Pero los pesquisas que avanzaron a partir de las denuncias radicadas desde 2017 también aseguran que la cueva no solo blanqueaba dinero proveniente de la barra canalla sino también capitales originados en la venta de drogas regenteada por la banda de Los Monos. En ese sentido, dijeron fuentes de la investigación, como consecuencia de las maniobras ilícitas realizadas el grupo con base en el club se quedaría con propiedades muebles e inmuebles de las personas que no pudieran devolver el dinero prestado por los responsables de la mesa a través de escrituras que siempre se realizaban mediante un mismo escribano.
Tres células
El avance de la investigación llevó a los pesquisas de Gendarmería a detectar que la organización se conformaba de tres células que actuaban con cierta independencia pero que, en determinado momento de la operatoria, necesitaban de la participación de las restantes para lograr su propósito de ingresar dinero proveniente de distintos ilícitos al merado legal.
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Comunicado del club Echesortu.
En ese sentido dijeron que una de las células estaba conformada por integrantes de la comisión directiva del club Echesortu y por la Mutual de la misma entidad, algunos de los cuales tienen antecedentes e imputaciones por maniobras de malversación de fondos en la mutual del Club Rosario Central, como es el caso de Omar De Fazio, quien supo integrar la comisión directiva canalla y tener vínculos con “Pillín” y el representante de futbolistas Carlos “Chiquito” Silvetti, a quienes en el club de Arroyito les impusieron el derecho de admisión cuando asumió en 2007 la presidencia canalla Horacio Usandizaga.
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Otra de las células, dicen los investigadores, era la encabezada por Cristian Pross, un hombre que supo tener causas por lavado de activos en la capital entrerriana. De acuerdo a fuentes de la pesquisa, este hombre realizaría distintas operaciones bancarias no autorizadas, como la compra venta de moneda extrajera y prestamos de dinero, como así también distintas operaciones de compra y venta de bienes muebles e inmuebles a nombre de terceros, inversiones en distintas empresas y en cuentas del exterior, todo ello con el dinero que ingresaba a la mesa de dinero en cuestión.
La última célula la encabezaba Roberto Yalil “Turco” Azum, detenido desde los primeros días de septiembre en una causa que lleva adelante la Justicia provincial. De acuerdo a las fuentes, este hombre está mencionado en varios expedientes judiciales por narcotráfico, homicidios y tráfico de armas y fue sindicado por los pesquisas de Gendarmería Nacional como el “responsable de la comercialización de estupefacientes de la organización".
Cómo actuaban
Sobre el funcionamiento de la estructura, dicen los informes de los investigadores que realizaba entre otras cosas préstamos de dinero en pesos que luego se dolarizaban para su cancelación, descuentos de cheques, la captación de ahorros a cambio de una renta que superaba los índices bancarios y operaciones de cambio o compra venta de moneda extrajera entre otras maniobras.
Asimismo, dijeron que los préstamos realizados en dinero efectivo en pesos o dólares eran entregados siempre y cuando se afianzaran con bienes muebles registrables o inmuebles. Y que ante la falta de pago por parte de los deudores, la organización empleaba a personas ajenas a la estructura para amedrentar mediante amenazas o bien ejecutar las garantías presentadas. De esa manera la organización se quedaba con esos bienes y los titularizaban a nombre de terceras personas o testaferros ajenos a la organización dando apariencia legal a dinero malhabido y utilizando diversas figuras jurídicas como fideicomisos y sociedades de responsabilidad limitada entre otras, lo que permitía generar nuevos patrimonios diferenciándolos de la masa de bienes de los miembros de la organización.
En cuanto al cobro de los cheques que "compraba" la organización, los mismos eran blanqueados en las cuentas bancarias pertenecientes al club Echesortu, a la Asociación Mutual de socios de esa entidad y a la empresa Yanuly SRL, lo que les permitía reinsertar ese dinero en el sistema financiero.
Pero también surgió en la investigación que al menos una de las células contaba con un número no determinado de licencias o chapas de taxis adquiridas con capitales ilícitos lo que les permitía el ingreso genuino de fondos y también tenía un pie puesto en la comercialización de drogas. El dinero que provenía de ese negocio era ingresado al circuito financiero legal bajo las mismas modalidades.
Al respecto, trascendió que tras la detención por parte de la Justicia santafesina del “Turco” Azum hubo una serie de allanamientos y detenciones realizados por la propia Gendarmería la semana pasada relacionadas a esa pata de la organización ligada al narcotráfico. Entonces fueron apresados Mariano Gabriel G., Cristian Diego C., Mario A. y Carina F. quienes habrían actuado como los vendedores de estupefacientes por orden de Azum. En esos procedimientos se secuestro gran cantidad de estupefaciente acondicionado para la venta, dinero en efectivo, vehículos y documentación.
