Darío Insaurralde tenía 22 años cuando la noche del domingo 22 de noviembre de 2014 recibió un balazo en el pecho. Estaba en una casilla de un asentamiento precario, en el barrio La Paloma, limítrofe al Parque Regional Sur que comparten Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Tenía dos pequeños hijos y una hija por nacer. Mientras lo velaban, sus vecinos contaron que previamente el muchacho se había peleado a trompadas con otro joven que, años atrás, regenteó un quiosco de venta de drogas en la misma cuadra y que los vecinos se encargaron de derrumbar en medio de una moda que por entonces se había apoderado de algunos barrios locales. Horas después de ese incidente, una mujer llegó hasta allí en una moto y lo ejecutó sin miramientos ni palabras. Por ese crimen, hace un año fue detenido un joven apodado “Tatita”, quien quedó acusado de ser el que manejaba la moto en la que iba la mujer. Y ayer, efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) detuvieron a la principal sospechosa: tiene 27 años y es apodada “La Gata”. Ahora ambos están a disposición del fiscal de la Unidad de Homicidios Ademar Bianchini.
Del oeste al sur. Darío Insaurralde era el segundo de cinco hermanos, tenía un prontuario penal abierto por los delitos de robo calificado y tentativa de robo y se ganaba unos pocos pesos diarios haciendo changas. Si bien vivió algunos años en la zona oeste de la ciudad, toda su vida la había desarrollado en la zona del barrio Saladillo, un asentamiento conocido como La Paloma. Una semana antes de su muerte había vuelto a afincarse en ese sector de la zona sureste rosarina, en una vivienda de Hungría sin número, a metros de calle Batlle y Ordóñez, donde también residía su abuela, una zona en la que se erige un racimo de casas de material y de chapa que se extiende a través de un sendero de tierra en dirección al sur. Un vecindario humilde rodeado por el Parque Regional Sur donde las calles son de tierra y carecen de numeración catastral.
Según se pudo reconstruir, la tarde del domingo 22 de noviembre de 2014 Insaurralde mantuvo una pelea a trompadas con un tal “Juancito”, un ex convicto que había salido días antes de la cárcel y que gozaba de prisión domiciliaria.
La bronca entre los hombres, dijeron vecinos y pesquisas, había nacido cuatro años antes cuando, estando preso Juancito, los vecinos demolieron el búnker de venta de drogas que regenteaba y que estaba a metros de la casa en la que vivió y fue asesinado Insaurralde.
Tras esa pelea a trompadas Insaurralde se acostó a dormir. Ya entrada la noche se despertó y se quedó en la puerta de su casa. Fue entonces que cerca de las 21 una moto paró ante sus narices y sus ocupantes no le dieron tiempo a nada. Una mujer, los testigos indicaron que era La Gata, se bajó del rodado y disparó sin que mediaran palabras impactando en el tórax de Darío. Luego se subió al rodado y con el conductor se dieron a la fuga. El herido murió en el Heca al filo de la medianoche.
Tatita y La Gata. En el marco de la investigación del homicidio, hace un año (el jueves 15 de enero de 2015) efectivos de la PDI allanaron una vivienda ubicada en Sinópolis y Magnano, en la zona sur de la ciudad y a unas diez cuadras de donde mataron a Insaurralde, detuvieron a Fabricio Jonathan C., de 18 años y conocido como “Tatita”.
Según algunos testigos, ese muchacho era quien conducía la moto desde la que bajó la supuesta asesina para ejecutar a Insaurralde. A partir de ese momento, el cerco sobre Evelyn Diana A., de 27 años y reconocida como La Gata, se fue estrechando cada vez más. Y ayer, personal del área de homicidio de la PDI logró detenerla en una vivienda de Liniers al 2700, en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez, con una orden de captura gestionada por el fiscal Bianchini.
Al gestionarse la orden de allanamiento en la vivienda en cuestión, La Gata estaba acompañada por Matías Leonel A., un joven de 22 años que sería su concubino y que estaba en libertad condicional por un hecho de robo calificado. En el lugar se secuestró una escopeta tipo tumbera de fabricación casera con diez cartuchos calibre 12.70.
Consultado sobre el allanamiento, el fiscal de Flagrancia David Carizza dijo que el hombre quedará detenido por la tenencia ilegal del arma de fuego y que hoy a la mañana, tanto él como La Gata serán sometidos a una audiencia imputativa. En el caso de Matías A., será acusado por la tenencia del arma; y a La Gata el fiscal Bianchini le imputará la responsabilidad directa en el crimen de Darío Insaurralde.