La denuncia que la jueza federal Laura Cosidoy hizo contra un oficial superior
de la ex Drogas Peligrosas, al que atribuyó encargarse de cobrarles a dueños de boliches donde se
vendía droga para ignorar ese delito, fue archivada por falta de pruebas. La decisión la adoptó el
juez federal Nº 4, Marcelo Bailaque, que a trece meses de la presentación judicial no recibió
evidencia alguna siquiera para citar como imputado al comisario inspector Aldo Monzón, que fue
pasado a disponibilidad tras el señalamiento resonante de Cosidoy.
La defensa de Monzón sostuvo que el oficial quedó liberado de sospecha. Que por
ello gestionará un recurso administrativo para obtener a la brevedad un destino policial conforme a
su jerarquía. Monzón pedirá en la Junta de Calificaciones un ascenso a comisario mayor.
"Se hizo una investigación exhaustiva, que llevó un año, sobre cada destino por
el que mi cliente pasó en Drogas Peligrosas. Se averiguó en los registros respectivos para saber si
tenía autos o inmuebles, a su nombre o de familiares. Se requirieron informes a todos los bancos
del país para determinar si poseía cajas de ahorro o cuentas corrientes. No encontraron nada. No
hay un solo indicio, siquiera, de delito alguno", dijo el abogado Luis Laporte, defensor de Aldo
Monzón.
Ni citado. Monzón, que tiene 47 años y lleva 29 en la policía provincial, no fue
convocado nunca a prestar declaración indagatoria ni informativa. Para su abogado, que no lo hayan
llamado significa que nadie en la Justicia federal obtuvo un elemento que lo convirtiera en
sospechoso. "Cuando la doctora Cosidoy fue citada a declarar se limitó a decir que ratificaba la
denuncia realizada a los medios de prensa. No dio más detalles a pesar de que le preguntaron cómo
se había enterado de lo que denunciaba o quién se lo había dicho", subrayó Laporte.
De las reiteradas alusiones de Cosidoy sobre inacción o connivencia policial
hacia traficantes de drogas, la mención a Monzón había sido de las más significativas, porque
incluía la manifestación de un nombre propio con un delito presunto descripto. Monzón se
desempeñaba en ese momento como subjefe de la Unidad Regional VI en el departamento Constitución.
Tras la imputación de la magistrada, el entonces gobernador Jorge Obeid lo pasó a disponibilidad y
recomendó a los fiscales federales que actuaran de oficio ante las personas denunciadas por
Cosidoy.
Monzón fue dos veces funcionario en Rosario. En la ex Drogas Peligrosas pasó 17
años. Primero como jefe de la Brigada Operativa y posteriormente como titular de Inteligencia de la
delegación local.
La acusación. Hace un año, Cosidoy le había dicho a LaCapital que ubicaba la
conducta ilícita que adjudicaba al comisario Monzón en su primera gestión en Rosario. Alegó que lo
supo por cuantiosas informaciones llegadas a su despacho de jueza. "Eran reiterados testimonios en
audiencias, de la calle, de dueños de boliches, de personas que frecuentaban el medio que me lo
referían en forma continua. Cuando fue jefe de la Brigada él personalmente recorría los boliches
recaudando. Hubo quejas muy fuertes en nuestro tribunal", sostuvo.
El viernes pasado el juez Bailaque archivó la causa abierta por esta denuncia
porque nada de lo dicho por Cosidoy fue sostenido en evidencia concreta. El fiscal Marcelo Di
Giovanni, que había adherido a las expresiones de Cosidoy en su momento, no pudo encontrar pruebas
de lo que la magistrada decía.
Un día después de ser denunciado, Monzón afirmaba a este diario que la jueza
Cosidoy, a su criterio, no tenía mala intención, sino mala información. "Sé que su preocupación
contra la venta de drogas es auténtica y por eso tiene mucha credibilidad. Eso me deja en una muy
mala situación porque conmigo está equivocada. Y es un daño injusto porque aunque esto se aclare va
a ser difícil que yo me saque esta sospecha de encima".
"Estoy preocupado por mi situación pero tranquilo por mis acciones, porque sé
que no hice nada que pueda comprometerme. Sí me perturba el futuro de mi carrera. Tengo 28 años de
servicio y vivo exclusivamente de mi condición policial", dijo Monzón tras ser implicado.