Durante algo más de un año el paso de una misma persona dejó un reguero de sangre que unió lugares muy diversos en su caprichoso trazo: Granadero Baigorria, Cabín 9 (Pérez), Piñero y el sudoeste de Rosario. Fueron seis homicidios en total que dos fiscales le atribuyeron a Mauricio Laferrara, un joven de 23 años que en la audiencia judicial de ayer fue conectado a la estructura criminal encabezada por Esteban Lindor Alvarado. En el mismo trámite judicial un muchacho de la misma edad, que es policía en disponibilidad y primo hermano del primer acusado, fue imputado de haber intervenido en al menos dos de esos asesinatos. El trasfondo de estos hechos, que fueron ejecuciones feroces y muy resonantes, es la batalla entre la banda de Alvarado con Los Monos.
Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra señalaron a "Mauri" Laferrara como integrante de la asociación ilícita de Alvarado y exhibieron la evidencia que lo conecta: audios telefónicos, voces de testigos de identidad reservada, reconocimientos en imágenes de video que lo sindican actuando en los hechos delictivos analizados.
La audiencia fue una película de acción en la que se mostró cómo "Mauri" quedó implicado en un triple crimen de Granadero Baigorria en 2018; en el secuestro y asesinato de Cristian Enrique en Cabín 9, que apareció sin vida en noviembre de ese año; en el secuestro y ejecución del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en ese mismo mes. Y finalmente en el atentado contra una distribuidora de Constitución y Lamadrid en Rosario, donde el 7 de septiembre pasado resultó asesinado Cristian Beliz y fueron heridas tres personas. El primo de "Mauri" acusado ayer, el policía Angel Nahuel Bini quedó imputado de participar en los crímenes de Enrique y en el de la distribuidora el mes pasado.
El primero de los casos analizados es el de los hermanos Ezequiel David "Parásito" Fernández, José Horacio "Grasa" Fernández y su amigo Gerardo "Abuelo" Abregú. Estos fueron acribillados a balazos cuando estaban dentro de un Corsa Clasic y murieron en el acto. Un testigo cuya declaración fue protocolizada señaló que "Parásito" fue contactado por Ariel "Guille" Cantero, líder de Los Monos, para atentar contra el hijo de Esteban Alvarado, y que "Mauri" Laferrara se anticipó y se encargó de exterminarlos disparando con una pistola High Power calibre 9 milímetros.
Como evidencia se indicó que en el celular de "Mauri" Laferrara había un mensaje que impacta en una antena de Baigorria el día del triple crimen cuando esa no era la zona de su despliegue rutinario ya que es de barrio Tío Rolo. Otro elemento fuerte en su contra fue el hallazgo del arma con la que se cometió el triple crimen en la guantera de una Toyota Hilux de su madre.
En ese vehículo estaba Jorge Laferrara, padre de "Mauri", cuando fue atacada a tiros, lo que provocó la huida de su ocupante que estaba prófugo de la Justicia. El que habría disparado es Cristian Enrique que por ello, se adujo en la audiencia, fue secuestrado días después en un hecho en el que participaron "Mauri" y su primo Angel Bini el 23 de octubre del año pasado. El cadáver baleado de Enrique apareció el 10 de noviembre.
Un día después
El 11 de noviembre pasado, en tanto, fue secuestrado de su casa el prestamista Lucio Maldonado. La evidencia expuesta en la audiencia ayer es que Mauri Laferrara estuvo en el secuestro a bordo de un Renault Kangoo, que hubo comunicaciones de él cuando llegaba a la quinta en el paraje Los Muchachos donde el prestamista fue retenido y asesinado, vivienda que pertenece a Esteban Alvarado. Este mismo le dijo a otro imputado en el hecho, Facundo "Lapo" Almada, que habría problemas si cruzaban su teléfono "con el de Mauri".
Sobre el ataque a la distribuidora de Constitución al 5200, "Mauri" Laferrara y su primo Ángel Bini fueron acusados de haber disparado desde una Fiat Toro conduciada por el primero. Según los fiscales Bini estaba en el asiento trasero y cuando el vehículo se detuvo ambos comenzaron a disparar, ocasionando la muerte de Cristian Béliz, de 25 años, y dejar tres heridos.
La calificación de los hechos fue de homicidios calificados. A los dos la jueza Valeria Pedrana les dictó prisión preventiva por plazo máximo.