La tarde del 24 de agosto de 2015 Marcelo Pacheco irrumpió fuera de sí en una casa de su familia en zona sur. Sin decir nada, sacó un arma y comenzó a disparar. Los tiros que buscaban saldar un viejo conflicto con su hermano hirieron primero a tres mujeres que estaban en la vereda de Platón al 1600. Luego entró a la propiedad y le disparó directamente a la cabeza a Brenda Pacheco, su sobrina de 17 años, que tenía un bebé en brazos. La adolescente murió unos días después, mientras que su madre y dos de sus hermanas resultaron con heridas de distinta consideración y lograron reponerse. Su tío fue detenido tres años y medio más tarde y el mediodía de este miércoles fue condenado a 24 años de prisión como el autor de los disparos, algo que él mismo reconoció en pocas palabras al arrancar el juicio por el caso.
La condena fue dictada por el tribunal integrado por los jueces Ismael Manfrin, Silvia Castelli y Patricia Bilotta, quienes juzgaron desde el viernes pasado a Pacheco. Le dictaron la pena que había pedido en el inicio del debate el fiscal Alejandro Ferlazzo. En sus alegatos pidió que se le aplique a Pacheco una pena de 24 años de prisión como autor de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, homicidio agravado por uso de arma de fuego en grado de tentativa (tres hechos) y portación ilegal de arma de fuego de uso civil.
Según la acusación todo se desencadenó alrededor de las 16.30 del 24 de agosto de 2015 en la casa de calle Platón al 1600 donde vivía Brenda con su familia. Pacheco llegó a ese lugar para poner fin a un viejo conflicto con su hermano, el padre de la adolescente. Los parientes de la chica contaron que ya en la vereda comenzó a disparar con un revólver calibre 22.
La primera en ser atacada fue su ex cuñada, Stella Maris. Luego siguió con dos hijas de la mujer, Vanesa y Rocío. Por último entró a la casa y le disparó a Brenda, que tenía en brazos al pequeño hijo de Vanesa, un bebé de 5 meses. La chica sufrió una herida en la cabeza con orificio de entrada y salida y murió días después en el Hospital Clemente Alvarez. A todas las víctimas el atacante les disparó a la cabeza: Stella fue derivada al Hospital Provincial con un balazo en el parietal derecho, a Vanesa el disparo le atravesó el cráneo y fue asistida en el Eva Perón mientras que Roció sufrió una herida en el lado izquierdo del cuello sin orificio de salida.
>> Leer más: Murió una de las cuatro mujeres que fueron baleadas por un familiar en Las Flores
En aquel momento se planteó que la bronca se originó porque el tío de Brenda sufrió un robo e increpó a los ladrones que vivían en el mismo barrio, pero su hermano no quiso meterse en el problema por miedo a represalias. Esto generó la reacción del hombre que terminó atacando a su propia familia.
“Brenda se podría haber salvado pero cubrió a su sobrino de los tiros”, dijo en aquel momento un allegado de la familia.
Tras la agresión Marcelo Pacheco desapareció del barrio y fue apresado en marzo de 2019 en un allanamiento que se realizó en una casa de Rafael Obligado al 100 de la ciudad de Firmat. Desde entonces permaneció en prisión preventiva a la espera del juicio que arrancó el viernes.
En la jornada del lunes el acusado declaró por primera vez. En una exposición breve, dijo que no quería estar en el juicio y reconoció haber cometido el ataque. Esta admisión redujo los tiempos del debate, donde el fiscal se mantuvo en su pedido de 24 años de prisión y la defensa discutió el monto de la pena.
En esa jornada del lunes pasado declararon las otras mujeres baleadas y familiares de Brenda. Ellos contaron que el ataque comenzó en la vereda y siguió dentro de la casa, donde sólo estaba la adolescente con su sobrino en brazos. Su madre y sus hermanas víctimas dijeron que eran ajenas a cualquier conflicto y que habían quedado solas en la casa porque Pacheco había amenazado al padre de Brenda para que se fuera del lugar.
>>Leer más: Asesinó a su sobrina con un tiro en la cabeza y piden que lo condenen a 24 años de prisión
Este hombre también declaró en el debate. Dijo que se había ido de la casa para "no tener problemas" pero así y todo terminó perdiendo a su hija. Sostuvo que su hermano solía manipular armas y que siempre había sido un hombre "conflictivo". Con respecto a los motivos del conflicto, dijo que Pacheco lo hostigaba por no reclamar por el robo de un carro.
Al justificar el monto de la pena solicitada, el fiscal Ferlazzo remarcó en sus alegatos de cierre que el daño causado fue la muerte de una chica de 17 años, que el ataque involucró a personas ajenas al conflicto y remarcó la gravedad de la forma de resolución, que consistió en los cuatro casos en disparos a la cabeza. Además señaló el tiempo que el imputado se mantuvo prófugo y "la falta de un arrepentimiento, porque ni siquiera en el juicio les pidió perdón a sus familiares".
"La Fiscalía en definitiva hizo un pedido de pena muy pensado. Es el que el tribunal recogió al otorgar la pena que habíamos pedido", remarcó Ferlazzo este mediodía tras la lectura del veredicto en el Centro de Justicia Penal y a la espera de los fundamentos que se darán a conocer en los próximos días.