En un hecho sin precedentes, un ciudadano español fue detenido ayer por la mañana en el aeropuerto internacional de Fisherton cuando trataba de ingresar al país con un poco más de 10 kilos de cocaína disimuladas en distintos elementos de su equipaje.
El detenido arribó en un vuelo de Lan procedente de Lima, Perú, y cayó en desgracia cuando tuvo inconvenientes con su documentación al realizar el trámite de migraciones. Acto seguido, y ante la inminencia de que personal de Aduana/Afip le registrara el equipaje, la mula europea terminó admitiendo que traía mercancía y fue detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Se hace difícil valorar este cargamento ya que en Perú el kilo de cocaína tiene un valor de 600 y en España de 32 mil euros.
Un capítulo aparte en esta crónica es la manera en la que la mula intentaba ingresar la cocaína. Un verdadero catálogo en el camuflaje de la droga. La cocaína estaba en la encuadernación de una agenda, en las plataformas de por lo menos tres pares de sandalias, disimulada bajo el forro de los bolsos, en pequeños trozos de tubos de pvc y hasta en píldoras ahuecadas.
El detenido, de 39 años, fue indagado ayer por la tarde por el juez federal Marcelo Bailaque e inmediatamente fue puesto bajo la órbita del Servicio Penitenciario Federal.
Vuelo inca. Desde diciembre pasado, la compañía aérea Lan, de capitales chilenos, comenzó a explotar la ruta Lima-Rosario-Lima con cinco frecuencias semanales. Los martes y jueves no hay vuelos.
La historia del decomiso de droga realizado ayer en el aeropuerto internacional de Fisherton comenzó a la 1.25, hora de Perú (las 3.25 en Argentina), cuando el Airbus 319 partió del aeropuerto internacional Jorge Chávez con el número LP2779.
En la aeronave viajaban 104 pasajeros, entre ellos Antonio Ocampo Malpartida, el ciudadano español protagonista de esta crónica policial. El avión de LAN decoló en la pista rosarina a las 7.25 y los 104 pasajeros descendieron para realizar los trámites pertinentes para ingresar al país, ya que el vuelo no tiene escalas. Procedía de Lima pero el protagonista de esta historia tomó un primer vuelo en Arequipa hacia la capital peruana.
Ya en Rosario, los pasajeros de Lan realizaron la cola, con su equipaje de mano, para formalizar los trámites migratorios. Una vez cumplido ese requisito los recién llegados pasaron a la cinta transportadora de equipaje para retirarlos.
Al llegar al mostrador Ocampo Malpartida tuvo inconvenientes con su documentación personal: no hizo constar domicilio en Rosario y el personal migratorio le preguntó dónde se hospedaría. Se embrolló al responder y ante este imprevisto se le acercaron además efectivos de la PSA y de Aduana/Afip.
Le dijeron que ante sus contradicciones y la imposibilidad de explicar a qué venía a Rosario debía ser deportado pero que antes le revisarían sus bolsos. Ante la inminencia de la apertura del equipaje, según fuentes de la causa, el español se sinceró y dijo que transportaba droga.
Analgésicos reforzados. Entonces comenzó un examen de cada elemento que contenía el equipaje. La droga comenzó a fluir de la encuadernación de una agenda personal, de las plataformas de pares de sandalias, de los bolsos artesanales, de dos tubos de pvc y de algunas pastillas de analgésicos ahuecadas.
A las 9.20, con el número LP2778, el Airbus 319 de Lan completó su ruta hacia Lima con 136 pasajeros a bordo. Sobre el mediodía, el encargado de la División de la Aduana Rosario, Juan José Lionello, fue el encargado de hablar escuetamente con la prensa. "La droga no estaba en un sólo lugar", dijo. Aclaró que el arresto era un trabajo conjunto de efectivos de Aduana/Afip, Migraciones y PSA.
A los pocos minutos, el español salió con su cabeza tapada con su campera y puesto en un móvil del PSA. El peso total de la droga incautada fue de 10 kilos 630 gramos.
Mientras nadie comprendía la osadía o inconsciencia del europeo, pesquisas consultados indicaron que este tipo de embarques continúan viaje a Buenos Aires y desde Ezeiza a Europa. "Creemos que están probando si los controles del aeropuertos son permeables. Igual no se entiende la cantidad de droga que quiso meter el español y suponer que no sería detectado por los escaners que examinan todo el equipaje", explicó un investigador que trabaja en el caso.
Depósito fiscal
El 30 de agosto de 2007 en el aeropuerto de Fisherton, un empleado aduanero detectó un bulto en un camión conducido por dos choferes correntinos hacia el depósito fiscal. El bulto contenía 275 kilos de marihuana. En diciembre de 2008 los choferes José Etcheberry, de 39 años, y su medio hermano Orlando Gutiérrez, de 29, fueron condenados a seis años.