Buenos Aires.— Otra vez un homicidio en un barrio cerrado. Esta vez ocurrió el miércoles por
la noche en el partido bonaerense de Exaltación de la Cruz, ubicado en el kilómetro 71 de la ruta
Panamericana ramal Pilar. La víctima fue una mujer de 29 años, madre de dos pequeños, asesinada de
al menos cuatro disparos calibre 11.25 mientras hablaba por celular en la puerta de su chalé. El
atacante disparo desde un auto en movimiento. La familia de la víctima colocó en el ojo de la
sospecha al ex marido, un hombre de 59 años que había sido excluído del hogar, pero el fiscal de la
causa le bajó el tenor al decir: “hay varios sospechosos”. Y aclaró que si las
sospechas de la familia sobre el ex marido “tuvieran asidero ya estaría detenido”.
Rosana Edith Galeano era una ex modelo de 29 años que tenía dos hijos de
3 y 5 años. Desde mediados de 2007 estaba separada de su esposo José Jacinto Arce, un comerciante
de pollos y huevos de 59 años. El final sobrevino cuando la mujer realizó una denuncia por malos
tratos ante la jueza de paz María Núñez Leguizamón, y esta resolvió que el hombre se fuera de la
vivienda.
El miércoles aproximadamente a las 22, Rosana cenaba en su casa en el
barrio privado de El Remanso junto a su hermana Mónica, de 34 años, cuando sonó su celular. La
mujer atendió pero como la señal era mala, abrió la puerta de su chalé y salió al palier. Cuando la
mujer traspuso la puerta, se escucharon seis detonaciones.
Una llamada. “Sonó su teléfono y apenas salió de la casa se escucharon seis disparos.
Quiso entrar nuevamente a la casa, como para escapar, y parece que tardó y por eso le pegaron los
tiros en la espalda”, remarcó ayer Oscar, hermano de la víctima. “A mi hermana no le
fueron a robar, la fusilaron desde dos metros y medio de distancia”, señaló. Rosana Galeano
recibió cuatro disparos de pistola calibre 11.25. La mujer tuvo un acto reflejo y trató de
cubrirse, pero no pudo y la mayoría de los impactos los recibió en la espalda. Luego entró a su
casa, donde falleció.
El sospechoso. Según relató Mónica, sólo le oyó a su hermana gritar “¡Uy!”. Y
luego sintió que la joven corrió hacia la puerta, pero antes de entrar a la casa recibió cuatro
disparos por la espalda y cayó muerta en el hall, dijeron los informantes. Al ver a su hermana
baleada, Mónica alertó de lo ocurrido a la seguridad privada del barrio y a la policía, por lo que
poco después del hecho, los efectivos de la comisaría local arribaron al lugar.
A la hora de buscar un sospechoso por el crimen, Oscar Galeano apuntó
directamente sobre su cuñado. “Era la única persona con la que mi hermana tenía
problemas”. No obstante, Marcelo Pernici, el fiscal de Zárate-Campana a cargo de la
investigación, dijo que “hay varios sospechosos” y que si las sospechas de la familia
sobre el ex marido “tuvieran asidero, estaría detenido”. Fuentes judiciales confiaron
que el ex esposo adujo que al momento del crimen se encontraba en el hospital de Pilar con los dos
hijos del matrimonio, dos varones de 3 y 5 años, ya que uno de ellos padecía “un grado de
fiebre muy alta”.
“El dato de que estuvo allí —destacaron los voceros—
lo tenemos medianamente chequeado”. Además, en el marco de la investigaciones llevadas
adelante por el fiscal ayer por la tarde se allanó la vivienda de un jardinero, también sospechado
por la familia de la víctima, que está situada a cinco cuadras de donde ocurrió el crimen. Allí se
secuestraron, entre otros elementos, un teléfono celular y ropa que es sometida a pericias. En caso
de que se determine que desde ese teléfono se llamó a Galeano se complicaría su situación, aunque
hasta esta noche no había detenidos.
El fiscal Pernici dispuso, además, que el teléfono celular usado por la
víctima sea remitido a la Policía Científica para analizar desde dónde se realizaron los últimos
llamados que recibió. “Es un dato más porque la mujer había recibido llamados en reiteradas
oportunidades; incluso cuando falleció tenía el teléfono agarrado con la mano y seguía
sonando”, dijo uno de los investigadores del caso. De todos modos, los pesquisas dieron
prácticamente por descartada la hipótesis del robo y se inclinaron por sospechar que se trató de un
crimen por encargo.