Otra vez el Centro de Justicia Penal (CJP) como telón de fondo de un reclamo de justicia por un homicidio. Esta vez el femicidio de Lorena María del Luján Riquel, la mujer de 39 años bestialmente asesinada con golpes en la cabeza el sábado a la madrugada en Rueda al 5500. Unas 150 personas, en una amplia mayoría mujeres de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), hicieron de la plazoleta de Sarmiento y Virasoro una zona de protesta y reclamo. Primero, exigieron la detención del femicida de Riquel, quien al cierre de esta edición continuaba prófugo. También exigieron que se declare en el país “la emergencia contra la violencia de genero” y que el Estado se haga presente ante el reclamo.
“Lo único que quiero es que hagan justicia por mi mamá. Ella era una buena persona. No merecía terminar así. No le hacía mal a nadie. No se merecía morir así mi mamá”, dijo entre sollozos Aixa, la hija de 12 años de Lorena, para luego romper en llanto generando un efecto dominó en buena parte del auditorio.
El sábado pasado Rosario despertó con la noticia de un nuevo femicidio, el séptimo en el Gran Rosario en lo que va del año. Lorena había sido asesinada a golpes en la cabeza con un trozo de cemento en una “zona de trabajo sexual” como explicaron distintas militantes de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar).
Para los investigadores policiales y judiciales Riquel era una trabajadora sexual que fue asesinada por el fiolo que la representaba, según al menos dos testigos, o por un cliente violento y obsesionado.
Sin embargo su familia dijo otra cosa: “Lorena era una militante. Una mujer que iba al frente. Una busca. Era feriante, cuidaba a un hombre de 80 años y se rompía el lomo para darle de comer a sus tres hijos. Dejen de inventar cosas y pidan que agarren al desgraciado que le hizo esto a mi tía”, dijo en medio de una crisis de bronca e indignación una sobrina de Riquel.
Cumpleaños
El jueves pasado Lorena cumplió 39 años. Su familia contó el lunes que el viernes había salido para festejar su cumpleaños con amigas y dijeron desconocer qué hacia en Rueda al 5500, un corredor denunciado por los vecinos de barrio Triángulo tras el crimen como “un bulevar de gente pugnando por sexo callejero”.
A las 3.50 de la madrugada al menos dos vecinos escucharon como a Riquel la mató un hombre con golpes en la cabeza con un bloque de cemento luego de haberla violado. Después le cubrió la cara con un pañuelo descartable, le robó las zapatillas y se fue caminando como si nada.
“Empezamos a escuchar golpes que hacían retumbar el piso de la casa. Mi esposo quería salir, pero no sabíamos si el tipo estaba armado, tuvimos miedo. Después nos dimos cuenta de que esos eran golpes que le daba con un trozo de cemento. Le pegó hasta partirle la cabeza. Ella nunca gritó. No pidió ayuda”, relató una vecina. Ese brutal ensañamiento homicida dejó sin madre a tres hijos de la mujer: un varón de 18 y dos mujeres de 15 y 12 años.
Dolor, impotencia y bronca
El lunes a la mañana la plazoleta lindante al CJP fue copada por militantes de la CCC, movimiento del que Lorena participaba en el barrio Bella Vista; de Ammar Rosario; de la CTA; del Partido del Pueblo Trabajador (PPT); Mujeres Originarias en Lucha; los concejales Eduardo Tognoli y Luz Olazagoitía; familiares de otras víctimas de violencia como Vanesa Celma y Dayana Capaccio. Grupos de militantes y familiares de víctimas que entendieron que hay que hacer oír el reclamo ante las puertas de la máxima expresión del Poder Judicial en Rosario. Bronca, dolor y espanto repartidos en partes iguales eran los denominadores de una protesta donde el 99% de las concurrentes eran mujeres.
“Lo que pasó con Lorena nos genera dolor, impotencia y bronca. Sobre todo bronca. Necesitamos que se declare la emergencia nacional contra la violencia de genero. Que el Estado aparezca y nos dé respuestas, pero que sirvan. Necesitamos que nos ayuden”, dijo una de las oradoras. “Y les decimos que si tenemos que venir todos los días acá a reclamar, lo vamos a hacer. Queremos que encuentren al culpable. No nos callemos porque si hacemos silencio no somos nada”, agregó.
Durante la jornada de lucha Lorena fue semblanteada por sus pares. “Ella no merecía ese final. Ninguna se la merece. Se dicen muchas cosas. Pero ella salió a festejar su cumpleaños y pudo tranquilamente volver de visitar a su madre que tiene 82 años. Lorena era una luchadora. Hoy nos representa a todas y pedimos justicia por ella. Queremos que aparezca el femicida. Siempre en las marchas iba con una sonrisa. Siempre al frente. Eso es lo que nos representa. Queremos sacar a nuestras familias adelante sin juzgar a nadie, que esos hijos tengan un plato de comida”, explicó Vanina Otero de la CCC. “La familia no entiende qué pasó. Ella se fue a la casa de unas amigas a festejar su cumpleaños. El jueves había cumplido 39 y al volver se encontró con una muerte violenta”, describió Cecilia Ferreyra también de la CCC.
“Estamos acá para pedir Justicia y que se encuentre al asesino de Lorena. Era una compañera militante de la feria en la que yo trabajo en parque Oeste. Se ganaba la vida haciendo lo que hay que hacer para llevarle un plato de comida a sus hijos. También militaba por los que menos tienen en los comedores. Lo de Lorena nos hace acordar al caso de Sandra Cabrera, que todos sabemos quién la mató pero no hubo justicia. Queremos que Lorena tenga justicia. Son casos muy parecidos porque se trata de mujeres pobres, militantes y que dejaron hijos chiquitos. Se hablan muchas cosas. Ella había salido para festejar su cumpleaños, estaba en una zona de trabajo pero la familia dice que no era trabajadora sexual”, reflexionó Miriam Auyeros, secretaria general de Ammar Rosario.
>>Leer más: Hallan a una trabajadora sexual asesinada a golpes en un "privado"
El caso es investigado por la fiscal Georgina Pairola.