Cuatro integrantes de la flamante Policía de Acción Táctica (PAT) de la provincia fueron detenidos y hoy serán imputados como responsables de matar a Jonathan Ezequiel Herrera, el joven rosarino de 23 años que fue prácticamente ejecutado de tres balazos el domingo 4 de enero mientras lavaba su auto en su casa, al quedar en medio de un tiroteo entre esa fuerza y el Comando Radioeléctrico (CRE), que trataban de reducir a un ladrón. El fiscal que investiga el hecho, ocurrido en bulevar Seguí y Ayacucho, confirmó que a partir del resultado de las pericias balísticas se determinó que los proyectiles homicidas partieron de las armas oficiales.
Hace nueve días Jonathan caía mortalmente herido a pocos metros de la puerta de su casa cuando tres balas calibre 9 milímetros le atravesaron distintas partes del cuerpo. Una le rozó la cabeza y le provocó el estallido del cráneo, otra se le incrustó en la cadera y una tercera le perforó el pie. Desde un primer momento los familiares y testigos directos del desgraciado incidente, apuntaron que el joven había sido víctima innecesaria de una desmedida acción policial.
Cuatro agentes. El fiscal de la Unidad de Homicidios, Adrián Spelta, confirmó ayer que 4 agentes de la PAT, tres oriundos de la ciudad de Santa Fe y otro de Calchaquí, habían sido detenidos en la capital provincial y eran trasladados a Rosario, donde hoy serán imputados de "homicidio calificado" a partir de las pericias balísticas, testimonios, videos y otras pruebas a partir de las cuales se confirmó que de sus armas partieron las balas que mataron a Jonathan.
Con esos elementos que acumuló el funcionario quedó enterrada la primigenia hipótesis que se echó a correr y que señalaba al delincuente perseguido como quien había disparado contra el joven. Una idea que nunca se pudo sostener a partir de las elocuentes pruebas de la dinámica del hecho, que se reconstruyó a partir de testimonios directos, filmaciones de cámaras de video y pericias.
"Podemos determinar que los cuatro han tenido una suerte de participación en este hecho, es por eso que mañana (por hoy) deberán pasar por una audiencia imputativa. Están acusados de "homicidio calificado. Tenemos cuatro personas detenidas, sus cuatro armas han sido peritadas y han tenido participación en el hecho", afirmó ayer Spelta.
El funcionario prefirió no dar mayores precisiones acerca del rol que tuvo cada uno de los uniformados —puntualmente quién o quienes hicieron los disparos mortales— pero dejó claro que todos están acusados por el hecho. Y además afirmó que "está descartado que el ladrón haya realizado disparos que le provocaron la muerte a Jonathan Herrera".
Identificados. Los agentes de la flamante PAT acusados de la desmedida reacción están identificados como Ramiro R., Francisco R., Luis S., y Alejandro G. Todos son egresados de la promoción 2014 del Instituto de Seguridad Pública (ISEP). Tres son oriundos de la ciudad de Santa Fe y uno de Calchaquí, en el norte provincial.
A las 15.30 del 4 de enero esos agentes junto a otros compañeros que regresaban de participar de un operativo por la largada del Dakar, descendieron imprevistamente de un colectivo en el carril sur de Seguí, en la intersección con Ayacucho, y se plegaron a la respuesta armada que venían sosteniendo cinco empleados del Comando en persecución de un delincuente que minutos antes había robado en una juguetería de San Martín al 3500.
El ladrón corría por Seguí al este mientras cubría su fuga a los tiros. Justo donde muere esa avenida y comienza el pasaje Villa, en la esquina de Ayacucho estaba Jonathan lavando su auto en la puerta de la casa con un hermano y un primo. Al escuchar la balacera los dos primeros se metieron en la vivienda. A los pocos segundos en la misma puerta de la casa cayó el maleante herido en una pierna y en un brazo.
Veinte balazos. Pero los disparos seguían y Jonathan intentó refugiarse detrás de un árbol. Allí cayó al recibir un proyectil que le rozó la cabeza y le provocó la fractura del cráneo, otro en la cadera que le interesó una arteria, y un tercero en el pie con orificio de entrada y salida. Más de 20 marcas de balazos quedaron estampados en árboles y paredes de las viviendas linderas.
Al mismo momento hubo una encendida reacción de los familiares de la víctima, vecinos y amigos que fueron testigos de toda la secuencia. Por eso marcharon la semana pasada a la Fiscalía para exigir el pronto esclarecimiento del caso cuando se especuló con la idea de que el maleante retenido pudo haber provocado la muerte del joven.
"Las pericias sobre las armas, las cámaras, testigos, todo ha sido determinante al momento de permitir a la fiscalía armar la imputación contra estas personas. Las armas se cotejaron con las vainas servidas y los proyectiles extraídos del cuerpo de la víctima", amplió Spelta.
Consultado por la capacitación de los uniformados, que a la vista del hecho se pone en debate, el fiscal se limitó a responder: "creería que ya fueron realizadas las evaluaciones, y por eso estaban trabajando".
Jonathan era integrante de una familia de gente esforzada. Tenía un empleo como repositor en la tienda Falabella de Córdoba y Sarmiento, vivía con sus padres y sus ocho hermanos (uno mellizo), y el 16 de abril iba a cumplir 24 años. Estaba en pareja y había sido padre de un varón hace poco más de un mes y medio.
Al mediodía en los Tribunales
La audiencia imputativa por el delito de “homicidio calificado” contra los cuatro policías del PAT acusados de matar a Jonathan Ezequiel Herrera está prevista para hoy a las 12 en los Tribunales de Rosario, trámite que será presidido por el juez penal Gonzalo Lopez Quintana. La acusación estará a cargo del fiscal Adrían Spelta, mientras que los uniformados contarán con la asistentcia del defensor público Mariano Bufarini.