Diez policías bonaerenses fueron condenados a penas de entre 3 y 16 años de prisión de cumplimiento efectivo como responsables de la muerte de cuatro adolescentes durante un motín que desembocó en un incendio en octubre de 2004 en una seccional de Quilmes. Entre los acusados hay un ex comisario.
Los efectivos ya habían sido sentenciados el 19 de octubre de 2015 a penas mayores por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Quilmes, conformado por los jueces Alicia Anache, Armando Topalián y Alejandro Fortunato.
Sin embargo, un fallo de la sala III del Tribunal de Casación Penal dispuso el reencuadre legal de las penas al quitar agravantes y poner como atenuante "el excesivo paso del tiempo en la sustanciación del proceso penal".
Por ese motivo el Tribunal debió dictar nuevamente las sentencia, y aplicó penas levemente inferiores a las dictadas en juicio. El entonces jefe de la seccional 1ª de Quilmes, comisario Juan Pedro Soria, fue el más beneficiado por el reencuadre legal, ya que había sido condenado en 2015 a 10 años por "estrago culposo seguido de muerte y omisión de evitar tormentos".
Sin embargo, la Cámara de Casación entendió que Soria no tuvo responsabilidad en el incendio que provocó la muerte de los reclusos, pero sí en las torturas realizadas. Ahora los jueces lo condenaron a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
El oficial inspector Fernando Pedreira recibió una pena de 16 años, por "vejaciones y torturas en concurso real", mismo delito que se le impuso al cabo Hugo Daniel Dulía, condenado a 9 años de prisión.
A su vez el subcomisario Basilio Vujovic fue condenado a 3 años y 6 meses de prisión; los agentes Franco Manuel Góngora y Gustavo Daniel Altamirano a 3 años y un mes; y la agente Elizabeth Fernanda Grosso, a 3 años y 3 meses, todos por el delito de vejaciones. Por apremios ilegales los oficiales Gustavo Humberto Avila y José Gómez recibieron una pena de 3 años de prisión que ya cumplieron; y el oficial Juan Carlos Guzmán, a 7 años.
Tragedia
El hecho ocurrió el 20 de octubre de 2004 a las 23.30 cuando los detenidos quemaron colchones en sus celdas de la comisaría ubicada en pleno centro de Quilmes.
Al momento del conflicto había 17 adolescentes detenidos en la dependencia, siete de ellos en un calabozo y los restantes 10 en otro. Durante la tarde los policías ingresaron en las celdas, los hicieron desnudar y los golpearon, una "práctica sistemática" según declararon varios testigos
El motín se generó cuando un oficial le dijo a uno de los detenidos que su hermanita de dos años había muerto, lo cual era falso, por lo que el joven empezó a gritar para que lo dejaran salir para ver a su familia.
El abogado de las víctimas, Rodolfo Yanzón, afirmó que "los familiares aplaudieron tras la lectura del fallo. "Sabiendo que la decisión de Casación implicaba reducir las condenas, los familiares estuvieron conformes con el fiscal y el tribunal", remarcó el profesional.