La policía asegura que el robo a la sucursal Alberdi del banco Macro, ocurrido el miércoles, está
esclarecido. Con la detención de un recluso de 42 años, quien no regresó en término a la Unidad 3
tras una salida transitoria el día del robo, para los pesquisas se desbarató la banda que se llevó
“casi 20 mil pesos”. Del botín no apareció un peso.
De acuerdo a fuentes consultadas no fueron cuatro los ladrones que
actuaron sino tres. No fueron 4.500 pesos los que se llevó el hampón que logró huir sino “19
mil y pico de pesos, según el reporte del banco”. Dos de los detenidos como autores tenían
permisos transitorios para salir de prisión.
La investigación del golpe bancario quedó en manos de la jueza de
Instrucción María Luisa Pérez Vara con el auxilio de la Dirección de Asuntos Internos de la
policía. La intervención de Asuntos Internos se debió, según pudo saberse, a la intervención de
policías en el tiroteo en el que uno de los maleantes fue herido.
El golpe. El atraco fue el miércoles pasado a las 11.10. Los delincuentes llegaron en un Fiat
128 hasta el banco de Rondeau y Washington. Dos de ellos entraron. Redujeron a los custodias,
hicieron un disparo intimidatorio y robaron las dos cajas que estaban funcionando. Pero todo se
precipitó hacia el fin con la llegada de un móvil policial.
Esto motivó un desbande de los maleantes. El del auto huyó. Otro de los
hampones tomó a una clienta del banco como rehén, pero la mujer logró zafar. Luego se produjo un
feroz tiroteo con pistolas 9 milímetros. Un ladrón fue herido y el otro detenido a bordo del auto.
El tercero se fugó.
Para la última detención fue determinante la filmación de las cámaras
del Macro.
“Se puede apreciar cómo entran los ladrones y reducen a los
custodios. Se ve la secuencia cuando hacen un disparo intimidatorio y uno se sube a las cajas que
estaban operando. Ese es el que manotea el dinero”, aseguró un allegado a la pesquisa.
“Hay imágenes muy nítidas de las caras”, explicó.
Un rostro en la pantalla. El rostro que se observa en la grabación es para la policía el de
Juan Carlos Baso, un pesado del hampa local de 42 años que estaba detenido en la Unidad 3 gozando
de salidas transitorias diarias para poder trabajar.
La policía asegura que el hombre debió volver a prisión el miércoles a
las 19, pero no lo hizo hasta las 20.30. Tiene varios antecedentes por delitos contra la propiedad.
Por el robo a un comercio en 1999 fue condenado a 5 años y 8 meses. El 7 de enero de 2003
protagonizó una resonante fuga de presos, 19 en total, de la comisaría 1ª de Rosario.
Fuentes policiales recordaron que en noviembre de 2003 cayó detenido por
el asalto el 17 de mayo de ese año a una planta elaboradora de envases de cartón y taller de
litografía, propiedad de un primo del juez Osvaldo Barbero. Al magistrado, quien estaba en el
lugar, le robaron una cadena de oro, 100 pesos y un celular.
La policía también investigó a Baso como presunto miembro de una gavilla
integrada por Víctor Oviedo —muerto en una balacera con policías en una chatarrería del
barrio Bella Vista hace un año—, Hugo Sebastián Salazar, Sergio Darío Checu Camos entre
otros. Pero fue desvinculado. Actualmente estaba detenido en la Unidad 3 gozando de las salidas
antes mencionadas.
Además por el robo al Macro hay dos hombres que fueron detenidos a los
pocos minutos del atraco. José Eduardo Gordo Cardozo, de 44 años, era quien manejaba el Fiat 128
color blanco en el que la banda llegó y debió irse. Lo apresaron con auto y todo, a ocho cuadras
del banco, en Chiclana y las vías. Como Baso también tenía un permiso transitorio de salida de la
cárcel de Zeballos y Riccheri. Pero nunca volvió. Sólo desde 2002 acumula ocho antecedentes
prontuariales. Y José Torres, de 42 años, quien fue herido por balas policiales al enfrentarse a
los vigilantes de la Patrulla Urbana que llegaron al lugar y terminó internado en el hospital Eva
Perón. l