Un hombre de 29 años encontró una muerte brutal tras salir de un boliche la madrugada del domingo en Capitán Bermúdez. Había subido al auto de un conocido en el que iban además otras tres personas cuando, por un motivo aún no determinado, recibió 18 puñaladas en una pelea, luego de bajarse del vehículo.
La secuencia precisa y la motivación del homicidio no fueron establecidos. Sin embargo, ayer el fiscal de San Lorenzo Juan Carlos Ledesma y la comisaría de Capitán Bermúdez habían ubicado a un sospechoso de ser el ejecutor del crimen.
Ferocidad. Marcial Palavecino fue atacado con ferocidad en el barrio Copello de Capitán Bermúdez en una disputa que no tiene un origen establecido. Según pudo saberse, el muchacho había estado hasta el cierre en Jagger, un boliche de esa ciudad del cordón industrial. Al salir del lugar se subió al auto de un amigo, un Chevrolet 400, en el que había otras personas.
La policía estableció que a bordo de ese vehículo hicieron un recorrido extenso por distintos lugares. Llegaron hasta el control de Granadero Baigorria, cruzaron a la zona norte de Rosario y retornaron luego a Bermúdez.
Por algún motivo el auto en el que iba Marcial se detuvo en Granaderos y Neuquén, una esquina poco iluminada del barrio bermudense Copello. Allí se bajó del auto y se trabó en una pelea en la que recibió una andanada de puntazos en la zona pectoral y abdominal.
"En el Instituto Médico Legal nos dijeron que fueron 18 heridas", contó a este diario Daniel, tío de la víctima.
Las copiosas manchas de sangre en la calzada delataban la agresión. A Marcial lo trasladaron en el Chevrolet al Samco de Bermúdez desde donde fue derivado al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Allí llegó sin signos vitales: las heridas habían causado una hemorragia irreversible.
La razón de la presencia del auto en el lugar donde Marcial fue asesinado es otro misterio a develar. La víctima del hecho no vivía cerca de allí como tampoco los otros ocupantes del auto que declararon como testigos. Esos testimonios fueron vagos e imprecisos. Pero sirvieron para establecer una línea hacia la persona sospechada de la autoría material del crimen.
Dolor. Marcial estaba separado de una mujer con la que mantenía una relación cordial y tenía dos hijos: una nena de 8 años y un nene de 4. Tenía empleos ocasionales como vendedor ambulante. Sus familiares dijeron que últimamente trabajaba en un puesto de comidas al paso en Bermúdez.
"No tenemos una explicación concreta de lo que pasó. Sólo un gran dolor", dijo ayer su tío Daniel. ¿Sabía la familia de Marcial sobre alguna enemistad o conflicto con alguien? "Hubo una persona con al que había tenido un problema recientemente. Pero no sabemos si esa persona tuvo que ver con lo que le pasó", sostuvo.
La primera versión del hecho indicaba que Marcial se había bajado del auto y que allí había sido atacado por alguien que apareció. Esa línea de pesquisa fue abandonada, ya que se presume que el agresor pudo haber ido dentro del auto. "No hay más testigos que los que iban en el vehículo. Es una zona oscura, poco transitada y era de madrugada", reveló una fuente de la comisaría 2ª de Capitán Bermúdez.
El fiscal de Homicidios de San Lorenzo a cargo del caso, Juan Carlos Ledesma, confirmó que había una persona identificada por la autoría del asesinato. No se encontró el arma homicida pese a un rastrillaje en la escena del hecho. Marcial Palavecino fue velado ayer y lo sepultan esta mañana a las 9 en el cementerio de Capitán Bermúdez.