Los padres de un chico de 16 años denunciaron en la Fiscalía Nº7 de los
tribunales provinciales que el miércoles pasado su hijo fue llevado detenido a la seccional 30ª
tras un intercambio verbal con una empleada policial. Ahí fue golpeado por al menos tres
uniformados. Según los denunciantes en el lugar al pibe lo hicieron desnudar y lo golpearon hasta
con un palo. "Uno de ellos agarró una cuchilla y le dijo a mi hijo: «Te voy a abrir desde los
huevos para arriba. No tengo ningún problema en matarte. Acá si queremos matamos gente»", afirmó
ayer Arnaldo Bacca. El menor, quien no tiene antecedentes, estuvo retenido al menos tres horas.
Un detalle relevante es que esa liberación se produjo por mediación de un alto
oficial de la Jefatura de Rosario que conoce el padre del chico. Y un llamado de este jefe a la
comisaría 30ª propició el final de la detención. Que, según la denuncia, fue el final de un arresto
sin causa, de un acto de humillación y de maltrato físico a un menor.
Arnaldo y Alejandra tienen cinco hijos: tres varones y dos mujeres. Todos
menores de edad. Viven a unas 15 cuadras de la seccional 30ª. El miércoles Arnaldo acompañó a uno
de sus hijos, el de 16 años, a buscar un gimnasio por la zona para practicar boxeo. Para las 19.30
volvían a su casa caminando por calle Baigorria. Al pasar por la esquina de Pizzurno se cruzaron
con una empleada policial que charlaba con un hombre. "Me llamó la atención la forma en la que nos
miró la policía. Como rebajándonos. No le di importancia, pero el nene le sostuvo la mirada. «¿Qué
mirás?», le dijo ella. El respondió: «¿Qué mirás vos?». Ella contestó con un insulto, pero no le
dimos importancia y seguimos caminando", relató Arnaldo.
Mal de ojo. A los 300 metros, a la altura de Baigorria al 2400, los detuvo un
móvil del Comando Radioeléctrico. "Uno de los policías nos dijo que debíamos ir a la comisaría 30ª
porque una empleada policial había denunciado que la habíamos insultado. Yo no entendía nada pero
los acompañamos", rememoró Arnaldo.
"Cuando llegamos a la comisaría entré confiado y fui a hablar con la oficial de
guardia. Mientras esto pasaba apareció la empleada con la que habíamos tenido el entredicho, agarró
de los pelos a mi hijo y lo metió en un cuartito. Yo me quedé helado. Atrás de la empleada entró
otro policía. Pregunté qué pasaba y me sacaron. Entonces entró un tercer policía con un palo largo,
de esos de los que usan en la cancha, y oí que mi hijo empieza a gritar: «Pa, me están pegando»",
precisó.
Bacca afirma que insistió para que lo dejaran entrar. "Ahí escuché que otro
policía que estaba en el pasillo gritaba: «Metelo adentro a ese también». Les rogaba que no le
pegaran porque es menor. Una de las mujeres que esperaba para hacer un trámite me dijo que llamara
a un abogado. Yo estaba embatatado. No sabía que hacer. Uno no está preparado para eso. Me bloqueé.
Salí de la seccional y llamé a mi mujer", recordó.
"Medio oscurito". La denuncia judicial dice que al adolescente lo hicieron
desnudar y su padre afirma que los policías se pusieron más bravos cuando supieron que practicaba
boxeo. La acusación recae sobre dos de los tres uniformados: un hombre y la empleada con la que
tuvieron el incidente previo. El chico estuvo en la 30ª entre las 19.30 y las 23.15, cuando
Alejandra, su mamá, lo retiró del lugar.
"Cuando fui a hablar con la empleada policial para pedirle una explicación ella
me dijo con tono sobrador: «Lo vi medio oscurito...». No la dejé terminar la frase «¿Me estás
diciendo que porque mi hijo es de piel oscura me lo trajiste a la comisaría y me lo golpearon?».
Ella me contestó: «Usted interpreta lo que quiere. Su hijo tiene que aprender a respetar la
autoridad. Me miró de mala manera». Y después me dijo agarrándose las charreteras: "Además a mi
esto no me lo regalaron»", relató Alejandra.
En el desierto. Y la mujer agregó: "Mi hijo tiene una familia detrás. El que no
está perdido. Esa misma noche, mientras nosotros estábamos ahí, trajeron a dos pibitos menores que
mi hijo. Los humillaron y los apretaron con la cuchilla", narró la madre del joven. Los padres
apuntan de lleno a un caso de portación de cara. "Para esta policía un pibe morocho, que usa
bermudas, camiseta de básquet de la NBA, que lleva vincha y zapatillas nuevas es un caco. Lo
llevaron a la comisaría por portación de cara", resaltó Alejandra. El jueves la familia Bacca fue
hasta la fiscalía Nº7 y radicó la denuncia. "A mi hijo lo revisó un médico policial que nos
recomendó que lo hiciéramos ver por uno particular", recalcó la mamá.