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“El poderío económico de la organización es exorbitante, al grado de contar con varios vehículos de lujo de la marca italiana cuya insignia ilustra un tridente (Maserati), varios de los cuales eran exhibidos para su venta en una importante concesionaria de la región al igual que otros vehículos cero kilómetro de alta gama adquiridos para volver a comercializarlos en poco tiempo”, graficó un hombre ligado a la investigación.
En cuanto a los terrenos o inmuebles que algunos integrantes de la organización obtenían a través de la ejecución de las garantías presentadas contra entrega de los préstamos, eran aportados como parte de la inversión en común para emprendimientos inmobiliarios como se realizó con el edificio levantado en 9 de Julio al 4000, donde funciona una subsede del club Echesortu y se construyó una pileta de natación para el uso de sus deportistas federados.
Maserati y otros vehículos
En cuanto a los elementos secuestrados durante los allanamientos realizados durante la mañana del miércoles, en la sede del club Echesortu se incautaron una máquina de contar billetes, una importante suma de dinero en pesos y dólares, registros informales de movimientos de caja, recibos, una carabina calibre 22 y documentación contable. En el edificio de 9 de Julio 4060 donde funciona un anexo de la entidad no hubo materiales secuestrados.
En un departamento de 9 de Julio 3651 se hallaron boletos de compraventa automotor, pasaportes, credenciales del Ministerio de Economía de la Nación, contratos de alquiler de viviendas, contratos de cesión de derechos de un fideicomiso, varios títulos de autos, una carpeta con el listado y montos de los deudores, certificados de transferencias de vehículos, pagarés, cheques, recibos de pagos de deudas, Formulario 08 para la venta de autos, contratos de reconocimiento de deudas, convenios de pagos y cesión de derechos litigiosos.
En un departamento de Zeballos al 4100 se halló documentación vinculada al movimientos de cheques, 11 chips telefónicos, 100 dólares y una cédula de identificación de un vehículo. Asimismo, en un departamento de bulevar Oroño al 1400 se secuestró una minera (o usina de generación) de criptomonedas, boletos de compra venta de vehículos, escrituras, una máquina de contar dinero, elementos informáticos y planilla de cheques.
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En el local comercial de la empresa Yanuly SRL ubicado en Mendoza al 7800 se incautaron facturas, tres CPU,dos notebooks, dinero en efectivo, tickets de pagos, cheques, boleta de depósitos y facturas de proveedores. Asimismo, en el local de la misma empresa ubicada en Colombres al 1100 se hallaron chequeras, facturas, boletas, tarjetas de crédito, cuatro discos rígidos, dos DVR, tres pendrive en uno de los cuales había información correspondiente a una minera de criptomonedas que se encontraba activa y varios discos compactos.
De una casa de Alvarez Condarco al 1400 bis, en el country Aldea del Lago de Funes, los gendarmes se llevaron documentación de rendición de pagos e ingresos originados por varios taxis, documentación de automotores y fideicomisos, contratos de comodatos mutuos, recibos, títulos y boletos de compraventa de vehículos, facturas, poderes, cesiones de derechos, adjudicaciones, escrituras, convenios de pago, contratos de alquiler, planillas con saldos bancarios, una notebook, un iPad, un pendrive, una tarjeta de tenencia de armas de fuego de uso condicional y varios rodados: un Jeep Renegado, un Volkswagen Vento, un Peugeot 308 y una moto Zanella.
En una casa de 3 de Febrero al 3600 se hallaron títulos de bienes, boletas, facturas, un libro de cuentas, documentación del club Echesortu, una CPU, cuatro notebooks, una tablet, 25.000 pesos, cinco pendrives y siete memorias externas, el soporte DVR de filmadoras del domicilio y un auto Honda HRV. En una casa de Dorrego al 800, en tanto, se incautaron unos 700 mil pesos, 1.190 dólares, 150 euros, un celular, tarjetas de crédito y débito y documentación relacionada al club Echesortu.
Finalmente, en una finca de avenida Fuerza Aérea al 4200 del country Funes Hills de esa localidad fueron secuestrados once celulares, dos iPad, dos notebook, una MacBook, una Maserati, un Renault Kangoo, dos motos y dos cuatriciclos. Mientras que en una caja de seguridad de la sucursal del Banco BBVA Francés de Fisherton se incautaron 30.617 dólares, 2.300 euros, joyas y dos relojes de alta marca.