Buenos Aires.— Miguel Muñoz, uno de los acusados de haber cuidado a Ariel
Perreta durante los 16 días en que estuvo secuestrado, fue detenido ayer y al declarar ante el
fiscal del caso aseguró ser inocente y responsabilizó al Uruguayo, su suegro aún prófugo. Por su
parte, la joven pareja de Muñoz y la madre de ésta, detenidas desde la noche del sábado cuando los
investigadores liberaron al joven, se negaron a declarar ante el fiscal federal de Morón, Marcelo
Fernández, quien dispuso que los tres sigan presos.
Muñoz, de 21 años, fue detenido la mañana de ayer en la
casa de un familiar ubicada en el barrio Las Tunas de General Pacheco, a pocas cuadras de la
vivienda donde Perreta estuvo cautivo durante los 16 días.
Fuga y detenciones. La policía buscaba a Muñoz como uno de los dos hombres
que la noche del sábado pasado escaparon por los techos de esa casa cuando la víctima fue
rescatada. El muchacho vivía allí junto a su pareja, Jéssica Rosales, de 18 años y detenida en el
operativo de rescate; su suegro Julio Uruguayo Rosales, de 40; y la pareja de éste, Gabriela Ruíz,
de 36, también apresada.
Sin embargo, al declarar ante el fiscal, Muñoz aclaró que
él no tiene nada que ver con el secuestro pero que sabía que su suegro, un ex convicto, tenía a una
persona cautiva. Según las fuentes, el imputado dijo que él nunca vio nada porque vivía en otra
casa del predio, ubicado delante de la vivienda donde estaba cautivo Perreta, y porque se iba a
trabajar "muy temprano y volvía muy tarde".
Asimismo, manifestó ser "un laburante" y negó ser la
persona encargada de la custodia de Perreta con la cual el joven secuestrado trabó una "relación
amistosa" durante los días de cuativerio.
Las fuentes judiciales indicaron que Miguel es el único de
los cuatro hermanos Muñoz que tenía pedido de captura por el secuestro, y aclararon que si bien
todos están siendo investigados, los otros tres hermanos —Marcelo, David y José— por el
momento no están imputados.
Nada que ver. Los tres hermanos negaron la noche del lunes que tanto ellos como
Miguel tuvieran algo que ver con el caso.
Al respecto, Marcelo contó que cuando Miguel se fugó "tenía
mucho miedo, estaba en estado de pánico" y les dijo: "No quiero que me pase lo mismo que a
ustedes", en referencia a que es el único de ellos que no estuvo preso. Los Muñoz también
responsabilizaron por el secuestro al suegro del joven .
Por su parte, la hija y la pareja del Uruguayo se negaron a
declarar ante el fiscal Fernández. Según su abogado, José España, "estaban destruidas y muy mal
anímicamente". El profesional dijo que las mujeres "desconocían que en el departamento de atrás de
su casa estuviera secuestrado Perreta".
Por el caso, además de Miguel Muñoz, Jéssica Rosales y
Gabriela Ruíz, están detenidos desde los primeros días del secuestro, otros tres hombres con
antecedentes por secuestro.
Sospechas. Los investigadores sospechan que la banda que actuó en el caso
Perreta puede ser la misma que secuestró a Hernán Ianonne en 2006 y al empresario Franco Andreola
en 2007. Incluso el fiscal Jorge Sica, quien está a cargo de la causa Ianonne, analiza llevar al
joven al lugar de cautiverio de Perreta para ver si lo reconoce como el sitio donde él estuvo.
Perreta fue secuestrado el 10 de abril cuando iba a la
fábrica de su padre, en La Matanza. Los captores pidieron un rescate de 3 millones de dólares y a
lo largo del cautiverio dejaron como prueba de vida un casete y una carta manuscrita por el
joven.
El joven fue rescatado por la policía, sin que se pagara el rescate, el
sábado a la noche gracias al llamado anónimo de una mujer que dijo donde estaba cautivo el joven. l
(Télam)