Un cuidacoches que se desempeña en la zona del hospital del Centenario aseguró que sufrió apremios ilegales por parte de un efectivo de la comisaría 7ª, luego de ser detenido durante un operativo de tránsito realizado en la mañana de ayer en Urquiza y avenida Francia.
En diálogo con La Capital, Carlos L. detalló cómo fue que terminó detenido en la seccional y contó que "en los últimos tiempos se vienen realizando varios operativos de tránsito en la zona del hospital. El de ayer a la mañana, entre las 9.30 y las 10, fue el segundo o tercero de la semana. La gente de la Municipalidad viene con apoyo de la policía, que nos pide datos y nos saca fotos para tenernos identificados".
"Ayer -continuó el cuidacoches- vienen dos móviles policiales y uno de los efectivos, que portaba un arma, me invita a subir al patrullero. Allí, sin mediar palabra, me empieza a insultar y me dice 'cancherito, ¿sos vivo vos?, h.. de p...' y un montón de barbaridades. Yo tengo 44 años, estoy grande para que me insulten y le pedía que me respetara. Al doblar por Cafferata clava los frenos y me da un culatazo que me rompió la boca".
El cuidacoches contó que al legar a la puerta de la comisaría empezó a juntarse gente y "para justificar que me estaba agrediendo, empezó a gritar '¡dale choro, ladrón!' y pidió ayuda para que me esposen. Yo puse los brazos para arriba y me los dobló para esposarme. Vino otro policía, que me tomó del cuello y me cortó la respiración. Forcejeé un poco pero me desvanecí".
"Al llevarme a la parte de atrás del penal me lo volví a cruzar y lo reconocí. 'Fuiste vos' le dije y le pregunté el nombre. Me dijo Pablo Escobar, pero me sonó a broma. Pero también me dijo que le decían "El rompehuesos'. Me amenazaron de que no hablara ni dijera nada porque podría terminar como Franco Casco (un joven oriundo de Florencio Varela que tras estar detenido en esa seccional en octubre de 2014, desapareció y su cadáver apareció flotando en el río Paraná)".
Carlos L. aseguró que al dejarlo en libertad le entregaron un papel donde quedaba sentado que lo habían acusado por "amenazas y lesiones" y que la denuncia la había presentado un agente de tránsito.
"Salí de ahí y me fui al Ministerio Público de la Acusación a hacer la denuncia. Hoy fui al médico forense y constató mis lesiones. Tengo golpes internos pero los más visibles son en la boca y en ojo", contó.
Por último el cuidacoches -que trabaja en el lugar junto a varios familiares- señaló que "confío en la Justicia y a pesar de que tuvimos temor decidimos hacer la denuncia para que esto no vuelva a suceder y porque nosotros vivimos de esto y necesitamos comer. De nuestro trabajo dependen unas seis familias".
La denuncia llegó a conocimiento de la fiscal de la Unidad de Violencia Institucional, Karina Bartocci.