Capitán Bermúdez.- Un intento de asalto en el interior de una farmacia de esta ciudad terminó con una empleada del local y un policía heridos de bala, aunque fuera de peligro, y uno de los ladrones atrapado y golpeado salvajemente por los clientes que estaban en el comercio.
Todo se desató al caer la tarde del viernes en la farmacia Perlo, en General Paz y Eva Perón, en el barrio Villa el Prado de Capitán Bermúdez, cuando dos muchachos y una chica oriundos de Rosario llegaron con intenciones de robar. En ese momento dentro del local había varios clientes, lo que no amedrentó al trío de maleantes.
Uno de los jóvenes y la chica ingresaron exhibiendo un arma de fuego mientras el tercer cómplice los aguardó en la puerta a bordo de una moto. Enseguida, y bajo amenazas a todos los presentes, intentaron sustraer el dinero de la caja, momento en que accidentalmente se habría producido un disparo que hirió a Gilda Barisone, de 38 años y empleada de la farmacia.
Ante ello, el agente policial Esteban Basán, que se encontraba de civil y midiendo su presión arterial, intervino dando la voz de alto y generó un intercambio de balazos con el delincuente que terminó con el agente herido en su pierna y reteniendo al ladrón en el piso una vez que éste perdió su arma.
Súplica y balas. Gilda trabaja hace quince años en la farmacia. "Me puse en cuclillas detrás del mostrador y pedí por Dios que no pasara nada. Entonces me asomé por un costado del mostrador, moví la cabeza y escuché varios tiros, uno me dio en el muslo. Si no me hubiera corrido, el tiro me da directo en la cabeza", dijo la mujer ayer, en su casa, donde recibió a este diario mientras se repone de la herida recibida.
Con la situación controlada por el policía, los demás clientes aprovecharon la circunstancia para abalanzarse sobre el maleante, al que le propinaron una feroz golpiza. Todo cesó cuando llegó un móvil del Comando Radioeléctrico, fuerza que había sido advertida con el botón de pánico conectado al sistema de alarmas de la farmacia.
La llegada del patrullero puso en fuga a la joven asaltante y al cómplice que actuaba de campana, quienes escacaparon dejando abandonada una de las dos motos en las que el trío había llegado al lugar. Se trata de una Guerrero 110 de color negro robada el mismo viernes en Granadero Baigorria.
La mujer herida fue mas allá en su relato de los golpes al delincuente. "Cuando los vecinos se le tiraron encima al ladrón, el chico decía que él no había disparado, pero los vecinos le pegaron mucho, lo desfiguraron. Mi familia vive hace cincuenta años en el barrio y nos conocemos todos", sostuvo la mujer para acotar que: "Un viejito de acá a la vuelta le daba pataditas y decía que le tenían que pegar un tiro. El policía que lo retenía en el piso, antes de que llegara el Comando, no pudo impedir que le pegaran", explicó.
Para la empleada de la farmacia, luego del shock inicial, todo fue muy rápido. "La peor era la chica. Una morochita con rulos de no más de 22 años. Me decía cosas, gritaba y sacó un arma. Era muy agresiva y casi la que comandaba a los otros dos. Inicialmente me dijo que estaba embarazada pero cuando se sacó la campera seguro que tenía el arma en la manga", dijo Gilda. "Para mí que ella fue la que más tiró, era ruda y medio machona".
Gilda tiene para quince días de reposo. La bala se le incrustó en el muslo y espera que el cuerpo no la rechace: "Si no me tienen que hacer una operación grande para sacarla, pero por suerte estoy viva", dijo.
Detenidos.Quien terminó preso tras ser salvado por la policía de ser linchado es Santiago L., de 21 años, domiciliado en Superí al 2100 de Rosario, a quien la policía le secuestro un revólver Cobra calibre 38.
Según fuentes policiales, el muchacho confesó que actuó en complicidad con Daniel R., de 21 años y apodado Messi, quien vive en la zona de Felipe Moré y las vías y cuenta con numerosos antecedentes penales; y una mujer de 24 llamada Melina que vive en pasaje Lord Kevin y Dorrego, también de Rosario, quienes huyeron del lugar en una Yamaha Cripton de color rojo.
Ya en horas de la madrugada, agentes de la Agrupación ssUnidades Especiales de la Unidad Regional XVII llegaron hasta la zona de Felipe Moré y Mendoza y en las inmediaciones lograron detener a Messi, quien tenía una pistola cromada calibre 6 milímetros. De esa forma, anoche sólo restaba la detención de la mujer que integró el trío.
Por otra parte, tanto la empleada de la farmacia como el agente policial fueron derivados a un centro asistencial de Rosario pero recibieron el alta ayer mismo tras ser curados de sus heridas.
Silencio
En la peluquería que se encuentra frente a la farmacia Perlo había la tarde de ayer un grupo de hombres. Al preguntárseles por el incidente dijero tener pocos conocimientos y cuando el cronista intentó hurgar en los golpes recibidos por el ladrón la respuesta fue concreta: "Acá nadie le pegó a nadie". Después, un pacto silencio.