaba una condena por homicidio. Entonces fue imputado de querer coimear con 100 mil pesos al policía que lo sorprendió cuando fugaba de un desarmadero de autos lindero a la ruta 18, en el sudoeste rosarino.
Desde entonces volvió tras las rejas para cumplir una condena unificada a 19 años y 4 meses de cárcel que le impusieron en 2005 por intentar ingresar al país una carga de marihuana junto a Ariel Máximo “El viejo” Cantero en el año 2000 y como responsable del homicidio de Agustín González, un chico de 15 años asesinado por tres personas. Por ese hecho purga la condena más grave hasta el 2025.
